Al Valencia se le olvida lo que es ganar
No suma una victoria desde abril, acumulando 12 jornadas seguidas sin lograr los tres puntos, a una de su peor racha histórica.
El Valencia no sabe lo que es ganar un partido de Liga desde el pasado 15 de abril. Los de Rubén Baraja acumulan 154 noches sin irse a dormir con la sensación de una victoria en partido oficial. En todo este tiempo transcurrido solo han ganado dos partidos amistosos, uno contra el Benidorm y otro ante el Eintracht Frankfurt. Así, el Valencia acumula 12 jornadas de Liga (siete de la pasada temporada y las cinco de la presente) sin rascar tres puntos de una tacada. Está a solo una jornada más de igualar la peor racha de su historia. En la 85/86 estuvo 13 jornadas sin ganar. Aquel año descendió a Segunda División.
A Baraja no le gusta que se mezclen las temporadas, dice no sin razón que cada temporada es un mundo. Pero no deja de ser también una realidad el hecho de que a su equipo se le haya olvidado ganar. Su última victoria fue en Pamplona contra Osasuna y desde entonces ha entrado en un bucle de derrotas (9) o empates (3). El Valencia, con tales resultados, suma 1 punto de 15 en la clasificación, lo que le hace estar por tercera jornada consecutiva como colista en solitario. Y el dato es todavía más llamativo cuando se coge desde su última victoria: 3 puntos de los últimos 36.
El Valencia igualó en el Metropolitano el peor arranque de su historia. Un empate y cuatro derrotas es un bagaje que solo en una ocasión ha sufrido: temporada 99/00, con Héctor Cúper en el banquillo. Cuatro derrotas en las cuatro primeras jornadas (Racing, Espanyol, Alavés y Betis) y un empate en la quinta (Real Valladolid). De hecho como le sucede ahora al equipo de Baraja, el Valencia fue dos jornadas seguidas colista en solitario (la cuarta y la quinta). Pero a partir de ahí el Valencia de Cúper empezó a ganar, con victoria inesperada en el Santiago Bernabéu, y poco a poco fue escalando posiciones en la tabla hasta finalizar en tercera posición, además de disputar la primera de sus dos finales de Champions.
“El contexto es muy diferente, porque nosotros veníamos de ser campeones de Copa, en Champions habíamos empezado bien y el vestuario estaba tranquilo y confiado en que saldríamos de esa situación antes o después”, recuerda Juan Sánchez, integrante de la plantilla del Valencia de Cúper. “El equipo está claro que no ha empezado bien y es normal que haya más nervios que entonces; el vestuario tiene que analizar los errores que ha cometido en estos partidos y confiar en sus virtudes, que las tienen y las han demostrado; pero siendo conscientes que levantar el vuelo ahora les va a costar un tiempo”.
Andrés Palop, compañero de Sánchez en el Valencia de Cúper, tiene claro que para salir de la situación por la que atraviesa hoy el Valencia es fundamental creer en el trabajo: “Ser equipo en todos los sentidos y conseguir ganar cuanto antes para cortar la sangría y agarrarse a la confianza que genera. Ahora tienen dos partidos en casa y deben pensar en ganar los dos; es fundamental creer en el trabajo que están haciendo”.
El Valencia todavía no ha sido capaz en la pretemporada de dejar su portería a cero. Mamardashvili, aún siendo de los mejores del equipo en este inicio de campeonato, ha encajado 10 goles. Los tres que anotó el Atlético de Madrid el pasado domingo precedidos de errores en la salida del balón de los blanquinegros. Y esa endeblez defensiva ni tan siquiera se debe o se traduce en una productividad ofensiva, dado que el equipo solo ha marcado tres goles en cinco partidos y contra el Atlético tan solo remató en una ocasión entre palos, las mismas que en su visita San Mamés. Así que el Valencia hoy es un equipo que ni defiende con firmeza ni ataca con soltura.
Baraja comenzó en el mismo vestuario del Metropolitano a tratar de limpiar la mente de sus jugadores. La derrota contra el Atlético de Madrid era lo normal en la quiniela, por potencial de uno y otro (“Esta no es nuestra Liga”, dijo el vallisoletano), y porque la historia desde la llegada de Peter Lim y el Cholo Simeone así lo dice (el argentino solo ha perdido 3 de sus 30 enfrentamientos contra el Valencia como entrenador rojiblanco y nunca el Valencia ha ganado en el Metropolitano). De ahí que Baraja pasara página de ese encuentro desde el mismo instante del pitido final. Pero el acumulado de (malas) sensaciones va en aumento y ahí es donde radica el trabajo para esta semana del cuerpo técnico: anímico, táctico y también de enfermería.
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