HABLA EL PADRE DE ÁLVARO RODRÍGUEZ
“Álvaro Rodríguez puede ser el ‘9′ del Real Madrid”
Daniel ‘Coquito’ Rodríguez, padre del joven delantero del equipo blanco, explica en AS la carrera de su hijo hasta su explosión en este 2023.
Raúl González está forjando con mimo en Valdebebas al 9 del futuro. Zurdo, con 1,93 de estatura y sólo 18 años, Álvaro Rodríguez está llamando con fuerza a la puerta de Ancelotti, que ya le hizo debutar en Copa ante el Cacereño y en Liga el sábado frente a Osasuna. La respuesta del “Toro” fue sublime: dos asistencias en ocho minutos aunque el gol de Vinicius fue invalidado por fuera de juego. En el Sudamericano sub 20 ha reforzado su espléndida proyección marcando cinco tantos. Renovado hasta 2027 y con una cláusula de salida de 50 millones, la confianza que el club ha depositado en él es enorme. El olfato goleador lo lleva en el ADN ya que su padre, Daniel “Coquito” Rodríguez, fue un gran delantero uruguayo que despuntó muy joven y luce un brillante palmarés.
-Su historia de precocidad es difícil de superar ¿con qué edad debutó con el primer equipo de Peñarol?
-Lo hice con 14 años para cumplir 15. Era la temporada 81-82 y ya me quedé en el primer plantel. Era, obviamente, el más joven en Primera de todo Uruguay.
-Todo le llegó muy rápido. ¿Cuántos años tenía cuando ganó la Libertadores y la Intercontinental?
-Con 15, poco antes de hacer 16.
-¿Participó en esos partidos?
-Desde que debuté siempre jugué 20 minutos o más en cada encuentro. En el choque decisivo de la final de la Libertadores de 1982, el de vuelta que ganamos en Chile frente a Cobreloa tras empatar a cero en Montevideo, disputé todo el partido y en la Intercontinental contra el Aston Villa iba a salir, pero marcamos gol y el entrenador sacó a jugadores más defensivos para conservar el resultado.
-Le llamaban ‘Terremoto’...
-Sí, pero era por el nombre del club en el que empecé a jugar de pequeño y al que aún ayudo.
-¿Qué tipo de delantero era?
-Igual que Álvaro. Zurdo, fuerte, técnicamente bueno y pataslargas, como decimos acá en Uruguay. Siempre hice muchos goles.
-Dicen que se enfrentó a Koeman y lo volvió loco…
-Fue en un trofeo Joan Gamper. Koeman acaba de llegar del PSV Eindhoven y se me dio bien aquel partido.
-En la selección tuvo mala suerte con las lesiones…
-Sí. Me llamaron dos veces, me rompí y tuve que volver a casa. Por eso estoy tan contento por Álvaro ahora. Yo no pude triunfar con la Celeste y ahora hablamos de la revancha de los Rodríguez...
-Acabó su carrera en Palamós, se quedó a vivir y allí nació Álvaro. ¿Ese fue el mejor gol de su vida?
-Sin duda. Salió futbolista, tenía pasión y el deseo de ser profesional. Por eso le enseñé todo lo que yo había aprendido en mi carrera. Ahora está empezando a dar sus frutos todo aquel duro trabajo de tantos años.
-¿Cree que nació predestinado a ser un delantero goleador como su padre?
-Creo que sí. Tiene la mentalidad y la fuerza que yo tuve. Siempre superé los obstáculos para intentar ser alguien en el fútbol. Álvaro va a ser un buen jugador de fútbol en el equipo que esté. No digo que vaya a ser un fenómeno ni una gran estrella, pero sí un buen futbolista.
-¿Fundó allí un club de fútbol?
-El Global Palamós. Ahí se crio Álvaro hasta los 12 años y fue aprendiendo lo que era el fútbol.
-¿Usted era seguidor del Real Madrid por aquella época?
-Siempre fui aficionado del Madrid. Lo seguía en mi país incluso por radio, aunque no tuviera una televisión cerca. De toda mi vida he seguido al Real Madrid.
-¿Le inculcó esa pasión a Álvaro?
