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RAYO VALLECANO - REAL MADRID

Aprobados y suspensos del Real Madrid en Vallecas: Joselu es una ganga

El ariete hizo su gol número 14 de la temporada y fue la nota positiva de un equipo blanco que fue tuteado, y mucho, por el Rayo. Carvajal fue expulsado.

No fue victoria segura, pero la llegada del entrenador nuevo revitalizó al Rayo. Íñigo Pérez insufló energía a la Franja y tutearon al líder. Un Madrid que arrancó como un cohete, con un contragolpe enjaulado por Joselu, y luego apenas inquietó a Dimitrievski. RDT empató tras penalti cometido por Camavinga y los de Ancelotti completaron un encuentro muy plano y sestearon en un horario poco habitual para los blancos. Eso sí, queda claro que Joselu es, y será, una ganga para el Madrid.

Lunin: el ucranio es el uno de Ancelotti. Ya no hay duda. Y no para de hacer méritos para merecerlo. El Rayo empató desde el punto de penalti y ahí poco (nada) se le puede achacar a un portero. El resto de trabajo lo resolvió con sobriedad y reflejos. Bien colocado repelió varios disparos rivales y desbarató con una intervención al palo corto un chut duro de Álvaro García al borde del descanso.

Lucas Vázquez (75′): comenzó el encuentro muy fino en campo contrario, con mucha presencia. Llegó a encontrar la testa del Joselu, que enjauló el segundo, pero su regate se había marchado por línea de fondo e inhabilitó la jugada. Sin embargo, entre Álvaro, el Pacha y Trejo le encontraron las cosquillas en defensa. El uruguayo le superó claramente en carrera y ahí nació el penalti cometido por Camavinga. Mientras que el extremo conquistó su espalda en varias ocasiones. Mejor como ‘extremo’ que como lateral.

Tchouameni: en la primera parte siguió boicoteándose a sí mismo, con una actuación solvente como central y alguna interceptación de mérito para evitar incendios. Pero a la salida del descanso pecó, y mucho, de exceso de confianza. Perdió un balón ante Álvaro que pudo acabar en 2-1. Eso sí, se rehízo a tiempo para despejar a córner. Y también dejó un mal despeje en el 85′ que pudo costar un disgusto enorme. En salida de balón se nota que es un centrocampista y fue uno más en tareas de construcción. Dos lunares que no se puede permitir, a pesar de completar un encuentro notable.

Nacho: no está teniendo su mejor temporada y necesitaba un encuentro sólido. Como el de Vallecas. Sin estridencias, ni en lo bueno ni en lo malo. Partido cumplidor del capitán. No sufrió en exceso Nacho ante Raúl de Tomás ni tampoco en el tramo final ante Falcao.

Fran García: pocos futbolistas vivían un día tan especial como Fran. En Vallecas, el campo que le catapultó de vuelta al Bernabéu, le esperaron con cariño. El mismo que el manchego profesa a la Franja. Pero todo terminó con el pitido inicial. La sanción a Mendy le abrió la puerta a la titularidad y Fran mostró una versión más similar al francés que a sí mismo de inicio. Sólido en defensa, pero sin demasiado vuelo en fase ofensiva. En el tramo final sí mostró su cara más reconocible, incorporándose con asiduidad y aportando salida por banda a su equipo.

Valverde: mayúsculo y en todas partes. Escolta para Lucas, apoyo para Modric y un rompelíneas para Ancelotti. Brilló a la hora de cortocircuitar la salida de balón rayista y se sintió muy cómodo en la conducción. Así llegó el tanto de Joselu, con el Halcón volando al contragolpe y encontrando al delantero en el área. Antes del descanso sacó a pasear el cañón con una volea que se topó con la madera. En la segunda parte, especialmente con los cambios, pasó a ocupar el doble pivote y su labor fue más oscura y con menos vuelo. Aún así, de los mejores del Madrid.

