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LAS PALMAS-GRANADA

Aprobados y suspensos del Granada: Los cambios descompusieron al equipo

El Granada cayó en el 92′ a pesar de tener un hombre más en el campo. Las salidas de Torrente, Gumbau, Melendo y Neva desordenaron a los nazaríes

El delantero de Las Palmas Munir El Haddadi lucha con el argentino Lucas Boyé.
Quique CurbeloEFE

André Ferreira: Partido discreto. No tuvo que hacer paradas prácticamente en todo el partido (dos para ser exactos). No estuvo del todo seguro con los pies, con algún error, pero tuvo alguna salida de mérito y sacó una importante a Cardona. Nada pudo hacer en el golazo de Kyrian.

Ricard: El catalán no para ni un momento, es el que más kilómetros hace y siempre está para apoyar a sus compañeros. Se incorpora bien al ataque y tiene movimientos muy buenos, sin embargo no consigue poner un centro que encuentre algún rematador. Luces y sombras.

Ignasi Miquel: Fue el jefe de la defensa y, durante los 74 minutos que estuvo con Torrente se le vio seguro. Sin embargo, tras el cambio del murciano sufrió más y se vio más endeble a la defensa nazarí. Tuvo más de una acción de mérito al corte, no dejó a Munir respirar y supo dirigir a la defensa para buscar los fuera de juego.

Torrente: Salió de inicio después de lesionarse en marzo del año pasado y tras una rotura de ligamentos. Sólo había jugado 20 minutos ante el Girona y Paco decidió apostar por él. Y lo hizo bien. Seguro al corte, rápido y contundente, aunque a veces pecó de falta de experiencia en alguna falta innecesaria. Se fue en el 74′ con buenas sensaciones. Si sigue esta progresión será indiscutible.

Neva: Como siempre, no paró de subir y bajar por su banda. Al gaditano parece que nunca le falta gasolina. Le tocó medirse con Pejiño y supo pararlo bien. Tuvo sus más y sus menos con Araújo. Es capaz de incorporarse miy bien al taque, sin embargo, le falta precisión en el pase y el centro en los metros finales. Seguro en defensa, que era uno de los debes. Se fue en el 74′.

Melendo: Empezó en derecha, donde tiene menos trabajo defensivo. Sin embargo, no fue su mejor partido. Cierto que cuando coge el balón es capaz de sobre pasar líneas, aguantarlo y buscar la mejor opción. Sin embargo, perdió bastantes balones y le faltó más protagonismo siempre que el balón era nazarí. No termina de ser el jugador diferencial que se espera. Se retiró en el 74′.

Gumbau: Es fundamental en el mediocentro. Trabaja, roba, ordena, ayuda atrás y dirige arriba. Vio la amarilla en el minuto 7, lo que le obligó a ir con más cuidado en defensa. Un trabajador nato y un líder. Como siempre, sacó el balón parado, pero no estuvo tan preciso como en otras ocasiones. En el 64′ se fue para evitar una posible expulsión y su equipo lo notó mucho.

Sergio Ruiz: Tiene tres pulmones y una gran visión de juego. Sus ayudas en defensa son fundamentales para hacer el equipo más sólido, no le quema el balón en los pies y supo dirigir a su equipo en la medular durante muchos minutos.

Puertas: Es un luchador, un guerrero. Ayuda muchísimo en defensa a su lateral, presiona cada balón y está en todas. Le faltó más precisión con el balón. Cierto que siempre pide el balón y nunca se esconde, pero no estuvo fino en el pase ni en el regate, sobre todo durante los primeros compases. Con los pasos de los minutos fue mejorando en todos los aspectos.

Uzuni: El albanés es otro guerrero, pero no está al nivel del año pasado. No para de tirar desmarques, de correr de un lado a otro, de presionar y de pelear, pero como el resto del equipo estuvo impreciso con balón y muchas veces más enfrascado en pelear con los rivales que en el fútbol. Se llevó más de un golpe importante, pero no pudo rematar a Vallés en todo el encuentro.

Lucas Boyé: Todo lo que hace, lo hace bien. Juega de espaldas a las mil maravillas, esconde el balón y lo saca con mucho criterio. Le tocó trabajar para ser el desahogo del equipo durante muchos minutos, cayó a ambas bandas para ayudar en la salida y le faltó tiempo dentro del área. Si no está donde puede hacer los goles, difícil verle en su mejor faceta.

Desde el banquillo:

Gonzalo Villar: Salió en el 64′ por Gumbau y el equipo se descompuso un poco. Sin el pivote habitual y con un jugador más creativo, se perdió mucho en defensa y no fue capaz de sosegar al equipo con uno más en el campo y tener el balón. A pesar de ello, dejó varios pases de mucha calidad saltando líneas. En el gol, estuvo muy lento para salir a tapar el tiro de un Kyrian que estaba sólo.

Víctor Díaz: Entró en el 74′ por Torrente en los peores minutos defensivos del Granada, también con el equipo buscando el gol y Las Palmas la velocidad. No pudo con Sory Kaba en ningún momento. Descolocado y algo perdido, el capitán no tuvo sus mejores minutos.

Bryan: También entró en el 74′ para dinamitar el partido y lo que hizo fue perder prácticamente todos los balones que cogió. Buscó una y otra vez el regate, pero en esta ocasión no le salía ni uno. Por ellos, no se arrugó y continuó intentando ser esa pieza desequilibrante para su equipo.

Álvaro Fernández: También entró en el 74′ y apenas tuvo incidencia en el partido. No aportó demasiado en ataque, tampoco desentonó en defensa, aunque por aquella banda Marvin tuvo alguna internada con peligro, el ex del Manchester United estaba en ataque con el equipo bastante volcado.

Famara: Entró en el 80′ para intentar tener un rematador más en ese fútbol más directo, pero el senegalés no estuvo tampoco fino. Ganó alguna por arriba y poco más.

Paco López: Dispuso un once buscando ser más sólidos atrás y funcionó. Torrente le dio seguridad a la defensa, Puertas trabajo en la medular. Un planteamiento en el que era complicado tener el balón, pero con el paso de los minutos y tras el arreón inicial de los canarios fue consiguiendo tener el esférico, tocarlo un poco y encontrar a sus puntas. Le faltó mordiente y precisión en los últimos metros. Con la expulsión, el técnico intentó dinamitar el equipo, primero quitando a Gumbau para evitar una segunda amarilla pero perdió solidez. Los tres cambios de una tacada descompusieron al equipo que estaba pasando por su mejor momento. Ni Bryan, ni Álvaro ni Víctor mejoraron lo que había y, además, el equipo se desordenó. Él mismo admitió que los cambios habían sido claves.