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REAL MADRID 0 - BARCELONA 4

Aprobados y suspensos del Real Madrid en el Clásico: Noche de Halloween para Mbappé

El francés se topó con la línea adelantada y su falta de puntería hizo el resto. La defensa se deshizo tras el descanso.

Santiago Bernabéu

Con todo cuesta abajo, el Madrid se quedó en fuera de juego. Y cuando llegaron los repechos, se desfondó. Mbappé se peleó con el banderín (¡ocho veces en posición adelantada!) y también consigo mismo de cara a puerta. Su primer Clásico pudo ser fiesta con acierto, pero terminó en noche de Halloween adelantada. Y la defensa pasó de ser sólida a un azucarillo. El primero de Lewandowski dejó KO al Madrid, al tiempo que Topuria hacía lo propio con Holloway...

Lunin: Comenzaba su selectividad. Otra más. Examen tras examen hasta que Courtois se ponga de nuevo los guantes. Y Lunin arrancó sin complejos. No se venció en un mano a mano con Lamine y ganó el conato de batalla. E instantes después endureció las manos en chut lejano, pero con veneno, de Pedri. Hasta que todo se torció. Cuatro veces llegó el Barça con claridad, cuatro goles. Con el pie tuvo menos clarividencia y a punto estuvo de armar algún lío tras el refrigerio.

Lucas Vázquez: No era sencillo. Enfrente, Raphinha. Uno de los jugadores de LaLiga hasta ahora. El de Curtis, ayudado por Bellingham, logró minimizar de inicio al brasileño y regaló un corte providencial cuando el extremo se quedaba solo. Tampoco le tembló el pulso al pisar campo contrario y sirvió varios balones espléndidos. Entre ellos, el del gol anulado de Mbappé. Un palmo le arrebató la asistencia. Sin embargo, cuando el Barça puso cuesta abajo la noche, Lucas sufrió. Como toda la defensa, y su espalda fue por momentos autopista.

Militao: Dos Militaos. Jekyll en la primera parte, Mr. Hyde en la segunda. O viceversa, según a quien pregunten. La exigencia, máxima. Como su respuesta en los primeros 45 minutos. Fresco de piernas, se adelantó a Lewandowski cuando el polaco empalaba a bocajarro. También atinado en la anticipación, evitando que un centro peligroso llegase al punto de penalti, y muy activo en la presión, especialmente a un Lewy que minimizó en el primer tiempo. Pero en un abrir y cerrar de ojos, no llegó a cortar un pase al hueco de Casadó y vio cómo el polaco le ganaba el salto. Resultado, doblete exprés azulgrana. Y en el tercero le faltó velocidad.

Rüdiger: Más Antonio que Rambo. Completó varios pases largos clínicos. En el primero Bellingham se perdió en el control, en el segundo Mbappé se adelantó por poco en el tanto anulado. Pero la tarea con balón del alemán fue impoluta. Más inseguro se mostró en algún duelo y varios despejes donde le faltó contundencia. Y tampoco anticipó a Lewandowski en el segundo del polaco. Cuando el Barça se desató, Rüdiger tampoco se encontró.

Mendy (86′): Lamine le buscó las cosquillas y se las encontró. Algo que no le había resultado sencillo al diamante. “Fue un desafío”, ha llegado a decir dos veces referido a Ferland. En esta ocasión sufrió más el madridista. Especialmente de inicio, cuando tampoco estuvo atinado a la hora de achicar. Pero fue después del descanso cuando salió en la peor foto para un futbolista. Donde el Barça brilló, Ferland rompió el fuera de juego en un pase de Casadó y Lewandowski enjauló. Ahí cambió el partido.

Valverde: Mucho pulmón, poco balón. El esfuerzo no se negocia, pero el Halcón usó menos las alas que las garras. Clave en la presión inicial, pero errático en el desplazamiento. Valverde no lució como acostumbra y tampoco tuvo la oportunidad de sacar el rifle desde la distancia.

Tchouameni (63′): Para Ancelotti es indiscutible y tras su suplencia ante el Dortmund, al campo. La respuesta no fue contundente. Con balón apenas falló dos pases, pero la faltó verticalidad en el envío. Ganó varios duelos, aunque con una sensación de tener su techo lejos. De poder dar más. Fue el primer cambio.

Camavinga (76′): Era la duda. Si Camavinga o Modric. Y no sólo fue Camavinga, sino que el francés estuvo en todas partes. Líder de la asfixiante presión desde el silbatazo. Perfilado a la izquierda, demostró que no sólo es pulmón, también pie. Mucho. Dos fueras de juego milimétricos le robaron de la estadística dos servicios al hueco sensacionales. Y pisó área. Con brío y sin miedo. Omnipresente. Si el Madrid no ganó el Clásico no fue por Camavinga.

Bellingham: Si el Madrid apretó de inicio las tuercas a la salida de balón azulgrana fue, en parte, por el inglés. Pero su rol de interior derecho le restó presencia. Ni en la sala de máquinas ni en tierra hostil. En la propia, fue un respiro para Lucas Vázquez. Ayudas con Raphinha e ímpetu en el duelo. Pero Jude pide área. También confianza en sí mismo. En dos acciones donde un año atrás cantaba bingo, no salió su número. Un gran pase de Rüdiger no consiguió convertirlo en ocasión clara. Y ya en el segundo tiempo falló cuando sólo tenía que empujar. Necesita abrazar el primer gol.

Mbappé: El Barça le dejó en fuera de juego, literalmente. Una, y otra, y otra, y otra vez. Llegó a celebrar uno, tras un gran pase de Lucas, pero unos centímetros se lo arrebataron. Otro en la segunda parte. Fueron los únicos que encontraron la red. Porque esa guerra perenne contra el banderín pareció metérsele en la cabeza a Kylian, que tampoco atinó en lo reglamentario. Hasta tres veces falló ocasiones claras, manos a manos, de las que él debe marcar. La última, con todo perdido sobre la bocina. Su primer Clásico acabó en pesadilla. Del 31 de octubre al 26. Se adelantó Halloween unos días para el francés.

Vinicius: Insistió e insistió. Algo habitual en Vinicius. Y tuvo en su bota el tanto en la primera parte, pero chutó fuera con todo a favor y Mbappé esperando como un islote. En la segunda parte sí le buscó, y le encontró, con un pase delicioso con el exterior, pero Kylian se topó con Peña. Vini tenía piernas y desborde, y se lo hizo notar a Koundé. Pero sin gol no hay paraíso. Y, para más inri, Edén lo encontró el Barça. El lunes se llevará el Balón de Oro, pero hoy no fue el Vinicius dorado.

También jugaron

Modric (63′): Hizo historia al pisar el campo. Jugador más veterano en un Clásico (39 años y 47 días), superando a Dani Alves (38 años y 318 días). Buscó Ancelotti su varita como la luz de la remontada y apenas salió orquestó una ocasión que Mbappé erró.

Brahim (76′): La gran noticia fue su vuelta. Y la confianza de Carletto al darle minutos en su primer partido tras recuperarse. Trató de asociarse y conducir, pero el resultado opacó todo lo demás.

Fran García (86′): Sin tiempo para tener incidencia.

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