Aprobados y suspensos del Pucela: Ortiz Arias y un manojo de nervios

Si uno vuelve a ver la jugada que tiró por tierra el trabajo del Real Valladolid ante el Sevilla, inevitablemente piensa en qué suerte tienen los deportes con ‘instant replay’ y cuyo tiempo es cerrado, pues en la ACB, la Euroliga o la NBA, nunca jamás el gol de Sergio Escudero habría sido considerado fuera de tiempo. Fuera, pero del partido, sacaron a los blanquivioletas dos graves errores de Ortiz Arias, el del tanto, pero lo que debió ser una roja a Badé. Fue lo primero, sobre todo, lo que convirtió al Pucela en un manojo de nervios que, cuando quiso serenarse, ya perdía, y cuando quiso empatar, cedió terreno para que su rival sentenciara.

Masip: Buena parada en reacción a una pelota parada que remató Lamela. Cerca del descanso, desbarató un disparo de Rafa Mir en una transición. Recibió otros tres disparos y los tres acabaron en gol.

Lucas Rosa: En línea de cuatro no acaba de encontrar su sitio, aunque con balón no estuvo del todo mal. En la segunda mitad, el Sevilla creó bastante peligro, aunque, por ejemplo, el 0-2 le pilla saliendo y con menos culpa que Iván Sánchez, que es quien pierde el balón.

Javi Sánchez: Puso a prueba a Dmitrovic después de un buen recorte en la frontal del área. No acaba de ser el que fue en algunos tramos de la temporada, aunque tampoco se puede decir que cometiera demasiados errores de bulto.

Torres: Rozó el gol en un testarazo en un saque de esquina en la primera mitad, en la que estuvo sólido ante Rafa Mir, más grande que él. Cometió algunas pérdidas, fruto de la incomodidad que provocaba el Sevilla presionando alto.

Escudero: Badé evitó en dos ocasiones en una misma acción su gol cerca del descanso. Marcó en el tiempo complementario, pero el colegiado prefirió acabar antes de que lo hiciera la jugada prometedora. Volvió a encontrarse con la madera en el 90′.

Hongla: Avanzó su posición respecto a lo que venía siendo habitual. Propició una contra con un error en salida de balón y tuvo otro par de errores graves, cometiendo pérdidas impropias de él en lo visto hasta ahora. No obstante, fue quien más balones recuperó.

Monchu: Vio bien la carrera de Escudero, al que habilitó para buscar el tanto, en la primera jugada clara que tuvo el de Santovenia. Sorprendió asomando en el área dos veces para rematar de cabeza. Por momentos el equipo echó de menos más poso suyo.

Kike Pérez: Acelerado e impreciso con balón en los primeros compases, en lo que la moneda empezó a caerle de cruz. Como quiera que repitió esfuerzos, por una mera cuestión de probabilidad fue mejorando, aunque no acabó de brillar.

Plata: El ‘rosco’ en el marcador blanquivioleta oscurece su gran actuación: completó cuatro remates, creó cuatro ocasiones, fue quien más centros intentó y quien más pases completó en el último tercio, quien más regateó...

Kenedy: Voluntad tiene, o al menos la mostró esta vez. Físico, no mucho; bien pronto se vio desfogado y, como quiera que le falta su puntito de potencia para incidir, no logró hacerlo y acabó poniendo al estadio nervioso.

Larin: Rekik rebañó un balón en transición que pudo convertirse en una clara ocasión. Como se levantó, el árbitro no quiso castigar un placaje de Badé cuando era el último hombre (otra tropelía como la del gol). ‘Perrea’ más que Daddy Yankee y es un incordio para los centrales.

También jugaron en el conjunto de Pezzolano:

Iván Sánchez: Cometió la pérdida grave que se convirtió a la postre, VAR mediante, en el 0-2.

Óscar Plano: Intrascendente. Entró poco en juego y tampoco lo hizo bien.

Sergio León: Con él el equipo volvió a jugar con dos puntas. No sirvió de nada.

Roque Mesa: Acertado en los pases que intentó, aunque no es mucho decir.

Tunde: Por ganas no fue... pero salió con 0-3 ya.