Aprobados y suspensos de Pucela: Trabajo grupal, triunfo coral

El Real Valladolid se puso el mono de trabajo para lograr su segunda victoria en apenas tres días en un partido en el que el bloque se ganó los tres puntos que se metió al zurrón. Pese a que la Real Sociedad amasó mucho el balón, los de Pacheta fueron propositivos mostrando otra cara y aplicando a la perfección la idea de su entrenador.

Masip: Contemporizó desde la primera mitad para dar un resuello a sus compañeros. En ese periodo, la Real Sociedad apenas le inquietó con disparos desde lejos. Salió bien de puños con el envío lateral más peligroso txuri-urdin. Desveló luego Pacheta que jugó con unas molestias estomacales, lo que le da mérito.

Joaquín: Parece haber vuelto por sus fueros, que es otra vez el zaguero firme y rotundo que acumula buenas acciones defensivas. Volvió a guardar las espaldas a Lucas Rosa, aunque no necesitó salir demasiado de zona. Como los demás centrales, se solidificó atrás ante los centros realistas.

El Yamiq: Se multiplicó para cerrar espacios. Por arriba volvió a ser un bastión: ganó duelos y, además, realizó ocho despejes, más que ningún otro jugador en el partido. El abrazo con Feddal al final del encuentro refleja el sufrimiento del partido... y el personal: jugó los 90 minutos sin aparentes molestias.

Javi Sánchez: Se lanzó al ataque en un par de ocasiones, por el pasillo izquierdo, generando situaciones amenazadoras. Además de sus incursiones ofensivas, meritorias, se encontró bien resguardado en posiciones traseras, donde cumplió bien, como en resto de sus compañeros.

Lucas Rosa: Weissman no llegó por pocos centímetros a su primer centro, milimétrico, cerca de la media hora de juego. Le buscaron mucho las cosquillas en el primer tiempo, aunque no se amilanó en una sola ocasión. Algo intermitente en ataque, escogió bien sus subidas. Volvió a cumplir con nota.

Monchu: Tocó con precisión hacia Weissman, que no llegó a tocar, y aunque el balón entró, no subió al marcador. Puso un pase maravilloso para la carrera de Sergio León previo al 1-0 y robó el cuero en lo que pudo ser el 2-0 de Weissman. Pudo coronar su actuación con un gol de saque de esquina directo. Currante vestido de MVP.

Iván Sánchez: Obligado a colgar el frac, se desgastó en unas labores defensivas en las que no brilla tanto. Dio sensación de fatiga ya antes del descanso, y no era para menos, puesto que la Real Sociedad acumuló mucho balón. Trabajó, pero seguramente mucha gente le pidiera más.

Óscar Plano: Persiguió a todo campo a Zubimendi, tratando de incomodarle la salida, en uno de los movimientos tácticos del partido, por lo menos hasta la entrada de Illarramendi. Recuperó varios balones e intentó salir veloz, como ante el Celta, aunque en una de esas cortaron su acción.

Escudero: Asomó con inteligencia en campo rival, eligiendo cuándo asomar e incluso cuándo finalizar, puesto que lo hizo una vez, aunque fuera. Después de un inicio de temporada algo dubitativo, se va compactando. Realizó varias acciones defensivas de mérito, como el resto de la línea trasera.

Sergio León: No falló a su cita con el gol: corrió al pase largo de Monchu y definió a la perfección frente a Remiro. Habilitó a Weissman para su ocasión a la media hora. Fue de los primeros sacrificados después de hartarse a correr, ya que los delanteros lideraron la defensa un día más.

Weissman: Remiro le negó el gol en un buen disparo que amenazaba con convertirse en el 2-0. Lástima, pues se trató de una buena definición que, seguramente, le habría venido bien a nivel emocional. Como aventuró Pacheta, el tanto llegará. Esta vez, lo que tocaba, era bregar.

También jugaron en el conjunto de Pacheta:

Aguado: Lideró una transición magistral nada más entrar que Zubeldia evitó cuando se encaminaba hacia la portería. Fue un soplo de aire fresco para el centro del campo, que salió con piernas en sus primeros instantes sobre el tapiz. Luego le tocó defender, como a todos.

Plata: Rozó el gol en su primer fuera-dentro, que miraba a la escuadra. Esta versión suya, más parecida en algunos aspectos al Plata de la selección, también promete alegrías para un Real Valladolid que, más pronto que tarde, no obstante, lo recuperará para el once.

Feddal: Tuvo una ocasión muy clara en una segunda jugada a balón parado que pudo suponer la sentencia. Relevó a Javi Sánchez y lo hizo manteniendo las revoluciones altas, ayudando al equipo a compactarse y acabar ganando.

Malsa: Salió demasiado templado y cometió un error nada más entrar. Se le vio, en general, así, poco tenso.

Sergi Guardiola: Apenas tuvo oportunidades para salir corriendo. Tuvo que defender y lo hizo.