Aprobados y suspensos del Celta: Tapia y Aidoo hacen de Veiga y Aspas
Los centrales tiran del carro en un partido que confirma el bajón de los dos jugadores más diferenciales del equipo. La medular no funciona. Chispazos de Carles y detalles de Paciencia.
Iván Villar: Certero en la única ocasión que el Elche lo puso a prueba. Gumbau no sorprendió al meta canterano en un lanzamiento de falta. La pifió en un despeje con el pie, un fallo aislado que no le pasó factura.
Hugo Mallo: Da gusto ver al capitán. Constante en defensa y en ataque de principio a fin. Cabeceó excesivamente picado en una situación muy favorable a la salida de un córner en el minuto 4.
Aidoo: El partido perfecto. Un muro en defensa, imponiéndose en todos los duelos a campo abierto, y salvador de su equipo con un sensacional gol de cabeza sobre la bocina. Lleva tres dianas esta temporada y en las anteriores tres campañas en el Celta no había visto puerta.
Tapia: Ha vuelto. El peruano ocupó el puesto de central zurdo y al mismo tiempo ejerció de organizador. Jugó con tal confianza que hasta lo probó en un lanzamiento lejano de falta que obligó a intervenir al meta visitante Édgar Badía.
Javi Galán: Premio a la constancia. Tras innumerables apariciones en ataque provocó el desequilibrio por la banda izquierda que dio origen al gol. El céltico que mejor puso los corners, una función en la que no se prodiga.
Beltrán: Concentración. Gracias a su buena colocación y constantes ayudas cortó varias aproximaciones del Elche al área. Tanto él como su acompañante en la sala de máquinas Gabri Veiga apenas participaron en la elaboración de los intentos de ataque locales.
Gabri Veiga: A la deriva. No dio señales de vida en el primer tiempo y los dos detalles que dejó tras la reanudación no le bastaron para enchufarse al partido. También ha perdido energía en la presión.
De La Torre: Insulso. Arriesga lo mínimo en los pases y en el área o en sus inmediaciones aporta poco o nada. El constante ida y vuelta tampoco le favoreció.
Carles Pérez: Otra velocidad. El atacante céltico que más daño hizo a la zaga visitante dejó su sello en dos chispazos. En uno estrelló el balón en el palo y en el otro pidió un penalti que el árbitro revisó en el VAR.
Iago Aspas: Está bloqueado. Le cuesta asociarse y atraviesa una crisis de confianza cuando busca la portería rival. Su bache de juego quedó de manifiesto en el minuto 35, perdonando el 1-0, y en el tramo final al pecar de individualista en un ataque en el que tenía mejores opciones que disparar desde la frontal.
Paciencia: Recital técnico durante el poco tiempo que le permite el físico. En los primeros quince minutos de cada parte regaló controles inverosímiles y sensacionales cambio de orientación. Rozó el gol en el primer ataque del encuentro.
Larsen (por Paciencia): Mucho ímpetu, nula pegada. Nada más entrar se topó con el palo en un remate poco ortodoxo. Buscó intimidar con su despliegue físico, pero su efecto revulsivo no tardó en diluirse.
Óscar Rodríguez (por Veiga): Sin hacer nada del otro mundo mejoró a Veiga. Su acción más destacada llegó en un pase al primer toque para encontrar a Aspas libre de marca en la frontal.
Cervi (por De La Torre): Asistencia de oro. Aunque el principal mérito en el gol reside en el remate de Aidoo, hay que anotarle al argentino un centro más que correcto.
Miguel Rodríguez (por Carles Pérez): Pudo ser el héroe. Badía impidió que un latigazo del canterano desde fuera del área abriera el marcador. Un mal pase suyo supuso una pérdida comprometida cerca del área celeste.
Unai Núñez (por Beltrán): Inesperada suplencia. Compareció en el terreno de juego en el tiempo de descuento para ganar juego aéreo. No tuvo que intervenir.