Aprobados y suspensos del Celta: la nada hecha equipo
Mingueza, implicado en los tres goles, personificó el desastroso partido del conjunto vigués. Guaita, lo único rescatable en los pupilos de Giráldez.
Guaita: Evitó un resultado de escándalo. Realizó dos paradas de mucho mérito antes del descanso y otra con 2-0. Nada que hacer en los tres tantos babazorros. El único jugador del Celta que se libró del suspenso.
Mingueza: Será complicado que a lo largo de su carrera vuelve a tener una actuación tan aciaga. Kike García le ganó por fuerza el balón dividido que origina el 1-0; el zaguero céltico asistió a Guridi en el segundo gol del encuentro; y en el tercero cometió la falta que posteriormente Benavídez cabeceó al fondo. Por si había alguna duda, quedó claro que el polivalente jugador barcelonés no puede ejercer de central ante rivales que optan por el fútbol directo.
Carlos Domínguez: Muy flojo. No encontró la manera de presentar oposición a la intensidad y a la envergadura de Kike García. Dubitativo con el esférico.
Unai Núñez: Superado en todos los aspectos. La agresividad de los atacantes del Alavés minimizó por completo a un central que vive de su fortaleza física. Tan errático con el balón como de costumbre. Sustituido en la primera ventana de cambios.
Carles Pérez: El más aliviado de los célticos pese a la derrota. Pulido Santana le enseñó una tarjeta roja que hubiese dejado a su equipo con un futbolista menos a los 20 minutos de juego, pero el VAR corrigió al árbitro porque el carrilero catalán no llegó a golpear a Duarte. Intentó sin acierto desbordar a Javi López, vencedor sin discusión del duelo entre carrileros.
Beltrán: Su peor partido en los últimos meses. Perdió tres balones en los primeros diez minutos y pocas más noticias hubo del mediocentro madrileño. Giráldez lo retiró a falta de 20 minutos.
Jailson: El menos malo de los jugadores de campo del Celta. Aun así, la contribución del brasileño resultó pobre. Más entonado de central zurdo que de mediocentro.
Manu Sánchez: Oportunidad desperdiciada. En su regreso al once no dio la talla. Carlos Vicente se lo merendó. Reemplazado junto a Unai Núñez.
Aspas: Sin socios y sin inspiración. No supo cómo hacerle daño al rocoso Alavés. Dispuso en el minuto 83 de la única ocasión de gol de su equipo en toda la tarde, un remate franco que se le marchó alto.
Douvikas: Incomunicado en punta. Apenas entró en juego y cuando lo hizo se topó con los expeditivos zagueros locales y el árbitro. Pulido Santana le señaló una falta surrealista tras ser noqueado por Duarte, que tenía una amarilla.
Hugo Álvarez: Déficit físico. Dio la sensación, por primera vez desde que juega en la élite, de que el ourensano era un niño compitiendo contra hombres. Empezó de mediapunta y acabó de carrilero.
Swedberg (por Manu Sánchez): Un futbolista de aspecto tan frágil como el sueco quizás no era el tipo de revulsivo que necesitaba el Celta ante un rival que mordió como el Alavés. Pasó sin pena ni gloria por Mendizorroza.
Luca de la Torre (por Unai Núñez): Mejoró ligeramente la intensidad y la circulación en la medular olívica.
Allende (por Douvikas): Entró como ariete y puso un buen balón a Aspas en la ocasión que el moañés no acertó a materializar.
Hugo Sotelo (por Beltrán): Extremadamente apático. Ni siquiera saltó para evitar el cabezazo de Benavídez en el 3-0.
Miguel Rodríguez (por Carles Pérez): La misión encomendada, agitar el partido por la banda derecha, era un imposible. Alternó la posición con Allende.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.