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CELTA 1 - GETAFE 1

Aprobados y suspensos del Celta: Cervi, el reflejo de una crisis

El mal momento del interior argentino es el mejor ejemplo de las dudas que envuelven a la Chachoneta. Aspas, más omnipresente y solo que nunca.

Actualizado a
Franco Cervi intenta superar a Jordan Amavi durante el partido entre el Celta y el Getafe.
Octavio PassosGetty

Marchesín: Un flan. Solo intervino en dos ocasiones y en ambas estuvo desacertado. No consiguió atrapar un centro raso y sin aparente peligro en el único acercamiento del Getafe antes de que Enes Ünal marcara de falta. El disparo del turco no iba excesivamente ajustado.

Hugo Mallo: Lesionado. Pidió el cambio a la media hora de partido por una molestia en el bíceps femoral derecho. Hasta ese momento se había mostrado sobrio.

Aidoo: Salvador. Apareció en el minuto 89 para marcar gracias a un poderoso cabezazo su primer gol con el Celta. En defensa solventó con eficiencia el poco trabajo que tuvo.

Unai Núñez: Temerario. Concedió la falta del gol del Getafe y el exceso de ímpetu le pasó factura en alguna acción más. Con el balón no acaba de transmitir seguridad.

Javi Galán: Ofuscado. Se empeñó en regatear chocando de frente una y otra vez contra el muro defensivo del Getafe. No puso ningún balón con peligro cuando optó por centrar. Le costó entenderse con sus compañeros.

Beltrán: Insulso. Poco exigido en defensa, a la hora de construir solo ofrece el pase de seguridad. Buscó portería desde la media distancia con escaso peligro.

Cervi: Deprimido. Deambuló en ataque durante todo el partido. Un pase perfecto que le metió Aspas para dejarlo mano a mano con el portero y que el argentino fue incapaz de controlar estando libre de marca refleja su estado futbolístico y anímico.

Gabri Veiga: Personalidad. No le salieron bien los dos primeros disparos y lejos de esconderse lo intentó con un tercer lanzamiento que puso en apuros a David Soria. De los más activos pidiendo el balón, aunque sin demasiado inspiración en medio del entramado defensivo visitante. Antes de ser sustituido Coudet lo desplazó del enganche al interior izquierdo.

Óscar Rodríguez: Especialista en lanzamientos a las nubes. Nadie duda de la gran capacidad de tiro del talaverano, pero en Vigo todavía no la ha demostrado y eso que no para de intentarlo. La última media hora la jugó por dentro y estuvo más enchufado.

Strand Larsen: Anulado por los tres centrales del Getafe. Su escasa aportación en el balón parado ofensivo empieza a ser alarmante. La grada pitó a Coudet por cambiar al noruego.

Iago Aspas: Omnipresente. El único plan del Celta para empatar fue dársela al moañés y que inventara algo. Pese a que no disfrutó de su noche más inspirada, apareció por todos lados, en alguna ocasión incluso como mediocentro. El centro a Aidoo en el gol es inmejorable. No llegó por poco en la mejor ocasión céltica de la primera parte. Está más solo que nunca.

Mingueza (entró por Mallo): Combativo con un borrón importante. Regala al balón en la acción que da origen al gol del Getafe. Atrevido en ataque, puso un balón que era medio gol a Aspas después de hacer una bicicleta. Terminó jugando más de mediocentro que de lateral en una sorprendente variante utilizada por el Chacho.

Paciencia (entró por Larsen): Sin pólvora. No pudo imponer su juego aéreo, aunque en esa faceta transmitió más sensación de peligro que Larsen dentro del área. Su único disparo con el pie le salió muy flojo.

Carles Pérez (entró por Cervi): Algo de desborde. Consiguió desestabilizar ligeramente a la defensa planteada por Quique Sánchez Flores con un par de acciones individuales. Menos explosivo que en las últimas jornadas.

Luca de la Torre (entró por Veiga): Desapercibido. Las pocas veces que entró en contacto con el balón dio fluidez al juego de su equipo. Se situó como interior por la izquierda.

Tapia (entró por Beltrán): Energía. El Celta empujó un poco más con el peruano sobre el terreno de juego.