Aprobados y suspensos del Pucela: Rotundos, pero, por Badia, no tanto

El Real Valladolid sumó su tercer triunfo seguido como local en una buena actuación, en la que solo Edgar Badia evitó una goleada. Aunque quizás sin el preciosismo de otras veces, el conjunto blanquivioleta se hizo acreedor de los tres puntos, que elevan su cuenta a 17.

Masip: No tuvo apenas trabajo. En el gol no pudo hacer nada; Josan sorprendió al romper dentro del área y disparar duro. En el resto del choque, apenas debió aparecer, teniendo que hacer únicamente una parada.

Lucas Rosa: No se vio demasiado exigido en defensa, aunque Tete Morente frecuentó su costado y Carlos Clerc quiso asomar a veces. Buscó asociarse con Plata y, en una de estas, llegó a posiciones de remate en el segundo tiempo. Pasó el primer examen con línea de cuatro.

Joaquín: Da la sensación de ir a más. Solidificó la zona central con su pareja más natural, Javi Sánchez, cuyo buen nivel volvió a acompañar. Cuajó un buen nivel con balón, y, además, se atrevió a sumarse a posiciones ofensivas en alguna que otra ocasión, participando en acciones elaboradas.

Javi Sánchez: Ejerció como corrector a buen nivel ante los movimientos continuos a su alrededor en un primer periodo inmaculado. Encontró el premio con el gol en una segunda acción a balón parado. Se retiró con molestias en un tobillo después de otra actuación de guante blanco.

Escudero: Dio el susto en la primera mitad con un giro de rodilla en el sector derecho del campo del que dio la sensación de reponerse con varias galopadas. No fue así, y fue sustituido al descanso, después de ganar varios duelos y de asomar con poco acierto en los centros en campo rival.

Roque Mesa: Llegó bien desde segunda línea para hacer el 2-0 a los 53 segundos del segundo periodo, una acción que más tarde trató de repetir. Claro dominador de la zona ancha, guardó las espaldas cuando Aguado se descolgó. Lo hizo, además, con especial acierto en el pase.

Aguado: Tuvo menos espacio del que querría para conducir y correr que en otros días, pero participó del dominio general del Pucela. Cada vez que puede ser vertical y romper líneas, bien con balón o mediante su circulación, genera vértigo. Prueba de ello fueron los tres pases clave que dio.

Iván Sánchez: El equipo buscó a menudo la salida por su costado, pero no siempre fue acertada en los primeros minutos. Sigue manteniendo el duende a la hora de guardarse el balón y de regatear, aunque todavía no ha encontrado una versión incidente. Participó, no obstante, en algunos de los buenos momentos generales.

Plata: Tuvo un pequeño tramo irregular en el primer tiempo, pero dio `prácticamente una exhibición: rozó el gol en el primer minuto, asistió en dos ocasiones, puso a prueba a Edgar Badia en otras dos situaciones amenazadoras, generó más peligro para sus compañeros...

Óscar Plano: Rehusó ocupar la banda y apareció por dentro buscando filtrar pases a la espalda de la última línea. Lo intentó hasta en tres ocasiones en el primer periodo, en el que Badiía evitó un cabezazo suyo se convirtiera en gol. Robó el balón en la acción del 2-0.

Sergio León: Rozó el gol antes del descanso con un duro disparo, otro más, que evitó Edgar Badia. Cayó a la banda izquierda más de una vez, antes y después, intentando participar y dar amplitud al equipo. No participó en demasía y acabó dejando su lugar a Weissman.

También jugaron en el conjunto de Pacheta:

Olaza: No llega a achicar en el pase previo al remate de Josan, aunque tampoco computa como error por lo bien que lo hizo el Elche en esa acción. Timorato en ataque, no pisó la cal en sus incorporaciones. Estuvo solvente en labores defensivas cuando los inicitanos cargaron por ahí.

El Yamiq: Suplió a Javi Sánchez, con molestias, y lo hizo a un buen nivel, con precisión con el balón en los pies y dando rienda suelta a su rutilante físico cuando tocaba.

Kike Pérez: Le metió intensidad al centro del campo, pero no prisa, cortó algún que otro intento de avance ilicitano y, a la vez, templó con balón cuando entendió que era necesario.

Weissman: Tuvo la sentencia en una jugada rápida en la que el Pucela sorprendió sacando rápido a balón parado. Badia le dijo que no a él también.

Monchu: Aportó piernas frescas en el tramo final. Cumplidor, volvió a intentar sorprender al guardameta rival con un saque de esquina directo.