Aprobados y suspensos del Celta: Mingueza es David Beckham
El catalán marcó un golazo de falta, dio una asistencia milimétrica y completó un partido soberbio. Hugo Álvarez cometió un penalti innecesario en el 98′.
Iván Villar: Por un segundo fue el héroe del partido al parar el penalti a Parejo en el 99′, pero el rechace le cayó al centrocampista y ahí ya no pudo hacer nada. Hubiera sido la guinda a un gran noche del meta de Aldán, a pesar de encajar tres goles. Hizo un paradón ante Baena en la primera parte y otro a Pepe en la segunda mitad.
Jailson: Imperial en la marca a Danjuma, al que secó durante todo el tiempo que estuvo sobre el terreno de juego. Sufrió algo más con Ayoze y, de hecho, una pugna con el canario le obligó a meter el pie y marcar en propia puerta. Fue el único lunar en un buen partido del brasileño.
Starfelt: Otro defensa que estuvo impecable durante la primera hora del partido. Sin embargo, la entrada de Barry le complicó sustancialmente la vida, pues le gana la partida en el primer duelo aéreo y supone el 2-2. Se tomó la revancha con un extraordinario cabezazo a la red para sellar el 3-3.
Manquillo: Estuvo muy centrado en aguantar la posición y mostrarse sobrio en defensa. Le costó un poco más ayudar en la salida de balón, quizás por jugar perfilado hacia la izquierda. En ataque no se permitió prácticamente ninguna escapada.
Mingueza: Le faltó raparse la cabeza y salir de la mano de Victoria para convencer a todos de que su nombre real es David Beckham. Es difícil superar el partido que realizó el catalán en La Cerámica. Marcó un gol extraordinario de falta directa, le puso el balón en la cabeza a Starfelt para que marcara el tercer gol celeste y no paró de incordiar a la zaga castellonense con pases filtrados. Además, estuvo impecable en defensa. Matrícula de honor.
Ilaix: Da la sensación de que juega siempre en segunda y de que aún así le basta para ser importante. El pase que le mete a Alfon en el 0-1 muestra toda la clase que tiene en sus botas. Se cargó con amarilla al inicio de la segunda parte y Giráldez no tardó en quitarlo del campo.
Damián: Su labor fue, quizás, la más complicada de todo el equipo celeste. Le tocó hacer de ancla en un partido que iba viento en popa, sin pausa en ningún momento para poder coger las riendas en el mediocampo. Aún así, no perdió la compostura e hizo siempre lo que tocaba.
Carreira: Esta vez le tocó jugar en la banda izquierda, a pierna cambiada, y ahí se le vio más incómodo, sobre todo en la salida de balón. También sufrió bastante en la batalla con Yeremi Pino. Su empeño y concentración le permitieron rehacerse en esa difícil batalla.
Alfon: La gran revelación del partido. Giráldez le dio la alternativa y el manchego supo aprovecharlo con buenos minutos. Fue protagonista en el primer gol, al generar la jugada que termina con el tanto de Borja Iglesias. Estuvo a punto de firmar un gol maradoniano, pero entre Albiol y el palo le negaron la gloria.
Borja Iglesias: El Panda ha vuelto a la senda del gol. Y eso ya es una gran noticia. Además, también provocó la falta que supuso el 1-2 y se fajó durante los 75 minutos que estuvo durante el terreno de juego, realizando largas carreras para ayudar en defensa.
Bamba: Inoperante en ataque y muy flojo en defensa. Perdió la marca de Cardona en el primer gol castellonense y Pépé le rompe la cintura muy fácilmente en el tercer tanto local. Tuvo demasiada poca incidencia en los metros finales, muy impreciso.
Beltrán (entró por Ilaix): Le costó coger el ritmo del partido, que estaba ya completamente loco. Estuvo mejor en los minutos finales, cuando el Celta tomó el mando del encuentro. Incluso pudo volver a marcar en alguna acción de ataque, pero esta vez no estuvo tan preciso como hace cuatro días.
Hugo Álvarez (entró por Carreira): La última jugada le condena al suspenso. El ourensano comete un penalti tan claro como innecesario que deja al Celta sin liderato. Le servirá para aprender a tomar mejores decisiones, sobre todo en la faceta defensiva.
Aspas (entró por Alfon): El moañés entró en los últimos minutos para liderar una nueva remontada, pero en esta ocasión no pudo ser diferencial. Apenas le llegaron balones y eso que retrasó varios metros su posición para buscarlo.
Swedberg (entró por Manquillo): El sueco fue el segundo jugador más eficaz de la Liga la temporada pasada y había comenzado marcando este año en la primera jornada. Pero a La Cerámica no se llevó ni un gramo de pólvora. Falló en un cabezazo ante Conde y luego erró dos manos a manos muy claros frente al portero del Villarreal. Tuvo en sus botas el 3-4 en dos ocasiones clarísimas, pero definió fatal.
Douvikas (entró por Borja Iglesias): El griego estuvo a pocos centímetros de vestirse de héroe, pero el palo le amargó la noche. Se desmarcó de maravilla y definió muy bien, pero se estrelló con el poste. Dio sensación de peligro en los pocos minutos que estuvo sobre el terreno de juego.
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