Aprobados y suspensos del Celta: La chirigota final de Carvalhal
El equipo entrenado por el técnico portugués hizo el ridículo durante la hora de partido que disputó en Cádiz sin Iago Aspas.
Iván Villar: El menos culpable de todos. Sólo la pifió en un mal envío con los pies que generó el penalti señalado por De Bungos Bengoetxea y que corrigió el VAR. En otra intervención del videoarbitraje, el gol anulado a Choco Lozano, realiza un paradón en el primer remate del delantero hondureño. Valiente en una salida fuera del área a los pies de Guardiola, que estaba en fuera de juego.
Hugo Mallo: Sobrepasado. Impidió el gol de Escalante en el minuto 7 y desde ese acierto el partido del capitán fue un drama. Sin ideas ni recursos con el balón. Se marchó al banquillo en el triple cambio realizado por Carvalhal en el minuto 62.
Aidoo: Desdibujado. No dio abasto intentando achicar balones y Escalante lo rompe en la jugada del gol. Por si no fuera suficiente, acabó el partido con una lesión muscular en la pierna izquierda y su participación en la última jornada está en el aire.
Unai Núñez: Sin autoridad. Su punto fuerte es el juego aéreo y el Cádiz dominó por completo esa faceta dentro del área celeste. En el segundo tiempo estuvo condicionado por una tarjeta que vio al filo de descanso para frenar a Bongonda.
Javi Galán: Una amarilla vista en el minuto 15 le cortó las alas. Había iniciado bien el partido, realizando un corte providencial dentro del área y siendo la única alternativa del Celta para no sacar el balón desde atrás mediante un pelotazo sin rumbo. De Burgos le señaló el penalti que el VAR dejó sin efecto. Impreciso en la ofensiva final
Tapia: Perdido. No encontró su parcela como mediocentro. Se vence con extrema facilidad, yendo al suelo, ante Escalante en la acción del gol. Evitó dos veces in extremis el segundo tanto local. En ataque apareció con una recuperación seguida de un disparo peligroso desde fuera del área en la primera ocasión del choque.
Óscar Rodríguez: A verlas venir. Si el plan de Carvalhal pasaba por defender cerca del área y jugar directo, la presencia del talaverano carece de sentido. Se jugó la roja directa justo antes de ser reemplazado al enzarzarse con Guardiola. El árbitro lo solventó con una amarilla para cada uno.
Gabri Veiga: Todavía no está lo suficientemente hecho como futbolista para asumir la responsabilidad en este tipo de partidos. De su actuación únicamente se salva un pase que le metió a Carles Pérez a la espalda de la defensa. Puso el epílogo a su encuentro simulando un penalti en el tiempo de descuento.
Carles Pérez: Su individualismo extremo tiene una parte buena y otra mala. No le quema el balón, y así lo intentó desde el minuto 4, con un potente disparo desde la frontal, hasta el final, pero muchas veces se pasa de ‘chupón’. En el balón que le filtró Veiga en el primer tiempo tenía a varios compañeros esperando el pase de la muerte y optó por una extraña definición con el exterior que se marchó al lateral de la red.
Strand Larsen: En un club dirigido por gente que entiende de fútbol, la relación con Luís Campos se cortaría directamente por recomendar el fichaje del delantero noruego por 12,4 millones de euros. Aplicando ese valor de mercado, cualquier atacante del Cádiz supera los 50 ‘kilos’ en el mercado. Nulo en el Nuevo Mirandilla.
Miguel Rodríguez: Víctima del esperpento de su equipo en la primera parte. El Celta defendió tan atrás que el canterano actuó más de lateral que de extremo. Tuvo problemas para tapar las incorporaciones de Iza, como la que genera el gol anulado por el VAR. Carvalhal lo sustituyó al descanso.
Luca de la Torre (por Miguel) : Otra de las ‘genialidades’ de Campos. Dando el último pase o buscando portería carece de cualquier tipo de peligro. Desperdició varios balones dentro del área y en sus inmediaciones. A los tres minutos de comparecer sobre el terreno de juego se cargó con una amarilla.
Iago Aspas (por Óscar): Aunque no está en condiciones de competir, debe jugar. Desde su entrada en el partido por lo menos el Celta dejó de hacer el ridículo. Lo intentó entre líneas, con escaso acierto porque está tieso. Dispuso de una falta en la frontal del área, en el minuto 90, que se estrelló en la barrera.
Paciencia (por Larsen): El Celta ganó presencia en el área con el portugués. Conectó un cabezazo que despejó Ledesma en una acción que de haber acabado en gol habría sido anulada por fuera de juego.
Mingueza (por Hugo Mallo): Lateral y mediocentro, una dualidad que no aportó nada de claridad al juego de los vigueses. Eso sí, por lo menos se atreve. Puso un buen centro en el cabezazo de Paciencia.
Seferovic (por Tapia): Cambio a la desesperada en el minuto 87. No tocó el balón más de dos veces y no dispuso de ninguna ocasión