Aprobados y suspensos del Celta: Aspas y Mingueza, los mejores hunden a su equipo
El capitán puso fin a su sequía goleadora de casi ocho meses y asistió a Larsen, pero falló un penalti. El catalán, un jugón en la medular, cometió la pena máxima final que dio la victoria al Athletic.
Guaita: Irregular. Combinó intervenciones de mucho mérito, la mejor de ellas una parada en el descuento que parecía darle un punto a su equipo, con algunos fallos como su falta de reflejos en el 2-2. Seguro en el juego aéreo.
Kevin: Nico Williams lo arrolló. Impotente para detener al extremo del Athletic en la jugada del 2-2 y casi siempre que el internacional español lo encaró. Le faltaron ayudas. Se rehízo para plantarle cara a Berenguer cuando Ernesto Valverde cambió a Nico de banda.
Starfelt: Irreconocible. De un central con su jerarquía aérea no se espera que cometa un error como el del primer gol local. Pese a que en esa acción sufre una carga de Vesga, el árbitro acierta al no pitar falta. Acto seguido estuvo a punto de regalar otro tanto. No le echó una mano a Kevin con Nico Williams.
Unai Núñez: Se creció en su regreso a casa. Cortó y bloqueó todos los balones que pudo. Provocó el penalti que desperdició Iago Aspas.
Manu Sánchez: Secó por completo a Iñaki Williams, respondiendo a la perfección a los cambios de ritmo del internacional con Ghana. No sufrió con Nico en los últimos minutos. Impecable en defensa, jugó el balón con acierto, aunque no tuvo demasiadas ocasiones para sumarse al ataque.
Mingueza: Héroe y villano, una vez más. Un jugón como centrocampista, moviéndose con total libertad y lanzando con sus pases a Aspas en el primer y en el tercer gol del Celta. Sin embargo, al igual que la pasada jornada, otro fallo del catalán resultó letal para su equipo. Esta vez cometió un penalti por mano, que no ofrece ninguna discusión, en la última acción del partido.
Beltrán: Regreso al once sin pena ni gloria. Un partido tan abierto no es el escenario ideal para un pivote defensivo como el madrileño. Primera sustitución de Benítez.
Dotor: En crecimiento. Al contrario que en el caso de Beltrán, un partido de ida y vuelta se adapta a sus características. Más acertado en los pases que en anteriores jornadas.
Bamba: Verticalidad y un soberbio gol. Se encontró cómodo atacando la espalda de De Marcos. Fue el segundo cambio de Benítez y sus compañeros lo echaron de menos en el tramo final.
Iago Aspas: El mejor del partido pese a dilapidar dos inmejorables ocasiones y un penalti, el segundo que falla esta temporada. El tanto con el que puso fin a su sequía realizadora de ocho meses es una obra de arte. Le anularon otra diana por fuera de juego, genera la jugada del 1-2 y asiste a Larsen en el 3-3. Es decir, estuvo en todas las salsas.
Larsen: Un socio de altura para Aspas. Mucho trabajo, un gol anotado a placer y otro invalidado por centímetros tras una inapelable finalización. Inexplicablemente, un futbolista que está cerca de los 2 metros apenas busca el balón de cabeza.
De La Torre (por Beltrán): Tan intranscendente como el jugador al que reemplazó.
Cervi (por Bamba): Un cambio cerca del final que no logró inyectar la dosis de energía que buscaba Benítez.
Douvikas (por Larsen): Sin tiempo para nada.
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