Ángel Torres: “He puesto mi vida en peligro por el Getafe”

Hablar del Getafe es hablar de su presidente: Ángel Torres (Recas, Toledo, 1952). El directivo lleva 30 años al frente del club azulón, al que ha llevado a sus mayores éxitos: 20 años en Primera, plantar cara al Bayern en Europa y jugar dos finales de Copa. Él huye de esa personificación sobre su figura, considerándolo su mayor error en el club, mientras atiende a AS en una distendida charla.

Es uno de los emblemas del Getafe, ¿cómo fue su llegada?

Yo llegué en la temporada 1986-87. Estuve un año con el equipo en 2ªB. No me gustaba el mangoneo que había aquí por parte de los políticos y, al final de la temporada, me marché con la intención de no volver. En 1999, mi amigo Pedro Castro (alcalde de Getafe ese año) me dijo que el equipo desaparecía otra vez y me convenció para volver. Siete u ocho empresarios nos reunimos y decidimos hacernos cargo del Getafe, nombrándome presidente porque todo el mundo decía que era el que más sabía de fútbol. Pero este deporte es como la medicina: todo el mundo dice que sabe, pero pocos tienen idea.

Se dice por ahí que usted es de ver partidos de fútbol de sábado a domingo y en campos muy humildes.

Es cierto. Yo conozco todos los campos de Madrid. Desde el del Botiche hasta el del Moscardó pasando por el del Carabanchel. Me los he pateado mucho. Ahora voy mucho menos, pero antes iba porque no debemos olvidar que el Getafe antes de llegar yo estaba jugando en esas categorías: tercera y 2ºB.

El Getafe pasó del fútbol regional a Primera con usted.

Hasta que yo no llegué al club, el Getafe no había estado dos años seguidos en Segunda. La segunda vez que llegué hicimos dos ascensos.

Muchos equipos del sur de Madrid ven al Getafe como un ejemplo: pasar del fútbol no profesional a ser un histórico en Primera.

Creo que está bien, es muy positivo. Hemos sido uno de ellos, pero las circunstancias y nuestro trabajo han hecho algo anormal: que un equipo humilde como el Getafe lleve 20 años en Primera. Sin embargo, nunca hemos perdido nuestra humildad y hemos intentado ser siempre solidarios y desinteresados. Cuando se ha requerido nuestra presencia en cualquier inauguración, partido homenaje y demás actos, el Getafe ha ido. Es bueno para el fútbol que haya equipos como el Getafe que siempre presten su mano.

¿Por qué esa ayuda?

Porque sé lo mal que se pasa en ese fútbol humilde. Lo menos que podemos hacer es ayudar porque nunca se sabe si el Getafe puede volver a estar ahí algún día. Los equipos más humildes lo están pasando muy mal. Los ayuntamientos cada vez ayudan menos.

¿Qué significa el Getafe y esta ciudad para usted?

Yo llegué aquí con 13 años de Recas, un pueblo de Toledo. Y al año siguiente me hizo abonado el dueño del taller en el que trabajaba. Me dijo: “Si me limpias la piscina, te regalo el abono”. Y así fue como empezó mi historia con el Getafe y Getafe. Limpiando una piscina bajo un sol abrasador de julio.

Y, ¿con qué se queda con todos los años de su gestión?

Con el ascenso en Tenerife. Como eso no hay nada, la gente me quería tocar, lloraban, colapsaron la M-40. Además, también fue un momento muy bonito la eliminatoria ante el Bayern de Múnich de la Copa de la UEFA. De esa noche se pueden contar muchas cosas.

Cuénteme alguna.

Además de que toda España fue del Getafe esa noche, tuvimos un hecho muy bonito y especial con la Casa Real. Ese día tanto el en ese momento Rey de España, Juan Carlos, como el Príncipe Felipe estaban en el campo y eso, en teoría, no se puede por un tema protocolario y de seguridad. También vino el presidente del Real Madrid, el del Atlético...

Una gran noche europea.

Y no ha sido la única. Recuerdo la frase de Beckenbauer, que en paz descanse, que decía: “No sabemos dónde está Getafe”. Le enseñamos donde está con la exhibición que dimos en el Allianz. También al Ajax en Ámsterdam. La gente ha disfrutado mucho con su Getafe por Europa.

Habla con orgullo.

Así lo siento y cada día va a más. Estamos creciendo mucho. Yo he estado aquí con 6.000 abonados y eso era casi subsistir. Ahora es otra realidad. Esta ciudad me lo ha dado todo, llegué hecho un niño y hemos conseguido algo que es muy difícil de conseguir.

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¿Esa modernización y crecimiento de la que ha hablado es ambición del club o fruto del plan LaLiga Impulso?

Todo tiene su porqué. Nosotros tenemos que crecer porque la gente lo está pidiendo. Este año tenemos 13.000 abonados porque cerramos el tiempo de abonados antes de tiempo. No queríamos tener más por la remodelación de los estadios. Ahora todos quieren ser socios del Getafe y eso no va a poder ser con las obras. Tenemos que ver cómo compaginar el tema de las obras y de los abonados.