-Cuando él era muy pequeño, lo ponía en mis rodillas frente a la televisión y le explicaba lo que significaba el Madrid. Según iba creciendo nos levantábamos los fines de semana a las 9 de la mañana para ver los partidos de las categorías inferiores y analizábamos a jugadores. Él también se enganchó y al tiempo era él quien me despertaba a mí por las mañanas. Los dos hemos sido siempre muy madridistas.
-A los 16 años le llegó la llamada desde Valdebebas. ¿Fue cumplir un sueño?
-¡Imagina qué alegría supuso! Yo sabía que él estaba preparado para dar ese paso porque habíamos entrenado muchísimo desde que era muy pequeño. Lo llevaba a una arboleda y a veces, cuando me decía que estaba agotado, le decía que en el fútbol también hay que sufrir pero luego llega la recompensa. En este caso el premio fue llegar al Madrid.
-¿Álvaro jugaba de extremo izquierdo?
- Sí. Desde que empezó a jugar.
-¿Quién era su ídolo?
-Raúl, su entrenador actual. Yo siempre le decía que el Madrid fichaba muchas figuras del extranjero pero él siempre se mantenía en el once con trabajo y con goles. Era un ejemplo.
-¿Cuál es el consejo que más veces le ha repetido desde que era pequeño?
-Lo resumo en dos palabras: humildad y trabajo.
-¿Cuál diría que es su punto fuerte y su faceta del juego con más margen de mejora?
-Lo mejor es que nunca da un balón por perdido, lucha muchísimo. Y lo mejorable es un poco de tranquilidad en la definición.
-Mide 1,93. ¿A quién se parece? ¿A Ibrahimovic, salvando las distancias?
-Es un modelo para él. Es técnico, va bien de cabeza, sabe utilizar su físico, pelea y tiene un carácter ganador.
-¿Cómo de importante está siendo Raúl en su formación?
-Muchísimo. Es quien lo está mentalizando de que puede ser alguien importante dentro del fútbol y del Real Madrid. Quiero conocerlo para darle las gracias porque él está siendo uno de los principales motores en su crecimiento deportivo.
-¿Qué sintió el día de su debut con el primer equipo en Copa contra el Cacereño?
-Me vinieron encima todos los recuerdos de su niñez, desde que con cuatro años me pedía venir a entrenar conmigo. Se agolparon en mi cabeza muchos momentos a la vez.
-¿Qué le dijo cuando le llamó después de aquel partido?
-Que se nos había cumplido una ilusión a los dos (se emociona). Era un sueño hecho realidad.
-¿Y cuando asistió a Asensio el sábado en Pamplona y los compañeros le felicitaron?
-Fue una sensación increíble, de felicidad total. Me acordé mucho de cuando veíamos los partidos del primer equipo y yo le decía que algún día él también estaría allí.
-Con sinceridad, ¿era mejor delantero el padre que el hijo?
-Hasta hace poco tal vez, pero ya me está superando.
-Álvaro llegó a disputar tres partidos con la Selección española Sub-18, pero ¿siempre tuvo claro que quería jugar con Uruguay?
-Sí. Ambos somos vergonzosos y cuando hablábamos sobre eso le decía que tenía que decidirse. Él me decía “papá, yo quiero jugar con Uruguay”. Yo le pedía que fuera sincero con la Federación española y les dijese la verdad de lo que él sentía. Incluso después de jugar con la camiseta roja me llamaba y me decía “quédate tranquilo que voy a jugar con la uruguaya”. Al final dio el paso y se aclaró todo.
-¿Los cinco goles que ha marcado en el Sudamericano Sub-20 le van a dar más confianza?
-Creo que va a dar confianza a los que aún dudan en el Madrid que él pueda estar con el primer equipo. El refuerzo moral no es para él. Raúl creo que lo tiene claro pero hay gente más arriba que tienen dudas o piensan que debe esperar más tiempo.
-Llevar el número 9 del Madrid está sólo al alcance de unos pocos elegidos ¿ese es su reto?
-Lo es. Hay delanteros mejores que Álvaro para el Real Madrid pero creo sinceramente que puede llegar a ser el 9 del equipo y no hablo como padre sino como exjugador y analista de fútbol.
-¿Incluso con Endrick en el equipo o con Haaland si llega algún día?
-Con cualquiera. Lo digo sinceramente. Tiene todas las condiciones y la mentalidad para jugar en el Real Madrid. Sólo necesita tener la oportunidad y que le den continuidad.