Alarma por lesión

Y de repente, Militao... y Jacobo Ramón. A la espera de análisis de los galenos blancos al brasileño (se realizarán este sábado), “pequeña lesión en el muslo derecho”. A priori, entre 10 y 15 días de baja. Y esta misma mañana fue Jacobo Ramón, el canterano que aparecía como alternativa. Un problema muscular en el muslo derecho que tendrá al zaguero dos semanas fuera de juego. Cuarto y quinto en apenas en unos días, tras Tchouameni, Mendy y Ceballos. Las gotas que desbordan el vaso de un Madrid que mira a los parones con indignación. El 32% de la primera plantilla en la enfermería: 7 de 22 (8 de 23 con Jacobo, inscrito con los mayores pero con dorsal castillista, en la ecuación). Amén de los citados, también Alaba, Bellingham y Camavinga. Cuatro defensas y cuatro centrocampistas en el dique seco. Con un noveno pasajero, Jesús Vallejo, que se reincorporó al grupo el miércoles tras una sobrecarga muscular que le tuvo diez días fuera de dinámica. En Anoeta (el Madrid visita a la Real tras el parón: sábado 14, 21:00 horas), el zaragozano pasa de opción a casi obligación. Porque la defensa se ha quedado sin defensas. Rüdiger contra el mundo. Y tampoco anda con excesos la sala de máquinas...

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Ancelotti ya anticipaba el temor tras la victoria balsámica ante el Betis (2-0): “El parón no viene bien, nunca viene bien. Te quita a los jugadores, sobre todo a los que viajan a Sudamérica, a los que les cuesta regresar y descansar. Cuando hay parón, lo que pido es que no tengamos lesiones, este es el peligro más grande. Por lo demás, los jugadores están acostumbrados a jugar siempre. Lo único que pido es que vuelvan todos bien”. Anhelo en saco roto. Desde ese 2 de septiembre, cuatro reveses. Más de un percance por día.

Militao es duda más que razonable para Anoeta; el tobillo de Ceballos, con esguince de grado III, le tendrá fuera de los terrenos de juego unos dos meses; mientras que Tchouameni y Mendy volvieron de la mano de Francia. El primero con molestias en un pie izquierdo que ya le hizo perderse 16 partidos la temporada pasada, el segundo con la tibia maltrecha. Desde el club suspiran por poder alinear a la pareja gala en San Sebastián, pero especialmente complicado parece en el caso de Aurélien, principalmente por la reincidencia de la dolencia. Todos ellos añadidos a Alaba (dos meses para reaparecer tras su rotura de cruzado), Bellingham (tres semanas más por molestias en el muslo derecho) y Camavinga (un mes por esguince de rodilla izquierda). Retumban las alarmas.

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Doble rompecabezas

Un horizonte con mucha nuble. Porque, además, las ausencias se han aglutinado en las dos líneas más limitadas en número: la defensa y el centro del campo. Nacho dijo adiós, Yoro dijo sí la United y el Madrid entonó el piano, piano en el mercado. Ídem en la sala de máquinas tras la retirada de Kroos. Así fue la planificación. “Plantilla cerrada”, sentenció en varias ocasiones Ancelotti. A la espera de Alaba, Vallejo, ‘ascenso’ para Jacobo Ramón y Tchouameni como navaja suiza. En la sala de máquinas, Aurelién, Camavinga, Valverde, Bellingham, Ceballos y Modric. El problema es que faltan cuatro de esos seis centrocampistas. Y la lesión de Militao dibuja un rompecabezas doble a Carletto. Para la Real Sociedad, pero también para un debut en Champions ante el Stuttgart (martes 17, 21:00) en apenas 11 días.

Pendientes de Tchouameni

Aun recuperándose a tiempo Tchouameni, su presencia se antoja crucial en el centro del campo. Sin él, Modric y Valverde tendrían que buscar compañía en Brahim o Güler. En un Madrid en búsqueda del equilibrio, la alineación luciría a todas luces desequilibrada. Sin músculo. Por delante de la zaga, Fede, Luka, Brahim o Güler, Rodrygo, Vinicius y Mbappé. Mucha pólvora, poco control.

Un dominó que deja a la zaga sin piezas. Un cuadro en el que aparece el recién recuperado Vallejo como opción más plausible. Porque la posibilidad de dar un voto de confianza a Jacobo Ramón se esfuma. Ancelotti está encantado con el trabajo del canterano, aunque, lesiones aparte, el de Reggiolo acostumbra a confiar más en la veteranía. Ya colocó el curso pasado a Carvajal de central ante la plaga de lesiones en dos ocasiones. Y en partidos de tronío, el derbi liguero ante el Atleti (1-1) y el contundente triunfo contra el Girona (4-0). El plan C puede convertirse, por obligación, en el plan A para Anoeta.

Enfermería blanca

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