Ancelotti estira a Benzema

Las próximas cinco semanas son clave para el Real Madrid y Ancelotti quiere que Benzema se pueda ir al Mundial con los deberes hechos. El problema en la rodilla derecha del delantero galo no es grave, pero la bursitis (líquido que provoca una inflamación y dolor en la articulación) requiere un procedimiento de recuperación cuidadoso. Karim podría haber forzado con infiltración para el derbi, de hecho se lo ofreció a su entrenador y al club, pero se tomó una decisión conservadora pensando en que el problema podría agravarse en este parón de selecciones con Francia. La decisión de que no fuera obedece, también, a emplear estas dos semanas sin fútbol de clubes como una mini pretemporada para Benzema. Para tenerle en un estado top en el doble envite europeo con el peligroso Shakhtar, el Clásico del 16-O y el partido contra el Sevilla poco antes de que el capitán blanco se enrole en la cita mundialista...

Una calma que se ha evidenciado en el proceso de reinserción a los entrenamientos del grupo tan calmado que se ha diseñado para Karim. A falta de nueve días para el partido contra Osasuna (2 de octubre), aún sigue perfilando el estado óptimo de su rodilla en solitario. Cero riesgos. Incrementará el volumen desde la semana que viene.

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Ancelotti viene tratando de manera general con Antonio Pintus los picos de forma de la plantilla pensando en los tres momentos complejos del calendario (el parón del Mundial, el inicio de 2023 con la Supercopa de España y el viaje para el Mundial de Clubes, presumiblemente a Estados Unidos en febrero) y también tiene un ojo en el plano personal de determinados jugadores. Ir piano piano con Benzema no le preocupa porque ha encontrado en Rodrygo el sustituto idóneo para esa posición. El equipo ha respondido sin el nueve francés con un promedio de 2,75 goles por partido incluyendo el de Celtic Park que Benzema abandonó aún con 0-0. Un paso adelante pese a faltar el engranaje maestro del ataque.

Mientras tanto, el propio Benzema prosigue con el mimo a su físico. Estos días ha vuelto a someterse a sesiones de terapia con ventosas para favorecer el riego sanguíneo de su musculatura. El atacante tampoco apretó el acelerador para irse como fuera en esta convocatoria con Francia, consciente de que el riesgo era mayor que el posible beneficio. Se perdió el Mundial de Rusia por el veto de su Federación y no quiere quedarse en casa ahora. Deschamps le ha tranquilizado en ese sentido y aunque Giroud está con mordiente (tres goles en sus únicos tres partidos con Francia en este 2022) el papel de nueve será salvo sorpresón para Karim.

El calendario tiene escollos serios y el Madrid quiere irse al parón del Mundial siendo una balsa de aceite en lo competitivo. El Clásico del Bernabéu del año pasado fue tan problemático, en parte, por la ausencia de Benzema. Karim se lo perdió por unas molestias musculares acechada justo en el partido anterior (Mallorca) y Ancelotti decidió una táctica osada. Modric como falso nueve. El resultado, a todas luces, no fue esperado y Carletto necesita resarcirse ahora se aquello. El partido contra el Servilla en el que en teoría retornará Isco al Bernabéu también puede amenazar curvas. Incluso la visita a Vallecas, a inicios de noviembre y con los tambores del Mundial casi resonando, es una trampa en sí misma. La temporada pasada el Madrid sólo pudo ganar 0-1 sufriendo con gol precisamente de Benzema en el minuto 83 y en la anterior visita blanca a Zidane le tocó hincar rodilla (1-0). Mantener a Benzema afilado para asegurar el primer puesto en la Champions y el liderato liguero es uno de los próximos retos para Ancelotti.