Arroyo decide un partido duro en Palencia

Como si de una pretemporada al uso se tratara, Real Valladolid y Getafe se estrenaron tras el parón en un duelo con no mucho ritmo y pocas oportunidades, pero que se calentó en el inicio de la segunda parte con tres tánganas en las que hubo más que palabras hasta que Pacheta y Quique Sánchez Flores “pactaron” una reducción de las hostilidades.

El Real Valladolid mostró mejores intenciones en la primera parte, con más ritmo y la intención de atacar una defensa getafense, con cinco jugadores. Pacheta apostó por tres jugadores del Promesas (David Torres, Lucas Rosa y Arroyo) acompañados de muchos habituales titulares, a los que se sumaba el homenajeado Sergio Asenjo, palentino que recibió reconocimientos varios antes del partido. Los pucelanos empezaron a atacar a los madrileños por su izquierda. Plano probó a Conde, mientras que Sergio León no llegó al centro de Kike después de una buena jugada por la banda derecha vallisoletana. El partido alternaba momentos de poco ritmo con aceleraciones que daban lugar a las ocasiones más claras. Primero tuvo una oportunidad muy clara Seone, que cruzó el balón en exceso cuando se presentó solo ante Asenjo. En la portería contraria, un excelente centro de Lucas Rosa desde su posición de lateral derecho fue cabeceado a las redes por Arroyo. Gol “made in” los Anexos. El tanto animó a los dos equipos que se acercaron al área contraria, pero con poca precisión por lo que el duelo se fue al descanso con la ventaja mínima para los pucelanos.

La segunda parte estuvo marcada por una subida de la tensión que terminó con hasta tres tánganas tras entradas peligrosas y enfrentamientos muy duros entre jugadores. González Fuertes trató de mediar con los dos capitanes, pero sólo la paz “firmada” por los técnicos en la banda dio pie a que se viera algo de fútbol, menos que en la primera parte porque los continuos cambios rompían cualquier posibilidad de que hubiera ritmo en el encuentro. Con una delantera formada por expucelanos, Mata y Unal, los getasfenses pretendieron poner en apuros a Asenjo. El turco disparó desde lejos, pero su tiro se fue a córner antes de retirarse lesionado, como Damián. En la portería contraria tampoco se vio demasiado. Escudero, también contra sus ex, lanzó una falta que detuvo sin problemas Casilla, antes de la ocasión visitante más clara. Aleña remató a puerta vacía, pero por allí apareció el canterano pucelano Quintana para despejar el balón y entregar la Primera Copa Palencia FC al Real Valladolid.