Aprobados y suspensos del Celta: Benítez vuelve a tropezar en la piedra de Aspas
El cambio a falta de media hora del moañés, sustituido por segunda jornada consecutiva, y la rigurosísima expulsión de De La Torre dieron el control absoluto del juego al Alavés.
Iván Villar: Un poco de todo. Hizo un paradón antes del descanso y firmó un par de intervenciones de mérito, gustándose en una mano cambiada a Hagi, pero también dejó un par de errores que pudieron costar caros al Celta. Vendido en el gol de Samu por sus compañeros. Primera a Samu. Fallo grave en el minuto 18. Paradón justo antes del descanso a Rebbach. Mano cambiada en la falta de Hagi. Se la deja a Samu.
Mingueza: Guerrillero. No le costó nada jugársela en ataque, incluso como centrocampista por la izquierda en los últimos minutos. No aprovechó la mejor oportunidad de gol de los celestes en todo el partido. Salvó un gol con Iván Villar vencido.
Starfelt: Menos fiable que en los anteriores encuentros. Regaló la primera ocasión del partido al Alavés. Aun así, ejerció de líder, sobre todo en el tramo final, y evitó sobre la línea el 1-2.
Aidoo: Regreso firme. Volvió al once y cumplió con creces. Alternó con Starfelt el costado derecho y el centro de la defensa. Bloquea en el último ataque un disparo del Alavés que iba dentro.
Unai Núñez: No transmitió seguridad como central por la izquierda. Con el balón parece por momentos una ruleta rusa. Samu se le adelanta en el tanto vitoriano.
Ristic: Luces y sombras. Llama la atención de manera positiva su intensidad y su atrevimiento con el balón. Sin embargo, le cuesta cerrar su banda y en los partidos que lleva con el Celta siempre provoca ‘algún incendio’ con el balón.
Beltrán: Se notó más su ausencia que su aportación. Benítez lo retiró en el minuto 62 porque el madrileño tenía una tarjeta y tampoco estaba ofreciendo su mejor día en los duelos. En su habitual disparo de cada partido desde fuera del área, esta vez por lo menos le pegó con bastante intención.
De La Torre: Expulsión rigurosísima. La primera tarjeta es clara, pero la segunda supone un castigo excesivo. Al margen de ser el protagonista involuntario de la tarde, encuentro bastante insípido del estadounidense.
Bamba: Tan combativo como de costumbre. Casi todo el peligro del Celta, que tampoco fue mucho, llegó por su banda. Sólo le falta ser algo más determinante cerca de la portería rival.
Larsen: Duele a la vista que un delantero de 1,93 juegue por la banda. Totalmente desaprovechado en ataque, se inhibió de bajar con el lateral babazorro Javi López. Primera sustitución de Benítez.
Iago Aspas: Por segunda jornada consecutiva, tras su cambio llegó el apagón. Se fue al banquillo cuando quedaba media hora por delante. Aunque estaba amonestado y sin demasiada inspiración, Benítez parece que no acaba de entender que el moañés es intocable en un equipo de este nivel.
Carles Pérez (por Larsen): Desequilibrante, pero en contra de su equipo. En la jugada del gol visitante defiende con poca intensidad a Javi López y el lateral sirve la asistencia. Reaccionó a partir de esa acción, tanto echando una mano a los zagueros como tirando del carro en ataque.
Douvikas (por Aspas): Una isla. Todavía estaba buscando su ubicación sobre el césped cuando su equipo se quedó en inferioridad numérica. Con uno menos no le llegó ningún balón en condiciones para crear peligro.
Tapia (por Beltrán): Carácter. Inyectó su espíritu guerrero para destruir juego ante el dominio del Alavés. Los visitantes reclaman penalti del peruano en el último minuto, en una entrada que no venía a cuento porque el atacante vitoriano ya había soltado el balón.
Dotor (por Bamba): Desapercibido. Único cambio de Benítez después de la expulsión. Le tocó achicar agua como pudo.