Aprobados y suspensos del Real Madrid contra el Almería: Bellingham, ha nacido una estrella
El británico volvió a exhibir calidad y olfato goleador: dos partidos, tres goles. Buena actuación de Lunin, que respondió con nota a la insistencia del equipo andaluz en la primera mitad.
Varias buenas noticias deja la remontada en el Power Horse Stadium para el Madrid. Los de Ancelotti supieron reponerse tras empezar perdiendo con un gol de un ex, Arribas, en el minuto 3, gracias al olfato goleador de Bellingham y a las buenas intervenciones de Lunin. El británico volvió a anotar, y lo hizo además por partida doble, en una nueva exhibición de talento y madurez. Tchouaméni continúa en la buena línea que ha dibujado desde comienzos de verano y Vinicius se estrenó como goleador. La nota negativa: la fragilidad que evidenció el equipo en la primer parte y en momentos de la segunda.
Lunin: En la que podía ser su última bala (Kepa llegó esta semana y podría debutar ante el Celta), dejó buenas intervenciones. Tuvo trabajo en el primer tiempo ante el ímpetu ofensivo almeriense y supo responder. Poco pudo hacer en el gol de Arribas. El ex madridista remató sólo y con toda la portería por delante. Pasado el ecuador de la primera parte, dejó una gran mano ante un ‘malintencionado’ disparo de Baba desde la frontal, y aunque le costó atajar un tiro aún más lejano de Robertone minutos después, protagonizó otras dos paradas de mérito antes del descanso. Rechazó con ambas manos dos potentes disparos desde el interior del área. Más que notable actuación del ucraniano.
Carvajal: La banda derecha, al completo, es suya. El nuevo sistema, sin un extremo por delante, le permite asomarse más en ataque y potencia sus expediciones ofensivas. Fue un auténtico correcaminos. Tanto en ataque como en defensa, estuvo omnipresente. Su mácula, una falta a Akieme que impidió que el gol de Kroos subiese al marcador.
Rüdiger: Imponente en el ‘uno contra uno’. Su sola presencia infunde inquietud. No era tarea fácil, dada la velocidad de Luis Suárez y Ramazani, y estuvo rápido al corte y oportuno poniendo fin alguna que otra salida impetuosa de los almerienses.
Alaba: De los dos centrales, fue el encargado de sacar el balón, pero contó continuamente con las ayudas de Tchouaméni y Kroos. Defensivamente, estuvo sólido, correcto, pero algo tibio cuando le tocó medirse con Koné en la segunda mitad.
Fran García: Se encontraba en banda derecha cuando llegó el gol del Almería, por lo que no se le puede acusar de que le ganaran la espalda. Sin embargo, su banda estuvo demasiado transitada por jugadores almerienses, que encontraron por la izquierda más de un resquicio. No paró de subir la banda en la primera mitad y dejó más de un centro al área con peligro en esas internadas, pero no estuvo del todo acertado en otras. Con todo, no escatimó en esfuerzos, como de costumbre, y dejó alguna anticipación que puso de manifiesto su gran concentración.
Valverde: Es otro. En este inicio de temporada ha recuperado su tono físico y ya no hay ni rastro de la fascitis plantar que le lastró en el último tramo de la 2022-23. Trabajador, como de costumbre, prestó mucha atención a las coberturas, pero ni siquiera su ayuda en el costado derecho fue suficiente para impedir el primer gol del Almería. No pudo taponar el centro de Ramazani desde la izquierda y Arribas no perdonó. En ataque, intentó agitar el avispero en más de una ocasión, tanto a través de filtraciones como de disparos lejanos.
Tchouaméni: Buen partido, en términos generales, del francés. Estuvo correcto en la salida de balón, pero no tuvo ocasión de mostrarse en defensa como en otras ocasiones durante la primera parte. Probó suerte con el disparo en más de una ocasión y fue ganando peso con el trascurso de los minutos.
