Aprobados y suspensos del Real Valladolid: Sin perdón
En una actuación digna, los de Álvaro Rubio se quedaron sin poder ni siquiera empatar.
No hay manera, ni cuando juega un poco más y da la cara el Real Valladolid logra ganar o, por lo menos, empatar un partido. El descenso a los infiernos está a la vuelta de la esquina y solo falta que las matemáticas lo confirmen que a este ritmo no tardará demasiado. Algunos jugadores siguen lejos de su posible mejor versión.
ONCE TITULAR (4-2-3-1)
Hein: Apenas tuvo trabajo, pero cuando tuvo que intervenir se mostró dubitativo ya que en la segunda parte no estuvo firme en una jugada con Borja Iglesias en la que no cogió el balón y luego pudo provocar penalti sobre Alfon que el VAR revisó y desestimó.
Candela: Tiene oficio aunque en ataque no aparece demasiado; en defensa se multiplicó y ayudó. Correcto.
Javi Sánchez: Debería ser el líder y estuvo regular, pero cometió el penalti decisivo por ir con los brazos demasiado abiertos.
Comert: Jugador intrascendente, esta vez cumplió sin más, pero con el balón en los pies no transmite seguridad.
Aznou: Muy joven, tiene que ir a más, pero le falta contundencia y cuerpo. Se sumó al ataque intentando ayudar a Moro.
Nikitscher: El hombre invisible. Su trabajo es callado y sucio, pero no brilla en la posesión, aunque da equilibrio al equipo.
Mario Martín: Peleó, pero no tiene mando y es demasiado corretón, va, viene e intenta aparecer, pero no es director y el equipo lo nota. Pudo marcar, pero no acertó en el disparo.
Anuar: Sin influencia en el juego; estuvo derrochando energía, pero no fue significativo.
Grillitsch: Es el mejor ejemplo para llegar a tener una carrera futbolística larga ya que el desgaste es mínimo. Juega andando y el ritmo que mete al partido es lento. Mal.
Moro: No lo encontraron o le buscaron poco, pero cuando entra en juego es el más peligroso; calcó dos jugadas seguidas a línea de fondo y pase de la muerte que no tuvieron finalizador. Desaprovechado por los compañeros.
Sylla: Energía mal gastada. No entró en juego y se peleó con unos centrales que lo anularon siempre.
También jugaron en el equipo de Rubio:
Iván Sánchez: La esperanza es que saliendo desde el banquillo fuera el revulsivo, pero esta vez, no. Intrascendente.
Chuki: Tuvo el gol en una buena jugada de Machis, pero su cabezazo se fue alto porque encogió el cuello con algo de miedo. Lástima de haber marcado para tener más confianza.
Marcos André: No es su año, está claro. Esta vez tuvo dos remates que pudieron ser gol, pero está negado y acabó desesperado.
Machis: Salió con pocos minutos, pero intentó y logró poner un balón de gol. Tiene calidad y no se le ha olvidado jugar, pero tiene que querer aportar.
Arnu: Testimonial, no pudo casi tocar la pelota. Solo jugó el descuento.
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