Aprobados de un Espanyol que cree en su Dios Darder
El capitán anotó el 0-1 y fabricó el 1-2 con una jugada para enmarcar mientras que el equipo perico defendió mejor que en los últimos encuentros y sigue con vida en la Liga.
Pacheco: La tensión del partido también se notó en el portero pacense, que alternó momentos de seguridad con otros de dudas. En la primera mitad RdT lo probó en dos ocasiones, con disparos en el minuto 22 y en el 28 que detuvo sin problemas el meta perico. Dejó el balón demasiado muerto cerca de la portería en el penalti que comoetió Óscar Gil y transformó De Tomas, y en la segunda mitad salió de la portería de manera equivocada en una acción que estuvo a punto de costar el 2-1. Seguro por arriba, aguantó el tipo y sin errores en los momentos determinantes.
Óscar Gil: Después de todo lo que aconteció en el derbi, de su mal encuentro, su inferioridad ante Balde y las mofas del banquillo del Barça, el lateral perico empezó con buen pie en Vallecas, con la ayuda de Puado y con acciones de mérito ante el peligroso Álvaro García. Pero de nuevo cometió un error de bulto en el penalti del 1-1 al tocar el balón con la mano de manera incomprensible. Se rehizo, como dijo Luis García en la previa, y acabó con entereza un encuentro que supuso una victoria trascendental para el Espanyol.
Sergi Gómez: Entró en el equipo en lugar de César Montes. Principalmente para ayudar más a Gil, teniendo en cuenta la facilidad del catalán para desplazarse por el campo y hacer coberturas. Aunque RdT le ganó la espalda en muchas ocasiones en la primera mitad, Gómez hizo un notable partido defensivo aunque con el balón cometió algunas pérdidas peligrosas. Pese a ello, el equipo confía en él para la salida de balón y facilitó muchas jugadas de progresión por dentro. Se marchó en el minuto 75 lesionado.
Cabrera: El central uruguayo defendió espartanamente la victoria del Espanyol en un partido donde la zaga mejoró sus prestaciones al estar más arropada con la presencia de Calero por delante y el esfuerzo de la línea de centrocampistas. Seguro por arriba, jugó demasiado en largo y Luis García le pidió calma, pero controló el segundo palo ante la insistencia de los centros rayistas por su lado izquierdo.
Brian Oliván: De nuevo, los goles del Espanyol llegaron por su costado. El primero con un centro al segundo palo cuyo rebote tras tocar Óscar Gil lo cazó Darder. Y, el segundo, y aunque no participara, su desmarque propició que el central dudara y Darder pudiera tener más espacio para armar el disparo. El barcelonés domina los tiempos y sabe aparecer en el momento oportuno. En defensa, y aunque sufrió un manotazo de RdT en la primera mitad que requirieron las asistencias médicas, controló después a un Isi que no generó peligro salvo en una ocasión que sí le ganó la partida en la segunda mitad. Por suerte, el murciano lanzó alto.
Calero: La sorpresa de la alineación. El vallisoletano jugó por delante de la defensa y aportó equilibrio, especialmente para frenar a Trejo, aunque Comesaña fue indectable y entró desde segunda línea. El posicionamiento del futbolista tuvo alguna desventaja en situaciones en las que recibió de espaldas, poco acostumbrado a estas situaciones al ser central. Alguna que otra pérdida generó peligrosas transiciones de un Rayo impreciso. Fue sustituido por Keidi Bare tras completar un buen encuentro.
Darder: Se acaban las palabras para calificar al mallorquín. Dio un clínic ante un Rayo Vallecano que dejó espacios. Su primer gol mostró su extraordinario golpeo, al cazar un rechace y mandarlo con el empeine exterior al lateral de la red. El segundo, obra de Melamed, vino precedido de un eslalom del capitán que se zafó de dos rivales que le hicieron falta y después decidió lanzar. El balón se estrelló en el poste. Más allá de esas acciones, Darder le dio continuidad siempre al juego, arriesgó con regates y conducciones e inició contraataques al encontrar a Melamed por dentro. Un diez para el diez.
Puado: El barcelonés no brilló excesivamente en ataque pero controló defensivamente a Fran García. Aunque no estuvo demasiado acertado, tuvo el 1-3 en sus botas. Lo hizo todo bien menos la difinición. Se desmarcó, controló pero buscó el palo corto y el balón no le cogió rosca.
Melamed: Por dentro se potencia sus virtudes. Aunque no fue su mejor partido, tapado en la primera parte por Pathé Ciss, mejoró en la segunda cuando intentó evitar esas zonas. Siempre liberado, anotó el 1-2 entrando desde atrás después de que antes remató de cabeza en el área e hizo lucir a Dimitrevski. Dio una asistencia a Puado que no logró culminar y otra a Joselu. Recibió faltas, arriesgó y acabó fundido tras el esfuerzo.
Denis Suárez: Jugó acostado en la izquierda pero con tendencia a jugar por dentro. Mejor en labores defensivas que en ataque. Denis se puso el mono de trabajo sobre todo después del 1-2, cuando ayudó a Brian y contuvo a Balliu. Con balón, le dio continuidad al juego, se asoció con Melamed y Darder y contribuyó a que el equipo encontrara situaciones de gol durante todo el encuentro.
Joselu: Aunque hace jornadas que el delantero no tiene la chispa de antes, siempre es un mal de cabeza para los centrales. Su presencia abre huecos, como los que encontraron Darder, Melamed y Puado durante el encuentro. Lanzó en el ‘14 un remate potente con la zurda que desvió el meta del Rayo, mientras que no logró tener más oportunidades. Tampoco consiguió incomodar a los centrales en fase defensiva al estar siempre en inferioridad en la presión.
Keidi Bare: El albanés fue el primer cambio de Luis García. Salió como mediocentro posicional y ayuda a controlar las segundas jugadas.
Montes: Fue una sorpresa que jugara de suplente, al haber sido titular siempre desde que llegara al Espanyol. Le tocó salir con 1-2 y se movió con maestría en la defensa de área, su principal virtud. Un muro de cabeza.
Vinicius: Ayudó en los compases finales a defender los centros del Rayo Vallecano.
Expósito: El mediocentro contribuyó como pudo a defender el 1-2 en los últimos minutos.