BETIS - ATLÉTICO DE MADRID | ADÁN
Adán: “En el Atlético jugué poco, pero viví un vestuario único”
El portero pasó de ser el titular indiscutible del Betis a un suplente de lujo de Oblak. Repasa en AS su carrera y su futuro, en busca de equipo.
Antonio Adán (Madrid, 13-05-1987) está preparado para volver a situarse bajo palos. Una lesión muscular a falta de dos partidos para renovar automáticamente con el Sporting le llevó a salir de Portugal después cuatro años brillantes. Completamente recuperado, visita la redacción de AS sereno, tranquilo y esperando el proyecto que más seduzca sus aspiraciones. “Con 37 años esperas el adecuado”. Sus vivencias en el Atlético, Betis, Real Madrid, Sporting y esa ristra de entrenadores que le marcaron, desde Capello a Amorim pasando por Mourinho y Simeone. Una charla que destila fútbol y ganas por seguir compitiendo.
Lo primero, ¿cómo se encuentra físicamente?
Recuperado totalmente. Ya en Lisboa podía golpear, hacíamos entrenamiento en campo, había alguna limitación porque ya no era necesario correr ningún riesgo. En los cuatro años prácticamente lo jugué todo. Lo normal es que hubiera jugado todo hasta final de temporada, pero llegó la lesión. Y también estaba la situación del contrato, donde tenía que cumplir una serie de partidos para renovar automáticamente.
Y se quedó a dos.
Sí. Creo que ellos como club tenían otro pensamiento de apostar por mucha gente joven y entiendo que tampoco querían que yo pasara de jugarlo todo a estar en el banquillo. Entre todos lo hablamos y decidimos que lo mejor era finalizar aquella etapa.
¿Cómo se mantiene un portero activo?
Intentamos trasladar muchos de los movimientos de fuerza, de velocidad de pies, sobre todo en el trabajo de gimnasio. Para mantener esa agilidad, esa fuerza, esos saltos, esos desplazamientos que tenemos que hacer. Y eso se puede hacer mucho en el gimnasio y luego hacemos una parte complementaria en campo para no perder pues todo lo que es técnica y también sentir el balón. A pesar de la inactividad dentro de un grupo de equipo, seguir manteniendo la forma. Creo que estoy entrenando mucho más que en mi vida, porque nunca he pasado tantas horas en un gimnasio ni con un entrenador que está encima tuya constantemente.
Ha vivido el resurgir del Sporting.
Cuando llegué eran 19 años sin ganar la liga. Y sin levantar dos títulos de forma tan seguida pues un montón de tiempo. Gracias a estos cuatro años el club se ha saneado económicamente. Las ventas de Nuno Mendes, Matheus Nunes, Pedro Porro… Ha hecho mucho dinero con todos los años clasificando para Europa. Portugal es un gran escaparate. Es verdad que Jorge Mendes tiene su papel en muchas operaciones.
¿Ve a Pedro Porro para un equipo como el Real Madrid?
El crecimiento que tuvo en Portugal fue espectacular. Venía de Valladolid prácticamente sin jugar, llegó a un club como Sporting y le salió todo rodado. Demostró tener mucho recorrido, gasto físico, que es capaz de llegar arriba, también defiende y tuvo la experiencia de competir en Europa eso le llevó al Tottenham donde está haciendo unas temporadas espectaculares. El siguiente paso es llegar a un club como el Real Madrid, creo que lo merece. Es internacional y hay pocos en el mundo de su edad con sus cualidades y su proyección. Ojalá que Carvajal se recupere bien, pero si algún día no está el nombre de Pedro Porro podría ser una buena solución.
“El siguiente paso de Pedro Porro es ir a un club como el Real Madrid”
Desde su salida hasta la llegada de Musso no había un portero suplente en el Atlético de tanto caché.
Es difícil encontrar a un portero que acepte el hecho de saber que no vas a jugar nada. O le pasa alguna cosa a Oblak o no vas a tener prácticamente oportunidades. Es difícil encontrar un portero que tenga un nivel reconocido, que pueda competir en el Atlético de Madrid y que le pueda hacer algo de sombra a Oblak. Es difícil aceptarlo, porque yo creo que lo que todos queremos jugar.
