Ancelotti tiene portero
Lunin da dos pasos adelante en la víspera del Derbi para apagar la llama del debate. Se ha levantado tras el lunar del Metropolitano en Copa y apunta a titular en su reválida personal.
“Hoy no lo puedo decir, lo siento”. En lo que se ha convertido en tradición en las ruedas de prensa, Ancelotti no despejaba la incógnita. ¿Fin a la portería de Schrödinger? Era la víspera al Getafe-Real Madrid. La respuesta de Carletto estaba en la pizarra, Lunin. Y el ucranio, frente al portero que se barruntó como su reemplazo en verano (David Soria), dio otro paso al frente. No necesito el equipo blanco milagros. No tuvo que obrarlos Andriy, aunque evitó estreses innecesarios. Mayoral disparó en el 73′ y el meta desvió el proyectil lo suficiente como para enviarlo a la madera. Una intervención que pasa de puntillas, en un chut que hubiera colocado el 1-2 con más de 20 minutos por delante. Una actuación de titanio. Una más en una temporada en reivindicación constante donde Lunin se levanta tras el lunar del Metropolitano. Vienen el Atleti, el Girona y el Lepzig. Tres ochomiles. Ancelotti tiene portero para las etapas de alta montaña.
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El técnico ha manejado el debate de manera cambiante. El Kepa indiscutible (enlazó 13 partidos consecutivos desde su debut) se rompió con la lesión del vasco. Por esa rendija se coló Lunin, con partidos dorados como el de Champions ante el Braga. Un 3-0 que comenzó con el penalti parado a Djaló. Un game changer. Otra intervención para mitigar estrés. Los méritos de uno y otro avivaron la llama de la alternancia. Y partido a partido ha ido colocando mayores méritos en su pesa particular el muro de Krasnograd. Una balanza que justo en la víspera del decisivo derbi liguero, parece decantarse.
Titular en Las Palmas, paradón a Munir incluido, titular en Getafe, ídem ante Mayoral. Dos pasos adelante cuando en las noches grandes desde ese 8 de noviembre ha sido casi siempre el elegido. Casi, porque no lo fue en la semifinal de la Supercopa ante el Atleti, pero los titubeos de Kepa le convirtieron en el portero de la final. Esa alternancia parecía ser más castigo que premio en ese vaso medio lleno-medio vacío. En el segundo de los derbis, el copero, Lunin mostraba una cara desconfiada. Antónima a su 2023-24. Para el tercer duelo ante los de Simeone ha recuperado la sonrisa. Y se perfila titular.
Lunin, por encima de ‘lo esperado’
Hasta el momento, Kepa sigue sumando más titularidades (18 a 14), pero es Lunin el que gana el pulso estadístico. Tercer portero con mejor porcentaje de paradas de la Liga (77,4%) y 12º entre las cinco grandes ligas, ante el 69,5% de Kepa; cinco despejes de puños, por los cuatro del de Ondarroa; 16 blocajes frente a los seis de compañero... Y una cifra mucho más tangible, los goles esperados (goals expected). A Kepa le han marcado 18 tantos cuando, según la citada métrica, debería haber recibido 17,6. Diferencia negativa mínima (-0,4). Lunin, por el contrario, ha encajado 12, por los 16,1 que debería haber recibido. Es decir, Andriy, con sus intervenciones, ha evitado 4,1 tantos que, a tenor de las posiciones de disparo de los rivales, deberían haber acabado en su propia portería. Pinceladas con las que Lunin ha ido soplando las llamas de un debate que, por momentos, ha parecido eterno y apunta a estar llegando a su capítulo final. El derbi del domingo se presenta como el potencial epílogo.