¿Qué tienen pensado?

La gente puede estar tranquila. Los abonados que sufran algún perjuicio con las obras podrán ver un mínimo de partidos y respetaremos la antigüedad y la zona en los años que su zona esté en obras si durante ese tiempo no quiere hacerse abonado. Intentaremos tener un número de entradas para que esos abonados perjudicados puedan ver un cupo de partidos de manera rotativa. Dentro de que tiene que haber un entendimiento con la afición, se intentará que haya el menor agravio posible.

Dice que cuando se construya el nuevo estadio deja de ser presidente, ¿lo mantiene?

Sí, sí. Lo mantengo. En la temporada 2027-28. Se lo he prometido a mi familia y eso es sagrado. Llevo demasiado tiempo y ahora soy abuelo de un nieto y con otro en camino. El tiempo es de las pocas cosas que no tienen retroceso.

Cuándo se vaya, ¿el Getafe pasará a algún hijo suyo?

Ninguno de mis tres hijos quiere asumir la responsabilidad del padre. Tendré que buscar alguna alternativa fuera porque dentro no la hay. Espero que haya algún loco que quiera dar el paso.

Bueno, este es un club apetecible.

Sí, pero se ha hablado demasiado de Ángel Torres y poco del Getafe. Uno de mis errores como presidente. Es verdad que soy el máximo accionista porque tuve que ir haciéndome cargo de las acciones de otros. Sin embargo, siempre respetando y no sólo eso. A todo el que había puesto un euro, yo le daba dos. Yo lo único que he hecho es trabajar por este club a muerte, pero se ha hablado demasiado poco de este equipo. Una pena.

¿Qué precio le pondría hoy día al Getafe?

Nunca he vendido un club y no sé el precio que tiene. No me preocupa tampoco. Lo que sí sé es que le he dedicado toda mi vida, he sacrificado a la familia y he puesto en peligro mi vida. Estoy orgulloso y agradecido de haber devuelto a esta ciudad todo lo que me ha dado.

¿Le gustaría que cuando se fuese tuvieran algún detalle con usted, por ejemplo, poner al estadio su nombre?

No. Espero que no se le ocurra a nadie. En vida no soy partidario de homenajes de ese tipo porque sólo dividen a la gente. Yo sólo quiero sumar. Cuando yo me muera que hagan lo que quieran. Mira, me pusieron un busto, que encima era horroroso, que cómo lo pusieron, lo quitaron y ni idea de dónde está.

¿Qué queda de ese Getafe del 86?

El espíritu obrero que tiene esta ciudad, sin lugar a dudas. Con la industria aérea, automovilística...

¿Qué opina de estos nuevos tiempos que corren con la Superliga y esos que dicen que el fútbol cada vez interesa menos a la gente joven?

Con el fútbol no puede nadie, ni la guerra, ni nada. Sin embargo, hay que pensar que el fútbol ha cambiado mucho y hay que estar atentos. Es cierto que el 80% de los ingresos de los clubes humildes, como el Getafe, vienen de la televisión. Como estos digan “hasta aquí hemos llegado”, los futbolistas tendrán que replantearse lo que ganan. Yo lo he dicho alto y claro. Los clubes trabajamos para los futbolistas, los representantes y Hacienda. Para club y aficionados, poco, por desgracia. Los precios son disparatados y hay mucha gente que no puede ir al estadio por estos precios.

¿Se le está yendo al fútbol mucho dinero entre futbolistas, representantes y Hacienda?

Mucho, pero es culpa nuestra por no habernos plantado. Todos ganan mucho y la que más Hacienda. Al menos tenemos que agradecer que gracias al último Decreto del Gobierno, el reparto se ha igualado.

¿Y la Superliga?

La Superliga es una ruina, acabaría con todo el fútbol porque tú te cansarías de ver un Manchester-Madrid siete veces por temporada. Pierde todo el morbo. Y a los humildes nos mataría. Tienen que replanteárselo. Y los últimos pasos judiciales que se han dado son un salto hacia el vacío para quedar bien. Al final, la Superliga va a quedar en nada de nada.

¿Eso cree usted?

Estoy segurísimo. No va a haber nada de nada.

¿Cómo está la salud económica del fútbol español?

Muy endeudada. Y si todos los equipos fueron de propietarios, como es el caso del Getafe, ya te digo yo que no querrían la Superliga. Lo que no puede ser es que haya una ley en la que tres equipos no se estén jugando la pasta como me la estoy jugando yo. Entonces, ya verás como no querrían la Superliga. Lo que tendrían que hacer es bajar, que unos añitos se jueguen su dinero y ya verás como nadie querría ser presidente o directivo. Aquí no se hace rico nadie. Yo nunca he tenido un sueldo. Si ves la deuda de todos los equipos que reclaman la Superliga, pues como no nos dediquemos a las palancas...

