Aprobados y suspensos: Munir se desquita con su primer gol en Gran Canaria

Valles: Hizo de nuevo las veces de líbero ante los ataques del Barcelona a la espalda de la defensa. En el tanto del 1-1 llegó a rozarla, pero su guante no llegó a tiempo esta vez. En el ochenta salvó una situación de mucha tensión en un pase atrás que se quedó corto con Vítor Roque amenazando con el gol. En el penalti no hubo milagro.

Suárez: Le tocó bailar con la más rápida. Balde, era capaz de cambiar el viento del partido con solo una galopada. El barcelonista fue el rival más peligroso de los culés y a eso se le sumaba una amarilla tras un llevarse por delante a Lewandowski tras un resbalón. Tuvo que marcharse con calambres en las piernas.

Coco: Su último encuentro antes de la marcha a la Copa África. Firme por alto, su estatura ayudó, y mucho, ¡para salvar situaciones de bombardeo.

Mármol: Muy certero a la hora de adelantarse a un centro de Balde en el que Ferrán llegaba libre para rematar. A la media hora, la más difícil, Sergi Roberto cogía la espalda y se quedaba mano a mano con Valles, a quien superó con un pase que iba de nuevo a Ferrá, quien estaba solo para hacer el empate, sin embargo no contaba de nuevo con Mármol quien salvó de otra vez la situación. Se quedó a centímetro de hacer 2-1 tras rematar un saque de esquina.

Sergi Cardona: El ataque blaugrana empezó a calentar por su lado con Raphina buscando la diagonal pero poco a poco fue los culés fueron inclinándose por la otra banda, a lo que Sergi debía estar con un ojo a los chispazos del brasileño.

Perrone: Al rechace hay que entrar fuerte, se suele decir, en los primero minutos demostró la razón. En un balón entre él y Joao Cancelo, el argentino lo fue y acabó mandando a la enfermería al portugués quien fue con su pierna menos hábil. Partido correcto del argentino.

Kirian: Director de orquesta pero contenido. Quizá por haberse adelantado pronto en el marcador, quizá por la entidad del rival, quizá un poco de todo, menos desplegado en ataque que en otras ocasiones en las que ha tenido a Perrone detrás. El paso al frente en la segunda parte del Barça superó al centro del campo amarillo.

Javi Muñoz: Para variar, el mapa de calor más extenso al este de Fuerteventura. Se está convirtiendo en la marmota Phil de los amarillos, si aparece hay verano, si toca manta en los pies. Primus inter pares para presionar, estuvo cerca de dar otra asistencia dejando pasar la pelota entre sus piernas para que rematara Sandro. Acabó en el lado derecho para defender a Balde.

Munir: Por fin cantó el Gran Canaria un gol suyo, en el 11 se colaba entre los centrales blaugranas para anotar sutilmente el 1-0. Pudo hacer el segundo en una jugada conceptualmente similar, sin embargo en esta ocasión no tenía solo que rematar sino conducir y ahí perdió la ventaja. Se marchó lesionado en el 58′.

Sandro: Antes del 10′ pudo engatillar un tiro que se le había quedado franco en el área tras dejarla pasar Javi Muñoz entre sus piernas, quizá le cogió de sorpresa. Sin embargo, poco después estuvo más que preparado para asistir a Munir. En el 27′ lanzó a la madera un disparo que pudo significar el 2-0. En la segunda parte el aire cambió de lado y estaba demasiado lejos de la zona de daño.

Moleiro: Día importante para el tinerfeño, primera vez que se mostraba ante el Barcelona. Trabajó duro para superar su lesión de hombro. Aunque no tuvo su filo habitual, fue capaz de generar peligro encarando hacia la portería desde la banda. A diferencia de otros encuentros, el diez amarillo más cerca de la cal.

Entraron desde el banquillo.

Marc Cardona: La lesión de Munir obligó a García Pimienta a mover ficha. Con el Barça volcado y dominando el partido, el delantero apenas le daba para perseguir sombras. Protagonizó una media vuelta en el área que llevó el susto a la filas blaugranas.

Loiodice: Entró frío al encuentro con alguna pérdida en la zona de creación que comprometió a la zaga. Poco a poco fue entrando en calor pero no era un final de partido para la lírica.

Pejiño: Saltó al campo para ocupar la parcela izquierda del ataque. Tuvo alguna pelota en la que amenazó la portería de Iñaki Peña. Sin embargo, estaba más en labores defensivas que en ofensivas.

Sinkgraven: Le tocó cubrir el lateral derecho tras la salida de Álex Suárez. Balde fue un dolor de cabeza. Acabó expulsado tras el penalti que supuso el 1-2 tras empujar a Gundogan en boca de gol.

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