Ansu, hacia una encrucijada
Si el escenario del 10 sigue igual, habrá caso a final de temporada; el jugador quiere más continuidad; Xavi y el club, más rendimiento. La IA lo sitúa entre los jugadores que menos valor generan de LaLiga.
El Barça da la sensación de caminar hacia una encrucijada con Ansu Fati. Xavi intenta parar el golpe como puede. “Paciencia con él, ya le saldrán las cosas. Confiamos muchísimo en él, está con una mentalidad tremenda”, dijo el pasado sábado cuando se le volvió a preguntar por el futbolista, que no termina de arrancar. Pero el discurso público y le debate interno con Ansu van por otro lado.
En los últimos días, se ha deslizado, sea desde el entorno del club o del propio jugador, intereses de grandes europeos como Manchester United o Bayern. Un buen síntoma de que algo se mueve con el jugador ya que en su día, cuando era intocable, el interés de los red devils, que entonces sí fueron muy en serio a por el jugador, pasó casi de puntillas.
El caso de Ansu tiene dos prismas claros. El Barça lo renovó hasta 2027 con una cláusula de 1.000 millones de euros y le dio la camiseta con el número 10 escenificando que quería convertirlo así, junto a Pedri, en el futbolista franquicia de la “nueva era”. Por entonces, octubre de 2021, la apuesta por Ansu parecía segura. El jugador estaba regresando de su grave lesión en la rodilla izquierda y, ahora sí, daba la sensación de que era la reaparición buena. Luego llegó la lesión en Balaídos y, posteriormente, la de San Mamés. Las dos, en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Un año después, Ansu sigue sin consolidarse. Al menos, para Xavi. Ansu ha jugado todos los partidos de la temporada (31) pero no se ha consolidado como titular. Ha tenido chispazos que permiten ilusionarse con el jugador que proyecta. Sus minutos en el Reale Arena, su golazo contra el Betis en la Supercopa. Pero cada vez que ha salido en el once, no ha terminado de funcionar. Partiendo desde el once, sólo ha metido un gol, al Villarreal.
“¿He sido el peor?”, le dijo a Eric Garcia cuando Xavi lo sustituyó por Raphinha en el minuto 57, frustrado por lo que consideraba una falta de confianza. “He sido injusto con él”, dijo el técnico después de la semifinal de la Supercopa contra el Betis, que Ansu revolucionó con un gol y en el que estuvo a punto de hacer otro que salvó Bravo con un paradón. Después de ser “injusto” con él, sin embargo, Xavi no le dio la alternativa en la final contra el Madrid y prefirió los cuatro centrocampistas. Ansu ni siquiera ha sido titular contra el Intercity o el Ceuta en Copa. Y cuando llegó su momento por la ausencia de Lewandowski en el Metropolitano, ante el Getafe y en Girona, no funcionó. Olocip, le herramienta de Inteligencia Artificial, le sitúa entre los jugadores que menos valor han generado de LaLiga (-0,7), lo que significa que penaliza con sus acciones al equipo. Y en cuanto a su valor por 90 minutos, la IA le concede los peores datos desde que subió al primer equipo del Barça. Del 1,13 de la temporada 2020-21 (justo hasta que se lesionó contra el Betis) ha pasado al 0,07. En las cifras no está todo, pero el dato llama la atención.
Hay muchas voces que piden más continuidad para Ansu, pero el Barça no espera a nadie y al delantero, como al resto, le toca hablar en el campo. La gran pregunta es si el jugador estará dispuesto a soportar una suplencia permanente y si el club le va a dar el tiempo suficiente para que vuelva a ser el futbolista que quedó sólo por detrás de Haaland en el Golden Boy. Jorge Mendes, de momento, observa con atención el escenario. Ansu es un jugador apetecible y los tentáculos del representante, alargados. Habría, además, muchas opciones sobre la mesa. Con contrato hasta 2027, ni siquiera sería descartable una cesión. Queda temporada y partidos para que el cuadro cambie. Pero si no es así, el caso Ansu camina hacia la encrucijada.