Hablando de fútbol, ¿cómo ve al Getafe?

Pues veníamos de tres años muy malos, hemos sufrido mucho. La experiencia y la suerte nos ayudó mucho. Este año nos hemos reforzado bien y tenemos un entrenador que es un seguro de vida. Encima hemos traído al inglés y la gente se está divirtiendo en el Coliseum. Es un jugadorazo, una máquina de hacer fútbol. Y si Borja Mayoral está tan de dulce, pues es mucho más sencillo.

¿Va a ir a la Selección?

Sería injusto que no fuese así. Si va a ser el máximo goleador español, se merece una oportunidad. Igual que Soria, el portero más regular con Oblak de los últimos seis años del fútbol español. Y ni una convocatoria. Yo espero que a Borja Mayoral sí le lleven.

¿Jugar en el Getafe penaliza para ser llamado por España?

Indudablemente. No sé si ha venido una vez aquí el seleccionador, pero le ves con asiduidad en otros campos. Mira que le tengo una admiración enorme, pero creo que no trata a todos con el mismo rasero. Los equipos humildes también tienen su ego. Tienen que llamar a los mejores, sí, pero Mayoral es el mejor delantero español de una Selección, en teoría, sin gol. No tendría ninguna justificación futbolística no llevarle ahora.

¿Dónde coloca al equipo?

Yo ya he dicho que el equipo debe estar entre el octavo y el duodécimo. Una vez ahí hay que ver si vamos para arriba y podemos luchar alguna plaza europea. Sin embargo, los equipos de arriba están muy fuertes. Desde al Madrid hasta el Girona. Es muy bueno que surjan historias como las del Girona para el fútbol español.

¿Le va a dar para pelear la liga?

No sé, pero siguen sin caer, sin bajar el pistón.

¿Le cansa la crítica y la animadversión hacia su equipo?

Qué va. Me divierte y me entretiene. Sobre todo, con mi entrenador. No he visto una cosa más injusta que lo que se dice de Bordalás. Qué haya gente que todavía reniegue de él... No sé que quieren de él, una persona que ha venido desde abajo y se le tacha de ‘antifútbol’. Con buen equipo juegan bien todos, con un equipo peor tienes que hacer otro fútbol. Le conocí cuando entrenaba al Alicante.

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¿Cómo es Bordalás?

Él ha cambiado mucho en el manejo del vestuario, en las ruedas de prensa, en la comunicación, en el saber dónde está. Es una buena persona, un buen profesional y se merece una oportunidad en un equipo grande.

¿Le molestaría?

Nada. Me gustaría, de hecho. No soy egoísta.

El partido del Real Madrid vuelve a coincidir con un cierre del mercado, ¿qué valoración hace?

Es un error que la ventana esta sea tan larga acabando tan pronto la competición. Además, no hay dinero. Qué vamos a fichar. Ya ni en Arabia gastan dinero. Nosotros, las dos cosillas que teníamos que trabajar, las tenemos ya hechas. Espero un cierre de mercado tranquilo.

¿Espera un cierre tranquilo, entonces?

Sí. Los que están metiendo goles tienes clausulas como para estar tranquilos. Si los que menos juegan o acaban contrato, tienen alguna buena oferta para salir se le ayudará. Choco Lozano tiene algunas cosas. Es un buen chico, pero los de arriba están muy bien. No le puedo garantizar tener minutos. Eso nunca lo hago.

¿No es un presidente intervencionista?

Para nada. Nunca le diré a un entrenador lo que tiene que hacer, ni mucho menos. Nunca bajo al vestuario, ni antes, ni después. Así si veo alguna mala cara, no me enfado. Ojos que no ven corazón que no siente. Siempre he huido del vestuario.

¿Cómo se fraguó el fichaje de una estrella como Greenwood?

Se dieron una serie de circunstancias que analizamos, valoramos y nos decidimos. Llegamos a un acuerdo con el United y con el chico de protegerle y respetarle. Lo primero que hicimos fue alquilarle un chalet para que viniera la familia a vivir con él. El Manchester y el chico nos lo han agradecido.

¿Tiene futuro en el Getafe?

Parece ser que la idea es que no vuelva al United y ahí se abre una posibilidad para nosotros.

¿Qué armas va a utilizar el club para quedárselo ante el interés de Barça y Atlético?

Y nosotros también estamos interesados y somos propietarios de una parte. Si hay algún interesado y vienen con los cuartos, poco puedo hacer.

¿En algún momento se plantearon no acometer su fichaje?

No. Lo que sí hicimos fue investigar lo que había ocurrido y la situación legal. Todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad.

Hablemos del Real Madrid.

Gran equipo.

¿Pueden meterle mano?

Aunque son un grandísimo equipo, creo que podemos...

¿Un mensaje para la afición en un día así?

Que estén muy orgullosos y confíen en este equipo todos los días. Que aquí lo único que he hecho es trabajar todos los días sin miedo a equivocarme.