Aprobados y suspensos del Celta: Marchesín zanja el debate
El cuestionado meta argentino se reivindicó con tres paradas claves para la victoria celeste. Aidoo va sobrado en defensa y Veiga en las conducciones. Aspas marcó con el escudo.
Marchesín: Galones. Llegaba al Martínez Valero más cuestionado que nunca y zanjó el debate con tres intervenciones decisivas. Le sacó un mano a mano a Roger Martí en el minuto 12, en el arranque de la segunda parte despejó una falta de Gumbau que iba dentro y, sobre todo, reaccionó poco después con acierto a un remate de Boyé en la última ocasión clara que tuvieron los ilicitanos para empatar.
Hugo Mallo: Coraje. Su escasa participación en el juego actuando como carrilero la compensó con su intensidad en las disputas. Literalmente se jugó la cabeza en los últimos minutos para anticiparse a Diego González y forzar una falta que permitió al Celta coger aire. Puso a prueba al meta local Edgar Badía con un testarazo bombeado.
Mingueza: Control. Casi siempre toma la mejor decisión con el balón en los pies, aunque una pérdida suya dio origen al mano a mano de Roger con Marchesín. Escoltado por un sublime Aidoo, no pasó excesivos problemas en defensa.
Aidoo: El sheriff. Se anticipó y lo despejó todo. El mejor del Celta en el Martínez Valero.
Unai Núñez: No mantuvo el nivel tras una impecable primera parte. En la segunda regaló una peligrosa falta en la frontal que lanzó Gumbau y le costó alejar el balón del área céltica. El sistema de juego de Carvalhal le favorece.
Javi Galán: Cerrojo. Se impuso de manera holgada en el cara a cara con Tete Morente y el Elche no tuvo más remedio que volcar sus ataques por la otra banda. Eligió bien los momentos para subir, con un envío más que interesante al corazón del área para Larsen.
Beltrán: Un pulmón. Se multiplicó en tareas defensivas. Demostró poca fe en su disparo las dos veces que buscó portería desde la frontal.
Gabri Veiga: Factor diferencial. Encontró una autopista entre el central Bigas y el lateral Clerc para explotar su potencia en las conducciones. Se coló hasta la cocina en el gol y pudo servir en bandeja otro a Aspas, pero se cegó con marcar. Estuvo a punto de firmar uno de los tantos de la temporada al arrancar en el campo del Celta, tirar un autopase y plantarse delante de Badía, que detuvo la definición del porriñés. Se volvió a encontrar con el meta local en la mejor oportunidad celeste en el segundo tiempo.
Cervi: Muy enchufado. Entre que robó el saque inicial del Elche y forzó una tarjeta de Pere Milla transcurrieron 81 minutos en los que no dejó de pelear. Para Carvalhal, al igual que sucedía con Coudet, es más importante el equilibrio que aporta el interior argentino que su escasa brillantez en ataque.
Iago Aspas: Nunca deja de sorprender. Marcar de pecho -con el escudo de la camiseta- y al Elche en Primera eran dos desafíos que aún no formaban parte de su interminable colección de goles. Tuvo el 0-2 en una vaselina que se le marchó alta, en un venenoso disparo al que Badía supo responder y en una acción personal, que incluyó robo y bicicleta, en el descuento. Por su compromiso defensivo provocó la expulsión de Bigas.
Paciencia: Con el portugués siempre pasan cosas, para bien y para mal. Genera la jugada del gol con una maniobra de puro delantero centro al controlar de pecho y habilitar con un toque sutil a Veiga. Su destacada aportación al equipo la emborronó al ver una tarjeta amarilla por vacilar al árbitro y Carvalhal lo sustituyó al descanso para no jugar con fuego.
Larsen (entró por Paciencia): Suplencia inesperada. Disputar solo la segunda parte ni le afectó anímicamente, porque bregó como en él es habitual, ni le sirvió para desatascar el bote de kétchup y estrenarse como goleador en la Liga. Demasiado lento en su única opción de remate. Jugó bien de espaldas.
Óscar Rodríguez (entró por Veiga): Guerrillero. Se empleó a fondo en la batalla de la medular, confirmando las buenas sensaciones que dejó en la Copa del Rey ante el Espanyol. Lo hizo fácil con el balón.
Tapia (entró por Beltrán): Compareció sobre el terreno de juego a falta de 3 minutos para el el 90′ y apenas le dio tiempo a desactivar un par de ataques del Elche.
Luca de la Torre (entró por Cervi): Cambio para perder unos segundos en el descuento.