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OSASUNA 0 - CELTA 3

Aprobados y suspensos del Celta: El autobús de Benítez, una obra maestra

Con sólo dos jugadores de perfil ofensivo en la alineación, el conjunto vigués maniató a Osasuna y lo destrozó a la contra. Golpe de autoridad de Jailson y debut más que convincente de Manquillo.

El delantero del Osasuna, Raúl García de Haro intenta un remate ante Unai Núñez y Jailson durante el partido de LaLiga entre el Osasuna y el Celta, este domingo en El Sadar.
Jesus DigesEFE

Guaita: Con él empezó todo. Firmó un paradón a Budimir en el minuto 8, una intervención que convirtió en anécdota el inexplicable error cometido por Unai Núñez en esa jugada. No recibió más remates peligrosos.

Manquillo: Debut más que convincente. El segundo fichaje céltico en el mercado invernal ejerció de correcaminos por el carril derecho. En una de sus irrupciones en ataque falló un pase que era medio gol. La gasolina le dio para 70 minutos.

Tapia: Capitán con mayúsculas. Estuvo simplemente sublime en la posición de central diestro. Intensidad, anticipación y, sobre todo, juego aéreo. Acabó celebrando cada corte como si fuera un gol.

Unai Núñez: El menos fiable de los celestes en El Sadar. Regaló a Osasuna la oportunidad que desbarató Guaita y que pudo tirar abajo a las primeras de cambio el plan diseñado por Benítez. Mucho más reconocible en la segunda parte, en la que no paró de despejar balones, excepto en otro error de bulto que esta vez le enmendó Tapia. Se marcó una subida con el balón ‘a lo Piqué’ con 0-3.

Carlos Domínguez: Infalible. Sin alardes, como es habitual en el central, mostró una vez más su seguridad. El único canterano del Celta que participó en este encuentro.

Ristic: Su mejor partido desde que aterrizó en Vigo. No sufrió en defensa, entre otros motivos por las numerosas ayudas que recibió, y se incorporó con determinación al ataque gracias a su potencia física. Después de una recuperación que desmontó a Osasuna, se vino arriba y quiso hacer un Juan Palomo en el tramo final del choque. Su disparo cruzado se lo sacó el meta Sergio Herrera.

Mingueza: Omnipresente. Partió desde el costado derecho de la medular para moverse con total libertad y acierto en ataque. Da continuidad en el 0-1 y mete un pase clave a Larsen en el 0-2. Puso la guinda a su sensacional actuación ocupando el lateral derecho en los últimos 20 minutos.

Jailson: Puñetazo en la mesa una semana después de ser abucheado en Balaídos. Poco más se le puede pedir a un mediocentro defensivo. Por si la jerarquía exhibida como destructor no fuera suficiente, metió dos grandes pases a Douvikas, uno de ellos la asistencia en el 0-3. Ver para creer como se ha puesto en forma en el mes que lleva en el Celta.

Beltrán: Despejó cualquier tipo duda sobre su implicación en el cierre de una semana en la que se especuló con su salida. La presencia de Jailson como referencia lo liberó para multiplicarse en las ayudas. Ideas claras y sin complicarse con el balón.

Luca de la Torre: Estelar. Generó el contraataque del 0-1 y marcó el 0-2, su primer tanto en la Liga. Todo lo hizo con criterio y calidad como falso extremo izquierdo.

Larsen: En modo Haaland. Apareció dos veces, en una marcó un señor gol y en la otra asistió a De La Torre. Renqueante físicamente en el arranque del segundo tiempo, fue el primer jugador reemplazado en el cuadro celeste.

Douvikas (por Larsen): Se reconcilió con el gol. Si la pasada jornada tuvo la pólvora mojada ante el Girona, en Pamplona no perdonó en su único remate. Sin finura en el juego de espaldas.

Tadeo Allende (por Manquillo): El estreno quizás le llegó un poco pronto. Benítez lo situó como extremo derecho y el último fichaje invernal del club olívico resolvió de manera deficiente una jugosa oportunidad. No bajó con Mojica en una de las llegadas más peligrosas de Osasuna.

Manu Sánchez (por De La Torre): Benítez lo metió con el partido prácticamente sentenciado para apuntalar la banda izquierda y que el carrilero se llevara los aplausos de la afición rojilla.