Aprobados y suspensos del Celta: Tanta clase de Aspas como mal fario de Beltrán
El delantero firmó su enésimo partidazo contra el Barcelona, uno de sus rivales preferidos. El pivote dejó a los celestes sin premio por un desafortunado penalti.
Guaita: A centímetros de salir a hombros. Detuvo el primer lanzamiento de penalti de Lewandowski, pero no tenía ningún pie sobre la línea de gol. Aunque también adivinó el segundo, no pudo pararlo. Se lució en el minuto 9 a tiro de Lamine Yamal. Poco que hacer en el primer tanto del Barcelona y en la mayor parte del partido.
Mingueza: Asistencia de lujo. Los que se echan las manos a la cabeza por el pase de tacón a Aspas en el tanto del empate no han visto jugar últimamente al futbolista barcelonés. Esta temporada se le cae la calidad de los bolsillos. Firme en defensa como lateral, disparó flojo en la única ocasión que puso a prueba a Ter Stegen. Pidió el cambio por calambres.
Starfelt: Recupera galones. Después de dos partidos sin minutos, dio la talla en su regreso al once. Lewandowski lo destroza en el 0-1 gracias a una maniobra tan sublime que deja poco o ningún margen de reacción a un defensa.
Carlos Domínguez: 45 minutos impecables. Concentrado y contundente ante un rival que se le da especialmente bien. Llegó al partido algo tocado y Benítez lo sustituyó al descanso.
Ristic: Entonado y lesionado. Mantuvo el tipo ante Lamine Yamal hasta que sufrió un pinchazo muscular a punto de cumplirse la hora de juego. Rompió a llorar en el banquillo porque no es el primer contratiempo físico de la temporada.
Allende: Trabajo oscuro en su estreno en Balaídos. Se vació ayudando en defensa y le quedó poco oxígeno para desequilibrar en ataque por la banda derecha. Demostró su ADN argentino frenando un contragolpe peligroso del Barcelona con una falta que le costó la amarilla en el minuto 15.
Beltrán: Otro despiste del madrileño que le cuesta una derrota al Celta. El penalti que comete sobre Lamal es una combinación de mala suerte e inconsciencia. Al margen de ese cruel final, y de un encomiable despliegue físico, una jornada más perdió un balón de mucho riesgo. Esta vez fue De Jong quien le robó la cartera en una de las aproximaciones más peligrosas del Barcelona en la primera parte.
Tapia: El ángel de la guardia de los celestes. Brindó ayudas por todo el campo a sus compañeros y cortó todo lo que pudo en la medular. La última media hora la jugó con la reserva de combustible pitándole.
De La Torre: Sacrificio sin brillo. Entró muy poco en juego en el primer tiempo y gozó de algo más de protagonismo en el segundo. Le faltó fuerza en el disparo en un intento de sorprender a Ter Stegen.
Iago Aspas: Le tiene tomada la medida al Barcelona y no sólo por haberle marcado once goles a lo largo de su carrera. Desde el principio del partido desestabilizó a los blaugranas con sus apariciones, especialmente buscando duelos con Cubarsí. Su tanto, con bastante fortuna, fue lo de menos en una sensacional actuación del capitán céltico.
Larsen: Lejos de su nivel habitual en las últimas semanas. Remató muy flojo en la mejor ocasión de los locales en los primeros 45 minutos. Participó en el gol del Celta imponiendo su corpulencia y asociándose con Mingueza.
Unai Núñez (por Carlos Domínguez): Suplente por primera vez esta temporada. No acusó quedarse fuera del equipo inicial y se mostró expeditivo tras entrar en el descanso. Un único borrón, una falta cometida cerca de la frontal que Raphinha lanzó con mucha intención y que pudo haberle costado al central vasco perderse la visita a Cádiz por acumulación de amarillas.
Manu Sánchez (por Ristic): Destacado. No acusó saltar al terreno de juego sin estar previsto, todo lo contrario. Desde que se incorporó al partido se convirtió en una de las principales armas ofensivas del cuadro vigués. Tampoco permitió que Lamal desequilibrara por su banda.
Swedberg (por Allende): Intrascendente como centrocampista por la derecha.
Douvikas (por Larsen): Le dio tiempo a ayudar al equipo con alguna descarga y poco más.
Kevin (por Mingueza): Supo tapar a Raphinha en los últimos minutos.