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FC Barcelona

Arranque mágico de Raphinha

El brasileño, clave para Flick y sobrado de confianza, suma su sexto gol de la temporada y su cuarta asistencia en diez partidos

2-0. Raphinha celebra el segundo gol que marca en el  minuto 33 de encuentro.
LLUIS GENEAFP

Hansi Flick ha conseguido mejorar el rendimiento de muchos jugadores del Barcelona, pero lo que ha logrado con Raphinha es digno de estudio. La metamorfosis del brasileño ha sido espectacular. Parece otro futbolista. Pese a que siempre fue valorado por Xavi, nunca logró el consenso de la grada, más ajena a los detalles en los que suelen fijarse los entrenadores. En sus dos primeros cursos completó dobles figuras en goles y asistencias pero jamás logró rehuir el debate alrededor de su idoneidad para jugar en el Barcelona.

Hoy en día, esto ha desaparecido. Es uno de los más aclamados en Montjuïc y uno de los pesos pesados del equipo junto a Lewandowski, Lamine Yamal o Pedri. Para Hansi Flick es intocable. Ya sea jugando por detrás del polaco cuando todavía no estaba Dani Olmo o más desplazado a la izquierda cuando el internacional español ya pudo jugar. Ante Young Boys, y con Ferran en el once, volvió a disfrutar de una libertad absoluta por moverse por todo el frente de ataque. Una libertad, la que le ha dado el técnico alemán, que ha descubierto a un Raphinha letal.

En estos primeros diez partidos de la temporada, el brasileño ya acumula un total de seis goles y cuatro asistencias y sus intervenciones han sido decisivas en cinco partidos. Contra el Valencia y el Rayo Vallecano asistiendo, contra el Valladolid marcando su primer hat-trick y dando un gol, ante el Villarreal firmó un doblete y contra Young Boys dando el primer gol a Lewandowski, marcando el segundo y sirviendo el córner para que el polaco pusiera el cuarto en el marcador.

Lo que es un lujo para cualquier entrenador es que a todo este vendaval ofensivo no le resta ni un ápice en su esfuerzo para ayudar a sus compañeros en tareas defensivas y presionando con una intensidad brutal. La actitud y el sacrificio de Raphinha, que siempre fue admirable, todavía se ha acrecentado más luciendo el brazalete de capitán.

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