Álvaro Valles tampoco es suficiente
Pese a los dos penaltis encajados, destacó contra el Girona. Las Palmas ha encajado más goles en estos nueve partidos que en los 24 anteriores disputados.
Por más que haga por meterse en líos, Las Palmas vaga como alma en pena en este último tercio de la temporada sin, de momento, tener que preocuparse en exceso. Al menos por la clasificación pues de momento, por muchos fantasmas que la ronden, la hueste grancanaria yace ahora mismo todo lo tranquila que se puede estar estando 11 puntos por encima del descenso. Esta semana podría sellar la permanencia matemática.
Ocurre que el equipo grancanario, tras llevarse un nuevo rapapolvo, ahora a costa del Girona, acumula nueve jornadas sin ganar y una secuencia de seis derrotas consecutivas. De pronto, tras aquel 2-0 al Valencia del pasado 10 de febrero, Las Palmas se partió por las dos áreas, un problema de extremos más que evidente en estos últimos partidos.
Una semana después de ganarle al equipo del Pipo Baraja tocó visitar al Atlético de Madrid, lo que supuso una regresión que parecía imposible. La hueste de García Pimienta continúa sin marcar, pero es que ya tampoco le vale de nada las excelentes prestaciones que sigue manteniendo Álvaro Valles, expulsado durante la visita al Barça pero otra vez dispuesto para la visita a Balaídos, donde Las Palmas volvió a pinchar en hueso.
El portero sevillano se mantiene como una de las pocas buenas noticias que ofrece actualmente la UD, en su línea de toda la temporada, que le llevó incluso a estar en los planes de Luis De la Fuente. El sábado, ante el Girona, Valles le detuvo el primer penalti a Dovbyk, pero David López estuvo pillo para adelantarse a la defensa grancanaria y hacer el 0-1 tras aquella excelente parada del 13 de Las Palmas. Después, en la segunda parte, Dovbyk volvió a lanzar desde los 11 metros y el propio Valles llegó a rozar el balón. El poco trabajo que le vino, sin contar los lanzamientos fatídicos, lo solventó con las garantías de siempre.
Cívitas Metropolitano
Las dos penas máximas anotadas por el equipo tan bien adoctrinado por Míchel ensucian todavía más la estadística defensiva de la Unión Deportiva Las Palmas. Ocurría que, entre la 1ª y la 24ª jornada, las que fueron del debut ante el Mallorca y la mencionada cita ante el Valencia, el equipo de García Pimienta apenas había encajado 20 goles, un guarismo que solo mejoraba el Real Madrid (15). Mientras, desde aquel envite en el Cívitas Metropolitano hasta la visita del Girona del pasado sábado, un total de nueve partidos, ha encajado 21, uno más que en los 24 anteriores.
Si Las Palmas se ha partido en defensa, también parece un equipo quebrado en el otro extremo del campo especialmente en la alarmante racha de seis partidos sin catar ni siquiera un empate, ningún punto al zurrón de los últimos 18 en disputa. Así, la hueste insular apenas anotó un gol en estos duelos. Fue, además, de la manera menos previsible, a balón parado, y por uno de los futbolistas menos esperados, el central canterano Juanma Herzog. Aquel cabezazo le sirvió a Las Palmas para adelantarse ante el Celta ante de que Iago Aspas se hartara de sacar cositas buenas de su chistera particular, aquella que no parece tener fondo.
Virtual desde hace tiempo, el nerviosismo hace acto de presencia en el seno de Las Palmas mientras no se consigue la permanencia matemática. La misma puede llegar la semana que viene si Las Palmas le gana a la Real Sociedad y el Cádiz no supera al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
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