Altimira, 66 días después
El lateral fue una de las sorpresas ante el FC Barcelona. No era titular desde el 5 de febrero ante el Real Madrid en Copa. Es otro caso de jugador ‘Guadiana’ del Lega.


Adrià Altimira ha vuelto. Ha tardado 66 días (algo más de dos meses) en volver a ser titular (la última vez que lo hizo fue contra el Real Madrid en Copa y como lateral zurdo) con un Leganés en el que llegó a ser intocable para, más tarde, convertirse en invisible. Hasta que la visita del FC Barcelona, el club en el que se crió, le permitió retornar al once justo cuando menos se le esperaba. El escenario, para el aficionado del Leganés, no es nuevo. Borja Jiménez ha acostumbrado a su parroquia este tipo de volantazos con más de un futbolista.
Rosier, su competencia en el lateral derecho, fue uno de los damnificados de esta rueda que también ha afectado a Dani Raba, Javi Hernández, Miguel de la Fuente o Juan Cruz. Antes lo sufrió Haller, fichaje estrellado de este equipo a veces ciclotímico en las alineaciones. El caso es que Altimira ha vuelto tras una ausencia reiterada fundamentada por las buenas actuaciones de Rosier, al que la regularidad de sentirse de nuevo titular le ha blindado en el puesto.
Buen partido
Ante el Barça (0-1), Borja Jiménez repitió el mismo modelo que le salió bien ante el Athletic, cuando él, Altimira, ejerció a medio camino entre el carril derecho y el extremo para hacer de Rosier otro jugador acordeón, entre el puesto de central y el del lateral nato. Una dualidad que permitió en San Mamés tener buenas coberturas ante los ataques por los costados de los leones en un modelo de velocidad que el técnico abulense consideraba podría repetir el Barça en su quinta visita oficial a Butarque. En parte funcionó.
El Barça no jugó tan fluido por los costados como acostumbra y en el lado de Altimira, Raphinha no gozó del desborde de otras ocasiones. Borja Jiménez estableció un mecanismo acordeón que, a veces, colocaba a Altimira de carrilero para empujar a Rosier al eje de la zaga y, en ocasiones, situaba a Tapia en el centro de la zaga dando más bríos a un Altimira que se incorporó al ataque con peligro (tuvo una de las más claras del Lega) pero también en defensa. Vio la amarilla por evitar una contra peligrosa de Lamine.
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