Kroos: En su vuelta al once, aportó la fiabilidad y el buen pie al que acostumbra. El mejor ejemplo de esto último es su asistencia a Bellingham para el 1-2. Centro milimétrico y con el tacto necesario para que el de Stourbridge (Inglaterra) embocase el balón a la red. Ayudó a Alaba y a Rüdiger en la salida de balón bajando hasta la altura del austriaco con frecuencia, pero sufrió cuando al Almería le daba por salir en tromba por su costado. Le dio la vuelta al partido con su característico ‘pasa a la red’ (con el interior e imprimiendo efecto al esférico), pero el VAR acabó anulando el gol por un pisotón de Carvajal a Akieme.
Bellingham: Tiene duende. En sus dos primeros partidos, tres goles. Empató el encuentro tras una carambola en el área, siempre oportuno. Desde el inicio se mostró activo y trató de incrustarse entre líneas para sorprender llegando desde atrás. Avisó de cabeza antes del 10′ y no perdonó, primero, en el 19′ y después, en el 60′. El primero lo anotó tras aprovechar, con olfato, una jugada algo trabada en el área. El segundo nació de los pies de Kroos, que con un centro preciso al corazón del área, encontró al británico en una de sus internadas hacia ese espacio del 9. Dejó, además, detalles de calidad marca de la casa.
Rodrygo: No necesita mucho para crear peligro. En el 26′, aprovechó un buen balón en carrera de Valverde para sacarse un disparo cruzado desde el perfil diestro que no fue gol por centímetros. Cuando tuvo ocasión, aportó vértigo por su zona y exhibió su velocidad. Trató de asociarse siempre que pudo en busca de penetraciones.
Vinicius: Inauguró su cuenta goleadora esta temporada para poner tierra de por medio en el marcador. Tras recibir de Bellingham, la pisó, se orientó y se la picó a Maximiano, que estaba algo adelantado. El balón se acabó introduciendo en la portería tras golpear en un defensor. Al comienzo del partido, fue un dolor de muelas para la defensa del Almería. El Madrid se agarró a su potencia y desborde para remontar. Le buscaron, con frecuencia, al espacio. También supo oxigenar al equipo de espaldas, cuando la salida de balón se oscurecía en los primeros 20 minutos de partido. En los segundos 25′ del primer tiempo desapareció por momentos, no encontró su sitio. Algo que cambió en la segunda parte. Recuperó feeling y se divirtió, como hace siempre, buscando resquicios. Se marchó sustituido en el 90′ visiblemente satisfecho.
Segunda parte
Camavinga: Fue noticia en el día de ayer por una sobrecarga que le impidió formar parte del entrenamiento del viernes y Ancelotti le reservó. Le sacó en el 71′ y apareció con un vendaje aparatoso por encima de su rodilla izquierda. No participó en demasía.
Modric: En la casi media hora de la que dispuso (19′ de tiempo ordinario más 9′ de añadido) le dio tiempo de sobra a evidenciar que su suplencia en los dos primeros partidos del campeonato no le ha pasado factura. Sigue a lo suyo y dejó varios detalles de calidad ‘made in’ Luka. Entre ellos, un gran pase a Carvajal en el 89′ que pudo significar el cuarto.
Joselu: Entró en el 81′, aún con nueve minutos por delante (más los nueve de añadido), pero no dispuso de ocasiones. Con el Madrid temporizando, cuando tocó balón fue a la contra y para hacer de conductor, en lugar de rematador. Filtró un buen pase a Lucas al que el gallego no llegó por poco.
Brahim: Hizo lo que tiene que hacer si quiere disponer de minutos. Salir y ‘romperla’ en el rato que le dé Ancelotti. El italiano le sacó en el 90′ y le bastó el descuento para realizar una jugada de puro desequilibrio a la que no le pudo poner el broche por exceso de generosidad. Optó por el pase en lugar de por el tiro y su envío se quedó en tierra de nadie.
Lucas: Desequilibró por banda derecha en los nueve minutos que le dio Ancelotti. Buenos minutos del gallego.