COPA | OSASUNA 2 - SEVILLA 1

Aprobados y suspensos del Sevilla: Una luz aún insuficiente

El equipo de Sampaoli se queda sin Copa pese a su mejoría ante Osasuna. Bono alargó el envite, En Nesyri dio esperanza y Ocampos fue un ‘nueve’ inédito.

Los jugadores del Sevilla, tras perder.
Juan Manuel Serrano Arce
Daniel Lagos
Redactor de Diario AS en la delegación de Sevilla. Escribe sobre la actualidad de Real Betis y Sevilla Fútbol Club, además de informar sobre otras disciplinas de deporte local. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla.
Actualizado a

Sampaoli tiró de muchos de sus habituales para encarar la cita de cuartos ante Osasuna y encontró cierto aire de frescura en el inicio. Tuvo balón por momentos, esquivó con eficacia la presión rival y entregó a Ocampos, Lamela y Rafa Mir la caza de espacios. La apuesta por En Nesyri le salió bien antes de que la prórroga castigara a los suyos por cuestión de detalles.

Dmitrovic: No tuvo que intervenir demasiado en el primer tiempo. Se lesionó y fue cambiado al descanso.

Montiel: Vigiló bien a Barja en el inicio. Se incorporó al ataque con más precaución que valentía.

Nianzou: Mucho riesgos en sus salidas de balón y algo lento en algunos repliegues.

Badé: Algo lento en esa acción del gol de Chimy Ávila. Tuvo temple para sacar el balón jugado en más de una ocasión, pero volvió a tener la fortuna en su contra cuando defendió esa jugada decisiva de Abde.

Acuña: Firme en sus marcas, preciso en algunos centros al área que sin embargo casi nunca encontraron rematador.

Gudelj: Cambió de posición en consonancia a las necesidades del equipo. Atraviesa un momento de confianza, pero aún le falta cierta fluidez en la asociación cuando está en el centro del campo.

Jordán: Algún que otro pase de mérito en cambios de orientación y transiciones, pero sin el peso diferencial que pretende que tenga Sampaoli sobre el césped.

Rakitic: Su ímpetu siempre sostuvo al equipo. Puso más carácter que fútbol, pero al menos su pundonor se mantuvo hasta el final sobre el césped.

Lamela: Sus intenciones siempre están sobre la mesa. Trata de ser vertical siempre y lo agradece su equipo, pero no estuvo acertado en los últimos metros.

Ocampos: Lo dio todo hasta que su físico dijo basta. Se situó prácticamente como nueve y peleó cada balón como si no hubiera un mañana. Sampaoli quería garra. Y la tiene. Pero tal vez no sea suficiente.

Rafa Mir: Difícil su papel en esa zona izquierda del ataque, en la que apenas dispone de recursos para ser diferencial. Erró una ocasión clara en el inicio.

También jugaron:

Bono: Su parada ante Chimy Ávila fue estratosférica. Su estirada, minutos más tarde, no fue suficiente para evitar el tanto del atacante de Osasuna. Luego volvió a ser protagonista con otra mano de mérito. Lo tuvo más complicado en el tanto victorioso de Abde.

Óliver Torres: Trató de aportar más dinamismo en las combinaciones y lo consiguió por momentos, sobre todo en el inicio de la prórroga. Poco presente en ese cierre en el que quizás su equipo no conectó con él.

Jesús Navas: Entró por Montiel y se convirtió casi en un extremo con el marcador en contra. Más incisivo y vertical que el argentino.

En Nesyri: Entró y cazó ese centro de Suso con un remate preciso para forzar la prórroga. Luego no optó a más.

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Suso: La calidad es suya. Eso es intocable. Y Sampaoli le pidió que la aplicara. Lo hizo en el 94 con un centro marca de la casa que trastocó la fiabilidad de Osasuna y supuso el 1-1. Poco, casi nada, en la prórroga.

Rekik: Entró por Gudelj para cerrar con más fortaleza y firmeza atrás.

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