Aprobados y suspensos del Sevilla: Lamela lo firma y Dmitrovic lo salva

Bono: Nada que hacer en el gol del Almería y un susto en el cuerpo para todos los sevillistas por su evacuación en camilla.

Navas: Canalizó, con insistencia pero sin éxito, todo el fútbol de ataque del Sevilla en la primera mitad. Acabó muerto.

Nianzou: Aprobado justito y una lesión que nadie sabe si es lo suficientemente grave como para haber dejado el partido antes de tiempo.

Gudelj: Falló en el gol del Almería. Luego se entonó, pero esa mancha no se quita.

Badé: En los últimos minutos fue un frontón. Regresó tras su lesión pero al Sevilla le siguieron creando ocasiones con la misma claridad, lo que invita a la reflexión sobre el si el problema es de nombres, de planteamiento, de todo o de las fases lunares.

Telles: En defensa sufre lo que no está en los escritos, aunque sale en la foto salvando como último hombre una ocasión clarísima del Almería en la segunda parte. Forzó el penalti del empate.

Jordán: Un partido aseado que queda marcado por una pérdida inaudita para un jugador de su nivel en la que Dmitrovic estuvo providencial en el mano a mano. Y luego hasta le dio un beso.

Rakitic: Bien en líneas generales. Y en partidos como éste en los que hay que jugar con el corazón, su presencia en el césped tranquiliza.

Suso: Asumió el liderazgo en busca del empate pero falló más que acertó.

Ocampos: Un seguro en los penaltis. En lo demás, más fallón que acertado.

En-Nesyri: Se puso de gol en varias ocasiones pero no acertó. Trabajó lo que no está en los escritos, pero a un delantero se le juzga por la puntería y si el Sevilla no hubiera ganado...

CAMBIOS

Dmitrovic: Su aportación a la victoria está al mismo nivel que el gol de Lamela. Un partidazo.

Bryan Gil: Asistió en el 2-1 y corrió hasta para ir al control antidoping.

Acuña: Tiró de oficio y no siempre fue suficiente.

Lamela: Su segundo gol en tres días y éste, además, para firmar una remontada. Al Sevilla le vendría de perlas que recuperara su olfato goleador. Y de paso, que celebre los goles dando saltitos, bailando o como sea salvo quitándose la camiseta, que alguien debería recordarle que acarrea una amonestación. Pero ya son ganas de ponerle pegas al culpable de que el Sevilla tenga tres puntos más.

Óliver: Entonado. Si no jugó de inicio y estaba en plenitud física, tiene difícil explicación .