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SEVILLA

Arabia pone en alerta al Sevilla

Bono, Fernando y Rakitic ya son tentados por la liga saudí para abandonar Nervión. Mendilibar, a la expectativa de un mercado impredecible.

Bono.
Maja HitijGetty Images

El Sevilla tiembla ante el deseo creciente de la liga árabe de llevarse a algunas de sus figuras en este mercado invernal. Ya son varios los nombres que tantean para tratar de sumar efectivos a un campeonato que está revolucionando sin duda esta ventana de fichajes. El Al Ittifaq ya dejó claro que pretende llevarse a Ivan Rakitic en este verano y aumentó el ofrecimiento salarial al croata hasta llegar a diez millones anuales hace pocos días. Ese mismo club ha puesto ahora los focos en Fernando Reges y estaría dispuesto también a duplicar el actual salario del brasileño en Nervión y a entregarle un contrato de dos temporadas. Al medio centro le sigue los pasos también el Al-Ahli, pero su candidatura parece ahora menos firme que la que trata de ejecutar el Al Ittifaq.

También sobrevuela el nombre de Bono, como se anunció hace unos días en este periódico. El Al Nassr de Cristiano pretende al marroquí para que sustituya a Ospina y también el Al-Hilal entra en esa lucha por el guardameta moviéndose ya para convencer al futbolista de cambiar de aires. En este contexto, el Sevilla tiene claro que no piensa moverse de una cifra de en torno a 20 millones en el caso de desprenderse de uno de sus futbolistas más decisivos en los últimos meses.

El fútbol árabe revoluciona el mercado y pone en alerta al Sevilla, que sin embargo es consciente también de su necesidad de vender piezas en las próximas semanas para poder emprender su planificación con más argumentos sobre la mesa. Son varios los jugadores de Mendilibar que están centrando los deseos de varios clubes y hay cautela de momento con sus posibles salidas. Rakitic ya evidenció en los últimos meses su deseo de seguir en Nervión, más aún tras las buenas sensaciones dejadas por el equipo en el cierre de campaña. Fernando también tiene más desafíos sobre la mesa a las puertas de su último año como sevillista, al tiempo que Bono pretende seguir al máximo nivel competitivo y su marcha no está tan clara.