BARCELONA 4 - REAL VALLADOLID 0
Aprobados y suspensos del Pucela: Pequeños en el Camp Nou
El Real Valladolid peca de respetuoso y cae goleado ante un Barcelona muy superior.
Completamente sometido en el primer tiempo, en el que se encontró con un muy buen Barcelona, que tras pérdida ahogó cualquier plan de un Real Valladolid empequeñecido y demasiado respetuoso. Con el avance de los minutos, bien porque los culés lo permitieron o por el propio ímpetu, los blanquivioletas dieron un paso adelante, insuficiente.
Masip: Poco o nada pudo hacer en los tres goles, aunque sí evitó la primera intentona de Ansu Fati. Evitó con una buena mano el hat-trick de Lewandowski, aunque Sergi Roberto pudo hacer la puntilla tras el rechazo del larguero.
Luis Pérez: El más consistente de la línea defensiva, aunque también sufrió con los extremos; no en vano, fue el único jugador de la zaga que acabó el choque sin ser regateado. No pudo asomar mucho en campo rival.
Joaquín: Le gana la marca Lewandowski en el 1-0. Se llevó un golpetazo con Javi Sánchez en una falta de entendimiento. El polaco remata de espuela en el tercero delante de él. Como sus compañeros, no llegó a las ayudas y no afinó en las marcas.
Javi Sánchez: Nervioso y con poca capacidad para jugar el balón. Sufrió mucho a las espaldas, hacia donde se lanzaban los centrocampistas del Barça o, como en el tercer gol, el propio Lewandowski. Estuvo en la tónica del resto del equipo.
Escudero: Atropellado por Raphinha y por Dembélé. Le costó leer y parar las conducciones hacia adentro de ambos, hasta el punto de que los cuatro goles llegaron por su costado. Tampoco estuvo bien con balón ni en los duelos.
Monchu: Cometió varias pérdidas en zonas de riesgo en el primer tiempo. Demasiado desasistido en fase de inicio, no encontró líneas de pase. Arriesgó en demasía y vio una cartulina amarilla. Dejó su sitio al descanso, cuando Pacheta cambió el dibujo.
Aguado: Afanado en defensa, como acostumbra, sobre todo en el sector izquierdo, en el que Escudero no afinó a cerrar. No se ofreció mucho en salida, o no pudo encontrarle el equipo. Al descanso dejó su lugar después de dar únicamente diez pases.
Kike Pérez: Cuando al equipo le costaba salir jugando, fue al mediocentro al que menos se le vio, oculto tras el trío catalán. No se mostró demasiado solvente con el cuero y cometió unas cuantas pérdidas. El efecto que ejerció su entrada ante el Villarreal se ha ido difuminando.
Iván Sánchez: No llegó a ser el desahogo debido. Entró poco en contacto con el esférico y nunca en zonas de incidencia. Obligado a ver a Ter Stegen de lejos, no le dieron un respiro para conducir. Completó dos de los tres regates que intentó.
Anuar: El primero que amagó con salir, aunque le ganó la partida Dembélé en el repliegue. No llegó a las suficientes ayudas del costado. Eric García le arrebató lo que pudo ser el 2-1. Robó un balón a Busquets que casi le permite encontrar el gol.
Sergi Guardiola: Así como contra el Sevilla resultó ser autosuficiente y generó dos ocasiones, en esta ocasión no lo fue; fue un islote solitario y apenas la tocó, nunca en franquía. Trató de sorprender con un disparo muy lejano.
También jugaron en el conjunto de Pacheta:
Roque Mesa: Entró para dotar al equipo de la personalidad con balón que le faltó en el primer tiempo. Habilitó bien a Anuar para su ocasión.
Óscar Plano: Jules Koundé, bajo palos, le quitó un gol. Dotó de profundidad al equipo, acompañando a Sergio León. Le dio más presencia al ataque.
Toni Villa: Lo intentó en alguna conducción de las suyas, tirando hacia adentro, que sirvieron para pisar campo rival.
Sergio León: Tuvo una gran ocasión que repelió Ter Stegen abajo. Se afanó en lanzar desmarques, pero no le encontraron.
Arroyo: Su primera acción en el último tercio fue un autopase que le adentró en el área. La segunda, un intento de pase picadito. Valiente, osado, en su debut.