Aprobados y suspensos de un Girona paralizado

Gazzaniga: Pese a llevarse cuatro goles, el portero fue, junto a Danjuma, el mejor jugador del Girona. Aguantó todo lo que pudo. Se lució, durante muchos minutos, con el fuego enemigo, pero se quemó con el amigo. Brilló ante los intentos de Fermín y Lamine Yamal y siguió, con una parada portentosa en el 22’, ante un cabezazo de Araujo. No pudo hacer nada ante el tanto en propia puerta de Krejci. En el minuto 60 y en el 90′, el palo le ayudó a desviar los tiros de Eric García y Lamine Yamal. Instantes después no se entendió bien con Krejci y Lewandowski fue más listo que ninguno y marcó. El 3-1 y 4-1, muy difíciles de parar.

Francés: Tras cinco partidos de Liga sin minutos, reapareció en el lateral derecho. Estuvo correcto en defensa y ya, no pudo sumarse ni una sola vez al ataque. Se intuye que Míchel tampoco se lo exigió porque bastante hacía con achicar agua.

Blind: Siempre correcto y con un porcentaje de acierto, tanto en salida de balón como en las acciones que tuvo que ir al corte del balón, muy alto. Dirige a sus compañeros, un líder. Fue quien recuperó el balón, y quien dio la asistencia, para el 1-1 de Danjuma.

Krejci: Tuvo una pésima fortuna en el 1-0 del Barça porque el balón le golpeó en la mano y bastó para despistar a Gazzaniga y dirigir la pelota a gol. Tuvo personalidad para no venirse abajo y la muestra fue que en el añadido de la primera mitad hizo cesión a Gazzaniga con el pecho. Pero volvió a salir en la fotografía del 2-1 porque pudo entenderse mejor con su portero y tener más contundencia ante Lewandowski.

Miguel: Le tocó ‘bailar’ con el peor rival posible: Lamine Yamal. El extremo azulgrana le volvió loco y le superó una y otra vez. Tomó demasiados riesgos en la salida de balón y perdió muchas veces la posesión. En el 65′, Lewandowski le dio un buen susto, pero le ‘salvó’ Gazzaniga.

Arnau: Fue el comodín de Míchel. Se multiplicó para jugar de mediocentro y carrilero. El problema fue que se le vio, en demasiados minutos, un tanto revolucionado y superado. Perdió varios balones que ayudaron al Barça a crear peligro.

Arthur: Volvió a jugar contra el equipo que le trajo a Europa, el Barça, y lo cierto es que apenas pudo lucir. Su equipo no logró arrebatarle la posesión al rival y persiguió sombras. Aguantó 71 minutos sobre el terreno de juego, fue sustituido por Jhon Solís.

Herrera: Le fue imposible desarrollar su juego de ‘box to box’. Tuvo que defender más de lo que está acostumbrado y con el balón en los pies tampoco estuvo del todo saneado.

Tsygankov: Como todos sus compañeros del centro del campo y la delantera, sin balón es imposible lucir. Pese a ello, disfrutó de una buena oportunidad en los primeros minutos de partido, tras la asistencia de Asprilla, aunque su disparo se fue muy alto. No tuvo un encuentro sencillo.

Danjuma: Su primera mitad fue un suplicio, demasiado solo arriba y en todas las ocasiones le ganó un defensa del Barça. Se cansó de correr y lanzar desmarques para intentar dar alguna solución a sus compañeros. En la segunda parte tuvo premio porque Blind, con su pase, le dejó solo ante Szczęsny y no perdonó. Gran gol. Con las entrada de Stuani, en el 70′, se fue a la banda izquierda y tuvo más contacto con el balón y creó peligro.

Asprilla: Empezó bien y se fue apagando. Dio un buen centro a Tsygankov y después el susto del penalti (fue anulado por el VAR) le pasó factura. Se agarrotó. Su acción con Fermín traerá cola porque llegó tarde y le tiró al suelo. El árbitro señaló falta al borde del área, pero desde el VAR le advirtieron que era dentro y tras verla por la televisión decretó que hubo nada. Fue el primer cambio del Girona.

Portu: Apareció con ganas y destiló velocidad y verticalidad.

Stuani: Poca incidencia, apenas tocó el balón.

Solís: Llegó tarde a muchas jugadas. En el 3-1, De Jong le superó con facilidad.

Misehouy: Sin incidencia.

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