Arnau Rafús, un debut sin fortuna, ni paradas
El portero del Promesas debutó en Anoeta por la lesión de Hein y las molestias de Ferreira y se fue sin poder detener un balón.
En un giro inesperado de los acontecimientos Arnau Rafús debutó ayer en Anoeta como portero del primera plantilla del Real Valladolid en la derrota de los pucelanos ante un conjunto donostiarra que no estuvo muy fino, pero que aprovechó dos lances puntuales para llevarse el partido. La lesión de Karl Hein con su selección más las molestias que lleva arrastrando André Ferreira en el codo en el último mes colocó al portero de Vic ante la oportunidad de su vida.
Y es que a sus 21 años, el meta formado en la cantera del Barcelona y que llegó la pasada temporada al club blanquivioleta, cumplió un sueño al debutar en Primera División. El contratiempo de Hein, que se lesionó en Hungría en el partido Israel-Estonia y que le obligó a dejar el partido, abrió la posibilidad pese a que Ferreira, el segundo portero del primer equipo, ya trabajaba en parte en los entrenamientos. El luso, que no ha debutado en liga, ni en Primera, ni en Segunda, como blanquivioleta, arrastra una tendinitis en el codo que no termina de sanar y pese a ello estaba dispuesto a jugar ante la Real.
Sin embargo, y como contó Álvaro Rubio en rueda de prensa, apenas pudo hacer un entrenamiento con el equipo y cuando el riojano se reunió con los dos cancerberos todos estuvieron de acuerdo en que debía jugar el catalán, mientras que Ferreira esperaría en el banquillo por si había alguna contingencia. Y es que Rubio conoce bien a Rafús ya que era su portero en el Promesas cuando el riojano dirigía al segundo equipo.
Rafús, que la primera temporada con el Promesas jugó 17 partidos y en esta campaña ha jugado sólo 10 porque en muchos ha estado convocado con el primer equipo, no pudo salvar al Pucela de la derrota, pero tampoco fue el culpable de los goles. En el primero, el inesperado resbalón de Torres dejó a Oyarzabal solo y el remate fue demasiado cerca de la portería, mientras en el segundo, en una falta lateral que nunca debió realizarse, el balón pasó por delante de muchos jugadores y, quizás, se le pueda achacar algo de falta de reacción, pero sin ser excesiva la culpa. Y no pudo intervenir más. No tuvo que parar. Apenas atajó algunos centros o embolsó balones sueltos en el área.
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Al acabar el partido, el meta fue entrevistado en los micrófonos de Dazn, y explicó sus sensaciones: “Son sensaciones agridulces, primero estoy jodido por no poder conseguir los tres puntos para el equipo porque trabajamos muy duro semana tras semana para conseguir esa victoria para la afición, para el equipo para la ciudad y, también, por otra parte, estoy contento por mi debut, he trabajado mucho” y confesó cómo se enteró de que iba a jugar: “Nos ha llamado el míster y hemos analizado la situación” y terminó: “El equipo quiere y vamos a pelear hasta el final”.
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