Aprobados y suspensos del Pucela: En pie, aunque penalizados
El Real Valladolid cayó en el Benito Villamarín sin merecerlo, en una buena actuación que acabó, no obstante, en derrota por errores propios.
El Real Valladolid murió en el área del Betis, a orillas de un punto que seguramente mereció, después de levantarse de dos reveses sufridos, en honor a la verdad, por sendos errores propios en la primera mitad. El conjunto blanquivioleta se levantó de ambos a través de la verticalidad y valentía de días anteriores, que no hallaron en esta ocasión el tributo del punto.
Masip: Porfió demasiado en una situación de presión que acabó en el palo por la amenaza de Canales. Evitó un tiro abajo fuerte de Fekir. Hizo lo propio con otro remate de Luiz Henrique nada más empezar la segunda parte. Estuvo a un buen nivel hasta que Juanmi le lesionó.
Luis Pérez: No estuvo nada bien en los centros, ya que apenas encontró rematador a uno de los nueve que intentó, un tanto incómodo y desacertado en esta faceta. Aunque con alguna indeterminación, solventó el partido ganando diez duelos de los once que intentó.
Hongla: Templado en exceso en la persecución a Juanmi en la acción del 1-0. Cometió el penalti sobre Ayoze, quien creó muchos problemas con su movilidad... y pudo llevarse el balón con la mano. Aguantó bien una galopada de Fekir, que acabó regateándole y disparando.
Javi Sánchez: La capacidad del ataque del Betis de no referenciar le provocó algún mal trago, posiblemente, mayor por la actuación más floja de su compañero en la zaga. Aunque algo apurado, estuvo mejor que Hongla con balón. Vio una amarilla y fue sustituido al descanso.
Olaza: Bastante discreto, con una menor aportación si cabe que la de otros días en el último tercio de campo. Atrás no estuvo nada bien; fue regateado en cuatro ocasiones y perdió bastantes disputas. Estuvo a punto de regalar el tercer gol, con una pérdida dentro del área entre dos rivales.
Monchu: Desubicado en la jugada del tanto de Juanmi, que rompe en el que debía ser su lugar natural. Tardó en coger la manija, pero, cuando lo hizo, el equipo mejoró. Disparó a la madera una falta directa. Rozó de nuevo el gol en otro disparo exterior, en el 86′.
Kike Pérez: El Real Valladolid pidió falta en el robo que acaba con el 1-0, en una acción en la que Guido Rodríguez está más fuerte que él. Recogió la recuperación de Larin para habilitarle en la carrera en el empate. Como el resto del equipo, se fue entonando, aunque cometió alguna imprecisión.
Plata: Pudo provocar la segunda amarilla de Abner, a quien se la perdonaron en el primer tiempo. No acabaron de salirle las cosas; consiguió solo completar uno de los cinco regates que intentó. Miranda le secó mejor que el brasileño. Disputó algunos tramos en la banda contraria a la habitual.
Óscar Plano: Habilitó a Larin con un buen balón que el canadiense no pudo embocar en su única intervención de mérito en campo rival. Lo cierto es que no se encontró cómodo ni encontró los espacios para aparecer en zonas decisivas como otros días.
Machís: Más apagado que en citas anteriores, seguramente, mermado por los problemas que desveló Pacheta que arrastraba en el sóleo. Además, se llevó un duro golpe de Sabaly en el cuello. Se le echó de menos, antes y después de ser sustituido.
Larin: Erró en el remate en un centro de Plano que era un caramelo. Robó y galopó con fe en busca del tanto del empate, en el que definió bien. Lo peleó todo y ganó nueve duelos en la primera mitad. En la segunda se le notó más cansado, pero siguió referenciando y dando sensación de incomodidad a los centrales.
También jugaron en el conjunto de Pacheta:
El Yamiq: Quizás decir que le dio más tranquilidad al equipo atrás sea excesivo, porque el Betis, cuando tenía opción de hilvanar en el terreno del Pucela, generaba mucha inquietud, pero al menos solidificó esta parcela con una mayor contundencia que la de los primeros 45 minutos.
Aguado: Entró con las revoluciones altas que el partido requería y se encontró con un partido muy para él, de espacios y movilidad. Falló pocos pases e insistió en buscarlos en campo rival, aunque dio la sensación en ocasiones de necesitar, precisamente, lo contrario a lo que dio, un poso mayor en alguna acción.
Iván Sánchez: Buscó el dentro-fuera continuamente y a pocos toques, pero la limpieza de las jugadas a su alrededor no le devolvió balones en condiciones como para llegar a amenazar realmente la portería rival. Intentó dos disparos, pero ninguno de los dos fue acertado.
Aceves: No le pesó el escenario; realizó dos paradas buenas abajo, una de ellas, en dos tiempos ante un disparo apurado. Con personalidad para dar ritmo al equipo en salida de balón. Subió a rematar un saque de esquina con el tiempo casi acabado.
Sergio León: Bregó, como suele hacer, pero no encontró opciones de disparo.