Aprobados y suspensos de un Espanyol que se consume
El equipo perico, que acabó con diez y ajusticiado por Stuani de un penalti discutido, siguió a merced de un Girona que tuvo mejores oportunidades. Briathwaite anotó de nuevo.
Pacheco: El meta empezó el encuentro valiente en el juego aéreo aunque sufrió en alguna acción con la fuerza de Castellanos. Le sacó una buena mano a Tsygankov y detuvo otro lanzamiento al filo del descanso de Javi Hernández. En la segunda mitad tuvo trabajo y solo pudo hacer la estatua ante el sorprendente remate de Arnau Martínez. Con los pies, buscó en largo a Joselu en la mayoría de acciones. No adivinó el lado del penalti de Stuani.
Rubén Sánchez: Todo lo que rodea al lateral canterano acontece a mucha velocidad. Como sus internadas por la derecha, marcadas por la potencia pero la imprecisión. En defensa, fue agresivo en la primera mitad aunque controló a su par. Probó un lanzamiento a puerta en el 41′ que se fue desviado. Voluntarioso, se ofreció en todo momento y su centro a Puado acabó en el 1-1.
César Montes: Para lo bueno y para lo malo, el mexicano pasa desapercibido en los encuentros. Solvente en el juego aéreo, sin arriesgar nunca con el balón y sin tampoco verse superado en los duelos. Buena noticia para un central que, pese a no cometer errores, ha visto como no ha mejorado el equipo en este tipo de tareas defensivas y sigue recibiendo una media de goles que se acerca a los dos por encuentro.
Sergi Gómez: El mejor de la línea defensiva perica hasta la expulsión. En la primera mitad, salvó una ocasión clarísima de Oriol Romeu y controló la espalda de Óscar Gil, por la que penetró hasta en dos ocasiones Tsygankov. Estuvo blando en un uno contra uno con Castellanos que estuvo a centímetros de anotar el 1-0, pero se mostró firme en el resto del encuentro y sus balones en largo tuvieron más intención que la del resto de compañeros. Recibió una amarilla por una brusca entrada a Casellanos que finalmente fue roja según el VAR.
Óscar Gil: Le tocó jugar de nuevo por la izquierda, posición inédita durante toda su carrera pero que este curso ya ha tenido que desempeñar hasta en tres ocasiones. Empezó con muchas dudas, dejando excesivo espacio con el central para que penetrara Tsygankov. Estuvo mejor en los duelos que en el posicionamiento. Fue de menos a más, aunque su lado fue de nuevo el más débil del equipo.
Gragera: Actuó en el doble pivote con Vinicius para dar más solidez al equipo. Apenas pudo participar en la construcción del juego de un Espanyol que jugó directo, a la cabeza de Joselu. En fase defensiva tuvo trabajo echando una mano a Óscar Gil ante Tsygankov. En la jugada del gol su despeje quedó muerto a los pies de Arnau Martínez, que anotó. Fue sustituido por Denis Suárez en el minuto 60, cuando el equipo perico se lanzó al ataque.
Vinicius: Fue un partido de pico y pala para el brasileño, más perdido cuando tuvo que saltar a la presión de los gerundenses teniendo en cuenta su gran juego entre líneas, pero estuvo mejor cuando el equipo se juntó más y pudo recorrer menos espacios. El futbolista fue un líder, hablando con sus compañeros y no desesperándose pese al marcador en contra hasta el empate de Braithwaite. Cometió un penalti discutido al forcejear con Santi Bueno y acabó nervioso cometiendo faltas que restaron.
Darder: Con Gragera y Vinicius por detrás, el mallorquín tuvo más libertad para poder actuar en zonas de influencia en ataque. Le sacó un amarilla a Romeu e intentó darle criterio al juego, más precipitado que en otras ocasiones al tener por delante a Puado y Braithwaite. Estuvo impreciso en las jugadas de estrategia, pero se adaptó con la entrada de Denis Suárez a una posición más defensiva. Se implicó defensivamente como el que más pese a la facilidad del Girona para neutralizar la presión perica.
Puado: El mejor jugador del Espanyol en el partido. Voluntarioso en defensa, fue quien aportó más profundidad aunque no tuvo demasiados acompañantes. Sus conducciones permitieron que el Espanyol avanzara y fue un sistema ofensivo por sí mismo. El delantero, además, le dio la asistencia a Braithwaite de cabeza después del centro de Rubén Sánchez.
Joselu: Volvió de debutar y anotar dos goles con la Selección, pero no tuvo su tarde. Muy marcada y neutralizado, no logró rematar a portería hasta el añadido. El jugador fue el boya del equipo perico pero en esta ocasión no marcó la diferencia.
Braithwaite: Las cosas del danés, que pasó de puntillas durante todo el encuentro pero que cuando Diego Martínez lo situó como delantero centro enchufó gol, como en Valladolid. Su intuición en el área le valió para empatar aunque finalmente fue insuficiente.
Denis Suárez: El mediocentro, falto de ritmo, no marcó las diferencias esperadas. Intentó un par de pases filtrados sin éxitos y solo pudo darle continuidad al juego. Cometió faltas innecesarias y fue sustituido de nuevo. Su cara en el banquillo era un poema.
Calero: Salió después de la expulsión de Sergi Gómez, pero el Girona anotó de penalti el 2-1. No pudo hacer mucho más.
Keidi Bare: La mejor noticia fue su vuelta a los terrenos de juego. Salió con 1-1 pero al minuto el Girona se puso de nuevo por delante.
Melamed: Jugó pegado en la izquierda el tiempo añadido pero no tuvo margen para generar peligro.
Pierre Gabriel: Cerró en defensa con una línea de tres. Reapareció después de la lesión. No tuvo incidencia.