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REAL MADRID - REAL SOCIEDAD

Aprobados y suspensos del Real Madrid contra la Real Sociedad: Joselu siempre aparece

Segunda titularidad, segundo gol del ariete, que decidió con un gran cabezazo. Valverde empató con un zapatazo en el primer partido donde Bellingham no mojó.

Pleno. Cinco de cinco... y sin el gol de Bellingham. Kubo agitó el arbol, y de qué manera: cocinó el 0-1 de Barrenetxea, marcó el 0-2 pero la espalda adelantada de Oyarzabal anuló la celebración y dio un recital... hasta que el Madrid se puso el traje de remontar, ese al que nunca le salen arrugas. Valverde encañonó por primera vez esta temporada y Joselu apareció, como siempre. Fran García brilló con doble asistencia en ataque, aunque en defensa soñará con un Take irreverente. Sin Vinicius y sin el tanto de Jude, el Madrid también sabe sobrevivir.

Kepa: No tardó en desenfundar los guantes y ya no los guardó. En el gol realizó una parada soberbia a Barrenetxea, pero a la segunda fue la vencida para el realista. Luego llegaría una obra de arte de Kubo que la espalda adelantada de Oyarzabal anuló y a partir de ahí, un muro. Kepa sacó otro chut raso y envenenado del japonés y poco después, paradón a bocajarro a Mikel Merino. Brillante también en la segunda parte, siempre atento a los conatos realistas.

Carvajal: En un estado de forma estupendo. Era el defensa más próximo a Barrenetxea en el 0-1 y podía haber basculado antes, aunque el tanto fue más acierto que defecto. Ofensivamente fue una escapatoria constante. Puso una doble asistencia tras fallo de Le Normand que Joselu -al larguero- y Rodrygo -tijera desviada- no acertaron a enjaular y poco después rozó el empate con una volea tras estupendo pase al hueco de Bellingham. Un pulmón.

Rüdiger: La Real entró con mucha claridad por el flanco zurdo, el de Kubo, pero también de manera contundente por la zona central. El alemán, aunque no salió en ninguna foto, no impuso su ley a ras del suelo. Otra historia en los duelos aéreos, donde estuvo imperial y contundente. También aporta un peligro palpable en el área contraria en jugadas a balón parado.

Alaba: Sorprendió su pujanza ofensiva, con alguna aparición en área contraria marca de la casa. También brilló en la distribución, con varios envíos en largo necesarios para salir de la presión de los de Imanol. Defensivamente sufrió a la hora de ayudar a Fran García, desbordado, con Kubo. El japonés, especialmente en la primera parte, fue un puñal y campó a sus anchas en territorio blanco.

Fran García (74′): Cal y arena. En ataque, insistente y percutor. En la primera parte colgó un par de centros peligrosísimos y en la segunda, en una de sus subidas, firmó la anecdótica asistencia prezapatazo de Valverde. Menos anecdótica la segunda, que teledirigió con el interior un caramelo al que Joselu quitó el envoltorio. El problema llegó en campo propio. Soñará con Take, que le buscó siempre la salida hacia dentro y la encontró las costuras. Por ahí llegó el 0-1, el tanto anulado o un servicio delicado que Merino casi convierte en 0-2 si no media Kepa. En la segunda parte, el nipón le sacó la amarilla en otro cara a cara.

Valverde (87′): Y Fede sacó su fusil. Y lo hizo cuando más lo necesitaba el Madrid, con la Real en ventaja. Con el interior, con una potencia impropia de esa superficie de golpe, el Halcón sacó las garras por primera vez en la temporada. Un partido en el que desempeñó labores de ‘falso extremo derecho’ en muchos momentos. Le sienta bien la demarcación, pues ahí desplegó definitivamente las alas. Pudo marcar el tercero en el tramo final llegando desde atrás. Cuando jugó más en sala de máquinas lideró la presión y las intangibles, algo que le convierten en innegociable para Carletto. Si a ello le suma el cañón...

Tchouameni (62′): Encuentro tibio deTchouameni, a pesar de su parón vitamínico (con Francia estuvo excelso). El centro del campo de la Real Sociedad se impuso en tramos de la primera parte y Aurélien no pudo cortocircuitar a los de Imanol. Estuvo muy preciso con el balón (35/36, un 97% en el pase), pero, exceptuando un buen centro lateral, poco incisivo. En este inicio de curso se le ha visto más cómodo con Camavinga como asistente en la intendencia.

Kroos: El alemán no encontró su tempo en la primera parte, en un duelo de ida y vuelta poco acorde a sus aptitudes. Defensivamente se esforzó, pero su naturaleza no es la de un perro de presa. Eso sí, cuando el duelo comenzó a ponerse cuesta abajo se le vio más cómodo. A punto estuvo de marcar de falta directa.

Bellingham: Y a la quinta, no mojó. Y casi lo hace sobre la bocina, después de una maravilla de Brahim, pero los reflejos de Remiro alzaron una muralla. Aún así, Jude completó un partido completo, fue un martillo en la presión (ganó siete duelos) y, en ausencia de Vinicius, el objetivo principal de la Real (le hicieron cuatro faltas). Destiló clase en un par de jugadas, como en un zigzag que acabó en la falta en la frontal que Kroos casi enjaula. ¿Su problema? Su propio rendimiento.

Joselu (62′): Llevará el ‘14′, pero es el ‘nueve’. Si no por dorsal, sí por espíritu. Segunda titularidad con el Madrid, segundo gol. El equipo utiliza más el centro cuando Joselu está en el campo y el ariete cada vez se encuentra más cómodo. No fue a la primera -al larguero un tanto que debería haber celebrado-, ni a la segunda -chut duro pero centrado-, pero sí a la tercera. Un cabezazo de killer colocó el 2-1 poco antes de marcharse al banquillo. Cuatro partidos en el Bernabéu, cuatro goles (como canterano mojó ante Almería y Ponferradina), un idilio de momento irrompible. Siempre aparece.

Rodrygo (87′): Sobre el papel, delantero, sobre el césped, extremo izquierdo. Ahí brilló con Brasil, donde dio un paso al frente sin Vinicius, pero no pudo replicar con el Madrid. Estuvo voluntarioso y, cuando el equipo se atascó, bajó a recibir para desahogar. No obstante, no rompió al cántaro. Pudo hacerlo con una tijera en la que se precipitó -Bellingham estaba mejor posicionado- y tampoco con un zurdazo que, de haber mostrado mayor pausa, quizá hubiera cantado bingo.

También jugaron

Modric (62′): Entró con el 2-1, el partido pedía control y Luka lo sabía. No falló un solo pase (13/13), pero la realidad es que suma un nuevo encuentro más partiendo desde el banquillo...

Camavinga (62′): Tchouameni le echó en falta en la primera parte. No pudo aprovechar su exuberancia física pues no llegó a romperse el encuentro.

Nacho (74′): El capitán entró para parar a Kubo y el japonés apenas tuvo incidencia en ese tramo final.

Lucas Vázquez (87′): Jugó los minutos finales en el centro del campo.

Brahim (87′): Como siempre, aprovechó la oportunidad. Realizó una jugada excelente que dejó a Bellingham franco para el 3-1. Pide minutos.