Aprobados y suspensos del Celta: sin Aspas también hay plan
Al conjunto vigués, pese a la ausencia de su estrella, solo le faltó puntería para quedarse con algún punto ante el Real Madrid. Otro partidazo de Mingueza.
Guaita: En su dilatadísima carrera no habrá recibido muchos goles como el que le marcó Mbappé. Solo pudo ver como el balón pasaba a gran velocidad camino de la escuadra. Sí que pudo impedir el tanto de Vinícius, pero el brasileño salió vencedor del cara a cara. Firme ante un obús de Valverde.
Manquillo: Aguerrido. Supo emplear su físico para frenar en la mayoría de duelos con los delanteros del conjunto blanco, aunque se equivocó tirando el fuera de juego ante Vinícius en el 1-2. Evitó un gol de Mbappé lanzándose al suelo heroicamente.
Starfelt: Oficio. Cerró el carril central del ataque merengue, con la excepción del tanto de Vinícius, que se le coló por la espalda. Aguantó con mucho mérito una arrancada de Mbappé en la que el sueco tuvo que salir de posición.
Marcos Alonso: Pulso equilibrado con Bellingham. El zaguero local se impuso en las pugnas cuerpo a cuerpo y el centrocampista visitante, en las acciones a campo abierto. Desde la posición de central zurdo se incorporó al ataque con asiduidad y determinación.
Mingueza: El mejor del Celta. Es el rey de las asistencias, lleeva cinco en nueve partidos. Rozó el larguero con un disparo dirigido a la escuadra después de una de sus brillantes conducciones. Fue con todo en las pugnas con Vinícius, con quien tenía cuentas pendientes. Otro partidazo del catalán.
Hugo Álvarez: La confirmación definitiva. Dominó su carril ante Lucas Vázquez a base de calidad. Mejoró las jugadas en casi todas sus apariciones.
Beltrán: El fallo de la noche. Perdió el balón ante Camavinga en la jugada del 0-1. Ese error mermó su confianza. Bien ubicado en todo momento.
Hugo Sotelo: El único mediocentro creativo de los dos equipos, hasta que entró Modric. Exhibió repertorio técnico para no permitir que el Real Madrid robara en la medular y sus pases a la espalda de la defensa blanca hicieron daño. Marcó el tiempo del ataque en el 1-1. El partido se le hizo un poco largo.
Bamba: Misión imposible. Tenía que suplir la baja de Aspas y, lógicamente, no estuvo al nivel del moañés. Combinó con Minguez en el tanto celeste y perdonó el 2-2.
Borja Iglesias: Sin un premio que sería merecido. No marcó, pero le dio mucho a su equipo. Por ejemplo, el pase en profundidad a Swedberg en la primera gran ocasión del choque. No llegó por centímetros en su oportunidad más clara. Si se deja caer en una patada que le dio Militao, sería penalti.
Swedberg: Campó a sus anchas. Libre de marca durante todo el encuentro, indultó al Real Madrid en el arranque. No definió con contundencia el mano a mano con Courtois del minuto 7, encontrándose el pie del belga. Sí que demostró su don para la finalización en el 1-1, con un remate sutil al fondo de la red.
Javi Rodríguez (por Manquillo): Volvió a poner de manifiesto su capacidad para enchufarse muy rápido a los partidos. Aportó en defensa y también en ataque, dándole ritmo a la circulación.
Alfon (por Swedberg): Se la puso en bandeja a Douvikas en el descuento para evitar la derrota. Demasiado inocente las dos veces que buscó portería.
Pablo Durán (por Bamba): Entró al partido por la puerta grande, con un detalle de lujo que lanzó un contragolpe.
Douvikas (por Borja Iglesias): Tuvo el empate en el descuento y perdonó ante Courtois.
Damián (por Beltrán): El último cambio estuvo en la línea de los anteriores, contribuyendo a que el Celta mantuviera contra las cuerdas al Real Madrid hasta el pitido final. Inyectó dinamismo a la circulación del balón.
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