Aprobados y suspensos del Almería: no merecen ni ir a septiembre

Maximiano. Lleva encajados 22 goles en siete jornadas, a más de tres dianas por partido. Pudieron ser 23 si no llega a ser por una buena intervención en el descuento de la primera mitad con disparo de Yuri. En el 3-0 pudo hacer más.

Mendes. Fue su primera titularidad y demostró por qué no está para jugar en Primera División. Si ya de por mí le cuesta, en Bilbao le tocó lidiar con Nico Williams, sufriendo lo que no está escrito. En el gol de Guruzeta, el centro de Yuri sale muy fácil desde su costado.

Kaiky. No eran pocos los que se preguntaban por qué no jugaba el año pasado. En los últimos partidos él mismo está respondiendo la pregunta. Asistió en primera persona a los dos primeros goles con una endeblez impropia de un defensa de la máxima categoría.

Chumi. Está viviendo sus peores horas como jugador del Almería, sufriendo en cada acción. Pudo hacer más en los dos primeros goles.

Akieme. Se está contagiando del nivel general. Falló hasta una decena de pases, aunque al menos robó diez balones.

Lopy. De lo menos malo del conjunto almeriense. Protagonizó hasta once recuperaciones si bien estuvo más errático con el balón en los pies. Abarca mucho campo.

Baba. Superado en todo momento, no cumple ni en el aspecto defensivo ni en el ofensivo. El Almería ha perdido claramente con el cambio con Samu Costa.

Embarba. Portó el brazalete de capitán, pero apenas se le vio. Eso sí, prácticamente siempre que bota una acción a balón parado crea peligro.

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Melero. Por sus características, es jugador para tocar mucho el balón. Y por el guion del partido no tuvo el esférico como le hubiese gustado, teniendo que multiplicarse defensivamente para ayudar a Baba y Lopy.

Ramazani. Protagonizó los tímidos acercamientos del Almería en la primera mitad en contraataques, pero en defensa dejó mucho que desear, sin la solidaridad necesaria, máxime en el momento en el que se encuentra su equipo. Para muestra, la acción del 2-0, dándole todas las facilidades posibles a De Marcos para que centrase.

Koné. Es inexplicable que el Almería pagase más de siete millones de euros por sus servicios. El crédito se le empieza a agotar a pesar de tener la responsabilidad en el ataque. Su equipo necesita como el comer el fichaje de un punta en el mercado invernal.

Pozo. No debe andar muy fino para que Mendes juegue delante de él.

Arribas. De lo poco salvable de los almerienses. Probó fortuna con un disparo con rosca desde la frontal antes del 3-0.

Marciano. En su debut en Primera División (el pasado curso era juvenil) mostró más que Koné. Tendrá más minutos en próximas jornadas.

Lázaro Vinicius. Ha desaparecido del panorama a pesar de las urgencias almerienses y estuvo desaparecido durante el cuarto de hora que tuvo en el Nuevo San Mamés.

Puigmal. Lateral derecho el último partido, hizo las funciones de mediocentro ofensivo.

Lasarte. No ha sido capaz de lavarle la cara al Almería tras la destitución de Vicente Moreno, despidiéndose del primer equipo con un punto sobre seis posibles y seis goles encajados en dos partidos. Presentó cuatro cambios en la alineación (Mendes, Baba, Embarba y Koné), dos de ellas, obligadas al estar lesionados Édgar y Luis Suárez. Cambió el dibujo, formando con un 1-4-2-3-1. Su equipo estuvo a merced del Athletic desde el pitido inicial hasta el final.