Arezo deja la puerta abierta a Peñarol
El delantero del Granada no ha terminado de cuajar en el año y medio que ha jugado en la ciudad de la Alhambra. No vería con malos ojos volver a su país.
Matias Arezo (Montevideo, 2002) estaba llamado a ser la nueva estrella uruguaya. Con 16 años debutó en el River Plate de su país, con 19 dio el salto a Europa con la esperanza de conquistar el viejo continente como lo hicieron sus compatriotas Luis Suárez o Cavani. Nada más lejos de la realidad. El charruúa llegó en el mercado invernal de 2022 y tras un año y medio en Granada (se fue un año cedido a su país natal), Arezo continúa sin cuajar.
El uruguayo habló en su país, donde está de vacaciones, y no descartó su regreso a Peñarol, donde aterrizó tras una temporada con la horizontal rojiblanca en la que apenas tuvo transcendencia: “Si no es ahora, en algún momento me tocará volver”. Una afirmación en Radio Sporti 890 AM de su país en la que deja la puerta abierta a volver a su país. “Supongo que debería haber una negociación de Peñarol, pero no lo sé. El jugador no sabe que es lo que puede pasar, somos los últimos en enterarnos de la decisión. Volví a Granada, fueron 6 meses complicados por la realidad que vivía el club, pero estoy seguro de que lo que viví en Peñarol me sirvió para afrontar lo que me pasó después”, sentenció.
Matteo Tognozzi siempre fue un defensor del delantero. El director deportivo italiano le sigue desde las categorías inferiores, cuando destacó con Uruguay en su época de scouting de la Juventus. Otro que apostó fuerte por él fue Cacique Medina. Su despido fue otro palo para el futbolista: “La salida del Cacique Medina me afectó bastante porque las charlas que tuve con él, donde me dijo que me iba a tener en cuenta, fueron el principal motivo por el que decidí volver a Granada. Su salida nos pegó bastante”.
Medina ha sido el que más oportunidades le dio al charrúa, con dos titularidades y siempre dándole minutos. Pero, a pesar de la confianza, Arezo no terminó de explotar. Ni un solo gol en los 359 minutos en jugó entre el periplo de Medina y Sandoval. Y es que con la horizontal rojiblanca sólo ha marcado dos goles, uno al Ibiza hace dos temporadas y otro en la Copa del Rey. Poco para un goleador, como demostró en Peñarol.
“Llegué a Granada después de jugar mucho y muy bien en Uruguay, haciendo goles, y llegué a una realidad muy distinta que me llevó a tener que madurar de golpe, aprender a controlar las emociones y entender que a veces las oportunidades simplemente no se dan. Uno debe entrenar al máximo no solo para sentirse bien, sino también para estar preparado”, sentenció en su país. De hecho, se le vio en el estadio de Peñarol apoyando a su exequipo, aunque explicó: “El cariño y el respeto de la gente al jugador le llega muchísimo, genera mucha gratitud, mucha emoción, pero no se puede perder la responsabilidad de tener consciente de que hoy uno está en otro club”.
De momento, después de un desembolso de cinco millones por sus servicios, dos años más de contrato (hasta 2026) y siendo el tercer jugador con más valor de la plantilla actual (siete millones, uno menos que Uzuni y los mismos que Lucas Boyé), Arezo continuará en Granada, con quien tiene contrato hasta 2026. Intentar que sea feliz y se reencuentre con su mejor versión, aquella que ha asombrado en Uruguay, es el reto del nuevo inquilino del banquillo rojiblanco. Porque el charrúa no ha terminado de cuajar con ninguno de los técnicos que ha tenido en Granada, y no han sido pocos… (Robert Moreno, Karanka, Paco López, Medina y Sandoval).
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