Algo pasa con Reinier
Recta final de mercado y sigue sin salir. El club continúa esperando ofertas, pero no llegan. Mientras, alterna entrenamientos con el Castilla y en solitario.
Mientras usted lee esto, Reinier entrena solo en Valdebebas. Continúa siendo futbolista del Real Madrid, pese a que hace mes y medio quedase apalabrado que este curso tampoco lo sería. Va a salir... o esa es la idea. Pero no llegan ofertas. Y ante la incertidumbre de ese escenario, el principal problema es el tiempo. Pasan los días y las semanas, se enfila la recta final del mercado (todo se cierra el 31 de agosto a las 23:59h) y no hay novedades. Si no se ha contado nada en todo este tiempo, ha sido porque no ha habido nada que contar. Reinier sigue trabajando en Madrid a la espera de que suene su teléfono. Pero no lo hace. Y el atolladero ya es de los grandes.
Mientras, alterna trabajo con el Castilla y en solitario. Antes de la gira norteamericana sí se dejó ver en alguna sesión del primer equipo; pero desde entonces ha pasado a la sombra. ¿Por qué no trabaja siempre con el Castilla? ¿Por qué a veces sí y otras no? En realidad la respuesta es bastante sencilla. Raúl considera que, salvo en sesiones físicas o ejercicios individuales (como podrían ser unos disparos a puerta), no tiene sentido incluir a quienes no van a quedarse. Así, tanto Reinier como los jugadores del filial que también tienen pactada su marcha conforman un grupo al margen cuando tocan actividades de grupo. Ejemplo: no cuadra que, cuando se practiquen jugadas ensayadas, participe Reinier. Y como eso sucede mucho, la soledad es rutina.
Lo que está claro es que Reinier no ha vuelto a un entrenamiento del primer equipo. Nada. Lleva más de un mes trabajando solo y, ocasionalmente, con ese grupo de ‘descartes’ del filial. Es su día a día mientras espera que se cierre una marcha atascada. A mediados de julio lo tenía casi cerrado con el Girona, pero la salida de Oriol Romeu hizo a los de Montilivi cambiar de planes y mutar de él, a Pablo Torre. Se quedó en tierra. Sin el tan ansiado regreso a donde el curso pasado dejó un sabor agridulce, pero suficiente para que Míchel aceptase reclutarlo otro año. Y desde entonces no ha habido nada firme. Los trabajadores de Valdebebas señalan que reluce una actitud de “profesional intachable”. Siempre trabajando duro, sin un mal gesto o mala cara. Pese a todo. Incluso la falta de ofertas.
Un debut imposible
Es uno de esos datos que ya maneja casi todo el madridismo, porque llama -mucho- la atención: Reinier, tres años y medio después, aún no ha jugado ni un solo minuto oficial con el Real Madrid. Nada, cero. Aterrizó el 20 de enero de 2020 (justo cuando cumplió la mayoría de edad), previo pago de 30 millones al Flamengo y continúa de sequía. Primero se pasó dos temporadas en Dortmund: en su primera sólo disputó 338′ (únicamente un partido como titular) y en la segunda, 400′, con tres de inicio. Balance total: un gol y una asistencia en dos años. De ahí al Girona, repitiendo la amargura de las sensaciones: 18 partidos... pero sólo 640 minutos. Es decir, cuando jugaba, salía en la segunda parte para 35′ de media. Un rendimiento muy lejano del que exige convencer al Real Madrid. Por eso se ha decidido que salga de nuevo, pero no llegan ofertas. Su prioridad era continuar en España, pero no llegan ofertas. Y aunque él continúa trabajando con “profesionalidad”, el mercado se cierra la semana que viene... y no llegan ofertas. Aún nada.