Camavinga (70′): había comenzado el encuentro sólido, tapando a Trejo y sin permitir que el Rayo hilvanase fútbol por centro, pero no logró recoger a tiempo la mano en un chut del argentino. Estaba dentro del área y el penalti, aunque sin intencionalidad, fue claro. Asumió la incidencia con entereza, fue una roca a la hora de afrontar duelos (ganó 12 de 16) y estuvo clínico con el balón en los pies (acertó 36 de 38). Vio la quinta amarilla y se queda fuera para el Sevilla.

Modric (87′): el croata arrancó algo timorato, sin tener demasiado impacto en el juego del equipo blanco de inicio y perdiendo algún balón poco habitual en Luka, especialmente uno ante Óscar Valentín que terminó en jugada de peligro. Modric creció con el paso de los minutos y trató de poner algo de pausa y sentido al juego del Madrid ante un Rayo que supo desactivar durante gran parte del choque el plan de Ancelotti. Pero sin llegar a, aunque lo intentó, dinamizar y verticalizar el fútbol blanco. No dio un golpe a la mesa.

Brahim (70′): Ancelotti sintió un gran alivio cuando el golpe sufrido por el malagueño ante el Leipzig no fue más que eso, un golpe. Titular por séptima ocasión en las siete ausencias de Bellingham, puso el primer ingrediente al 0-1 con un estupendo pase en profundidad a Valverde. No tuvo tanta presencia ofensiva como en otros duelos y ello le hizo pecar, quizá, de conducir en exceso, pero no escatimó esfuerzos en terreno propio. Aún así aportó desequilibrio cuando pudo pisar el último tercio del campo y estuvo cerca de cocinar el 1-2 con un buen pase filtrado a Joselu.

Joselu: fue titular en Getafe y marcó, por partida doble. Tres partidos después (Atleti, Girona y Leipzig) volvía al once y a los tres minutos, gol. Un contragolpe culminado como un nueve debe hacerlo, con el colmillo necesario para superar a Dimitrievski. Porque Joselu es un nueve de categoría. Después hizo lo propio con un centro medido de Lucas que estaba anulado. Pero allí estuvo el killer nacido en Stuttgart. Por si acaso. Su presencia redibuja la pizarra, añade un referente, también en las jugadas a balón a parado (fue objetivo en los saques de esquina) y permite abrir el campo. Rozó el segundo a la salida de un córner y en un cuerpeo tras buen pase de Brahim. Son ya 14 goles y va camino de los 20 de Morata, el último español que alcanzó la veintena. Su opción de compra de 1,5 millones de euros (a añadir a los 500.000 que costó la cesión) resulta irrisoria con el retorno deportivo la mano. Un fichaje muy barato. Una ganga.

Vinicius: estaba claro que Baillu le buscaría las cosquillas al brasileño. Y el brasileño a Baillu. Saltaron chispas en el amanecer del choque. Así logró Vini cargar al lateral de amarilla, en sus mejores minutos, cuando regaló un par de cabalgadas marca de la casa. Pero se fue apagando el de São Gonçalo, sin encontrar no solo la receta del éxito en el desborde, sino espaciando mucho sus intervenciones. Pasó de puntillas por Vallecas. El Madrid echó en falta su versión más incisiva.

También jugaron

Rodrygo (70′): fue el damnificado por la entrada de Joselu en el once. Activo, pero sin lograr pisar área rival.

Kroos (70′): necesario, no hay otra palabra. Se notó su ausencia y se notó su presencia. Con la confianza por las nubes, obligó a Dimitrievski a volar con una falta directa peligrosísima.

Carvajal (75′): descanso para el leganense, pero Ancelotti buscó su pundonor para los minutos finales. Con un zurdazo desde la frontal buscó el segundo, justo antes ser expulsado por un manotazo. Una amarilla y una roja directa en 20 minutos.

Arda Güler (87′): más rodaje para el turco. Siempre está cerca del peligro y cerca estuvo de cazar un balón en el área pequeña tras un barullo.

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