Aprobados y suspensos del Barcelona: Pedri se agarra al liderato
Jordi Alba estuvo muy irregular; Lewandowski volvió a quedarse sin ver puerta y Balde estuvo incómodo en la banda derecha. Ter Stegen volvió a ser decisivo.
Ter Stegen: Séptimo partido de ocho que el meta alemán deja la portería a cero. Con semejante estadística parece que el Zamora es cuestión de tiempo que caiga en manos del portero. Actuación memorable del Mar André, sobre todo a una parada de portero de balonmano, estirando el pie lo justo, para evitar el gol de Aspas. En esta ocasión, con el balón en los pies cometió más de un error no forzado.
Balde: Es evidente que el chaval hace todo lo que puede para mantener el tipo en la banda derecha, pero se le nota incómodo en algunos mecanismos del juego, como por ejemplo en dar continuidad o romper líneas con el pase. En todo caso, demuestra una madurez en su juego encombiable.
Piqué: Superlativo. Su mejor partido esta temporada. Secante en los balones aéreos y providencial en los que llegaban a ras de tierra. Está claro que su presencia ante el Inter y en el Clásico es innegociable.
Marcos Alonso: Partido correcto del ex del Chelsea, que fue de más a menos. Es cierto que la posición de central izquierdo no es la que más se adecua a sus virtudes futbolísticas, pero también que cometió algún error de bulto en los marcajes.
Alba: Muy irregular. Alterno buenas acciones con otras mucho más discutibles. Tuvo una gran ocasión, tras una magistral asistencia de Busquets, pero el balón se le fue fuera. Cuando se marchó del campo, sustituido por Eric, tuvo que aguantar más de un silbido del respetable.
Sergio Busquets: Dio dos asistencias de libro, que ni Alba ni Ferran supieron aprovechar. En algunos momentos se vio sobrepasado por la intensidad del Celta. Se desgañitó pidiendo un poco más de orden a sus compañeros. No fue su mejor partido.
Gavi: Sobrenatural. Lo que hace el sevillano en el campo no tiene nombre. No se deja ni una gota de sangre en el campo. Luchador incansable, obliga muchas veces al equipo a dar un paso adelante, sobre todo en la presión en el bloque alto. Un centro suyo desde la izquierda originó el gol de Pedri.
Pedri: El talento en estado puro. Y no sólo por el gol, cuyo principal mérito es saber leer la jugada perfectamente y estar en el sitio adecuado para empujar el esférico, sino porque todas sus acciones cobran un sentido cuando el canario tiene el balón. Dibujó un slalom prodigioso, que acabó desaprovechando Ferran. Un genio al que hay que cuidar. Se retiró en el minuto 62 por Frenkie.
Raphinha: Jugó en la banda derecha y esta vez probó un poco más el remate a puerta. De hecho, estuvo muy cerca de abrir el marcador con un zapatazo mayúsculo desde fuera del área que el meta del Celta despejó in extremis. Le sigue faltando un poco más de ambición en el desequilibrio. Eso sí, se puso el mono de trabajo en la presión.
Lewandowski: No tuvo apenas una ocasión clara para ver puerta. De hecho, su jugada más peligrosa, con un remate portentoso, acabó siendo anulada por fuera de juego anterior. Segundo partido consecutivo sin marcar del polaco. Algo que no nos tiene acostumbrado por estos lares.
Ferran: Jugó un partido correcto. Partiendo desde la banda izquierda, intentó dar profundidad y verticalidad al juego, acompañado tanto por Gavi como por Alba. Lo logró en ocasiones contadas. Tuvo una ocasión clarísima, pero envió el balón demasiado fácil para el portero.
CAMBIOS:
Frenkie: Jugó casi media hora. Peaje necesario para estar disponible para el partido ante el Inter. Cumplió.
Dembélé: Le puso ganas, pero como es habitual en el francés, a veces se pasa de frenada. Sigue sin estar certero en la toma de decisiones en los últimos metros.
Fati: Buenos minutos de Ansu, al que le faltó un poco más de chispa para resolver con acierto alguna de sus acciones.
Sergi Roberto: Estuvo bien plantado como lateral en los minutos que jugó. Dio salida de balón a Ousmane y supo desdoblarse.
Eric: Salió en los últimos minutos, cuando más estaba apretando el Celta, para cerrar vías de agua. Lo consiguió.