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Mallorca

Aprobados y suspensos del Mallorca: victoria de prestigio con sufrimiento

Un solitario gol de Nacho en propia puerta y un penalty parado por Rajkovic otorgan tres puntos de lujo

Alineación mallorquinista ante el Real Madrid en Son Moix.
@RCDMallorca

Rajkovic:

Recientemente sus números en la primera vuelta le emparejaban con dos leyendas mallorquinistas, Roa y Zaki Badou, con eso está todo dicho. Ante los blancos ha aportado jerarquía, solvencia y un penalty parado. De diez.

Maffeo:

Le tocó lidiar con el rival más complicado, Vinicius, y entre batalla y batalla individual se marcó un gran partido colectivo en defensa y volvió a desdoblarse en ataque como tenía acostumbrada a la parroquia bermellona. Ha vuelto el mejor Maffeo.

Gio González:

Nadie contaba con su presencia pero la baja de última hora del eslovaco Martin Valjent pro un proceso febril, le dio la titularidad como central improvisado y cumplió con nota siendo el segundo obstáculo si Vinicius superaba por dentro a Maffeo.

Raíllo:

Imperial. El central se echó el equipo a la espalda y con sus dotes de mando como capitán y su concentración sostuvo al equipo atrás. Tuvo tiempo hasta de sus cosillas con Vinicius, sin ir más allá.

Nastasic:

El serbio entró en el once por el sancionado Copete y no se notó diferencia alguna. Bien por alto y en la anticipación cumplió con su faena en la tripleta d ecentrales que con Aguirre juegan de memoria sea quien sea el titular.

Jaume Costa:

Se prodiga menos en ataque y guarda la posición en el lateral zurdo. Participa menos en su cometido de carrilero.

Baba:

Su regreso al once tenía todo el criterio del mundo. Centrocampista de corte defensivo, su participación era vital para la línea de contención bermellona ante la creatividad del centro del campo madridista. Se acercó a su mejor nivel.

Galarreta:

Más trabajador que creativo por dos motivos, por la presencia de jugadores de toque en el Madrid a los que había que privar de su creatividad y porque el vasco ha bajado un punto en sus características de organización. Bien junto a Baba en el doble pivote.

Dani Rodríguez:

No está tan hábil en el uno contra uno cuando intenta desbordar pero suple esa carencia con el arranque de las jugadas y con su continua participación en el juego. Siempre busca y comparte posibilidades ofensivas. Suyo fue el pase que acabó en el gol mallorquinista.

Kang-in Lee:

Parece mentira que quisiera marcharse. Lo da todo en el campo y se fue del mismo exhausto. Corrió en banda, trabajó en medio, dio pases al espacio y trató de buscar portería. Es un trabajador con calidad individual.

Muriqi:

El kosovar ha vuelto. No se había ido pero no parecía él. Su no-gol adjudicado a Nacho en propia portería le da alas porque ha vuelto a verse capaz después de una serie departidos en los que parecía desaparecido. Volvió a dominar el juego aéreo y a ser el jugador determinante de los baleares.

También jugaron:

Battaglia:

En un cuarto de hora su función no era otra que nutrir la frontal del área local de efectivos para detener la avalancha final de los blancos. Misión cumplida.

Antonio Sánchez:

Con el surcoreano fundido, Antonio salió para intentar tener el balón y salir al espacio si se producía algún error en el centro del campo blanco.

Grenier:

Superado el minuto noventa su presencia fue testimonial, perder tiempo era el objetivo y el francés entró por Galarreta.

Amath:

La misión del senegalés era agitar el ataque mallorquinista con velocidad y con espacios intentar sentenciar el partido. No tuvo oportunidad de ello.