Ancelotti busca mediocentro
Sin Tchouameni ni Camavinga, el Madrid se queda descubierto en el centro del campo. Kroos, favorito para heredar ese rol. Alaba y el castillista Mario Martín, alternativas improbables.
Problemas para Carlo Ancelotti para conformar un centro del campo fiable en lo defensivo para el Real Madrid. Dichos problemas ya existían desde la lesión de Tchouameni en el último Clásico de Montjuïc, cuando se fracturó un dedo del pie, motivo que le tendrá de baja hasta 2024. Una baja sensible, pues el francés venía siendo el titular indiscutible en ese puesto este curso (el pasado lo fue también al inicio, pero luego perdió el sitio), pero subsanable con lo que había en plantilla: Eduardo Camavinga, habitual interior y en ocasiones (muchas) lateral izquierdo de guardia, se hizo con el puesto de forma permanente, mejorando en muchos aspectos al rendimiento de su compatriota.
Sin embargo, no gana para disgustos el Real Madrid en lo relativo a las lesiones esta temporada: perdió a Militao y Courtois para la práctica totalidad del curso por roturas de cruzado, Ceballos ha encadenado problemas musculares que sólo le han dejado jugar 73 minutos y ahora mismo no está disponible, Güler fue operado del menisco y sigue sin estrenarse de blanco por problemas también musculares, Kepa se ha perdido los dos últimos choques, Bellingham también, Vinicius fue baja un mes por una rotura fibrilar... y ahora, Camavinga se ha lesionado con Francia, sufre un esguince de rodilla y estará fuera unas ocho semanas, según las primeras previsiones del Real Madrid, pendientes de una resonancia en Valdebebas que confirme el diagnóstico inicial de la Federación Francesa.
El problema es evidente: a Ancelotti se le han concentrado las bajas en un puesto concreto, el de mediocentro defensivo, fundamental para mantener la solvencia atrás y para hacer que el Madrid sea el equipo menos goleado de la Liga, con apenas nueve tantos encajados en 13 encuentros. Hasta 2024, cuando regresen los ausentes (se espera el retorno de Tchouameni antes que el de Camavinga, recién lesionado), Carletto se las tendrá que apañar con lo que hay. Y lo que hay señala a un nombre por encima del resto: Toni Kroos.
El alemán posee todas las cualidades para ejercer ese puesto en lo relativo al trato de balón: es pulcro en la salida, siempre encuenta el pase correcto y su porcentaje de acierto en los desplazamientos suele irse por encima del 95%. Las dudas surgen en el trabajo sin balón, en el puro despliegue físico, una tarea en la que Kroos suele mostrar carencias. Con todo, la temporada anterior Ancelotti acabó eligiendo al teutón para ejercer de 5 por delante de Camavinga y Tchouameni, con resultados diversos: ahí rindió, y muy bien, en el 0-4 del Clásico de Copa en el Camp Nou y en el la eliminatoria de cuartos de Champions ante el Chelsea; pero también en algún descalabro liguero, como el 4-2 en Girona, y en las semifinales de Copa de Europa ante el Manchester City, con especial énfasis en el 4-0 de la vuelta.
Las estadísticas de BeSoccer Pro para AS respaldan la teoría de que Kroos es ideal para el puesto con balón, aunque sufre en las tareas que implican recuperarlo. El curso pasado fue el mejor mediocentro defensivo en Liga en pases exitosos, también en los de larga distancia y en los progresivos, estuvo entre los mejores en pérdidas de balón, se sostiene suficientemente en recuperaciones y duelos y sufre especialmente, de largo, en los balones aéreos, en los que se sitúa en el vagón de cola.
Y la comparativa con Camavinga y Tchouameni como mediocentro revela las diferencias que separan al alemán de los dos franceses, en la línea de las estadísticas ya mencionadas: muchos más pases por partido (casi 79 intentados, los otros dos 61), un 95% de pases buenos (Tchouameni, con un 94%, le aguanta el ritmo; Camavinga cae al 90%) y un dato de recuperaciones incluso mejor, con 8,6 por 7,8 de Tchouameni y 8,2 de Camavinga. Su peor cara, claramente, los balones aéreos: sólo entra en 0,61 por partido, por casi 2,5 de Camavinga y rozando tres de Tchouameni. Y su porcentaje de éxito es del 56%, muy lejos del 77% del ex del Mónaco, el más destacado físicamente de los tres. Pero, con todo, la realidad es que al Madrid no termina de irle bien con el germano de mediocentro defensivo: el porcetaje de triunfos es del 61%, por un 78% con Tchoaumeni y un 85% con Camavinga. El último, recién lesionado, es el que ofrece mejores resultados globales: sólo un 5% de derrotas y un 95% de partidos marcando con él en ese papel.
Alaba y Mario Martín, en la recámara
Pero a Carletto le aparecen pocas opciones más en la primera plantilla: Modric y Ceballos rinden más en posiciones más adelantadas y dinámicas; Bellingham es mediapunta, casi un delantero más; Valverde pierde su esencia si no tiene espacios para correr por delante... Casi la mejor opción que surge en el plantel es David Alaba, criado como lateral, ahora reconvertido a central y en su día, con Pep Guardiola en el Bayern, mediocentro defensivo en contadas ocasiones. El austriaco no le hace ascos a esa opción, como comentó durante una entrevista sobre cómo se suele desenvolver ahí también con su selección: “Creo que tienes mucha influencia en el juego en esta posición en ambas direcciones, en ataque y en defensa”.
Mirar al mercado de invierno no tiene sentido: tanto Tchouameni como Camavinga estarán listos en enero, si bien el segundo tardará en ponerse a tono y probablemente no estará al 100% hasta febrero. Sí cabe la posibilidad de buscar relevos momentáneos en la cantera, y eso pasa por mirar al Castilla. Ahí un nombre destaca sobre el resto: Mario Martín. El de Sonseca, uno de los veteranos del Castilla (es su tercera temporada ahí) es el centrocampista que más se ajusta a las necesidades del puesto. Ancelotti le tiene en el radar: el curso pasado le convocó hasta en diez ocasiones y le hizo debutar en el derbi copero ante el Atleti (3-1).
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