Pero es algo que a Oblak le sirve.
Sí, obviamente ayuda que él no pueda tener tantos momentos malos o que, si en algún momento físicamente no se encuentra tan bien, que pueda entrar otro compañero. Pero tomar la decisión de llegar a un club donde a priori no vas a jugar prácticamente nada como deportista y como futbolista es difícil aceptarlo.
¿Y por qué la tomó?
Por ambición. Había estado cuatro años en el Betis, donde pasamos de Segunda División a Europa. La aspiración del Betis en aquel momento, aunque luego fue campeón de la Copa del Rey, no eran tan altas en cuanto a títulos. Yo sabía que no iba a jugar mucho en el Atlético, pero podía competir por la Copa. Si quiero ganar un título como protagonista lo tengo que hacer desde un club así. Y el Atlético me lo ofrecía. También volver a Madrid, que llevaba tiempo fuera de casa y es un gran club. Luego a Oblak le puede pasar alguna lesión o contratiempo. Siempre creo que para ir para atrás hay tiempo, para ir a clubes de otro nivel inferior siempre hay momento, pero para ir al Atlético no.
¿Tenía miedo al recibimiento por su pasado en el Madrid?
Estaba claro que una parte iba a hacer referencia a mi pasado. Pero también tenía la tranquilidad de que, si tú respondes en el campo, demuestras que eres un gran profesional y muestras respeto ante cualquiera, puedes convivir. A pesar de haber nacido en el otro club, que yo he pasado 14 o 15 años en el Real Madrid y tengo un sentimiento muy grande por el Real Madrid, una de las etapas más felices de mi vida es en el Atlético.
Debuta con el Atlético parando tres penaltis y marcando uno en el amistoso contra el Arsenal.
Era positivo entrar bien en un club como el Atlético de Madrid, también por mi pasado, que la gente viera que había un rendimiento. Y yo recuerdo la época del Atlético como una de las más felices, sinceramente. Es verdad que deportivamente no puedo decir que jugué muchos partidos, pero creo que el ambiente que hay ahí dentro es especial a cualquier otro club y eso hace que el jugador, a pesar de no tener muchos minutos, viva una de las experiencias más importantes de su carrera.
¿Qué es lo que hace ese ambiente especial?
A pesar de ser un club enorme, mantiene el espíritu de un equipo prácticamente pequeño. Los fisios, los utilleros, la gente que trabaja en el club son gente que lleva toda la vida en el Atlético. Y eso hace que, dentro del vestuario, junto con el grupo de españoles y gente que lleva muchos años en Atlético de Madrid, se forma un ambiente muy familiar, muy especial, de verdad, de compañerismo. No había cenas donde fallara un jugador, a no ser que hubiera un caso especial. Había un cumpleaños e iba todo el mundo. Y eso hace que el vestuario sea especial.
“Dentro del vestuario del Atlético hay un ambiente muy especial”
Usted coincidió con João Félix en el Atlético, ¿le sorprende que no haya triunfado?
Entiendo que es un poco responsabilidad de todos. Igual dar el paso a un club como el Atlético de Madrid fue demasiado pronto, la responsabilidad del traspaso que se pagó por él, que fue una cantidad enorme, llegar a un club como el Atlético donde quizá la dinámica de equipo no esté hecha para su forma de jugar o sus cualidades y luego su personalidad. Hay que saber llevarlo, no es el jugador con un carácter y una personalidad que en cualquier momento pueda llevar las situaciones complicadas y la calidad está, pero le falta esa continuidad de llegar a un sitio donde se sienta con confianza desde el primer momento y que se le da continuidad incluso cuando no esté.
Usted ha sido suplente de Casillas y Oblak.
Casillas tenía aquello especial de que en los momentos donde tenía que aparecer lo hacía. Igual si analizas técnicamente las características que yo pienso que tiene que tener un portero quizás sea mucho más completo Oblak, pero las paradas de Iker de cualquier forma cuando parecía imposible son muy difíciles. Eso ocurre ahora Courtois, que está al máximo nivel en todos los días y en especial los señalados de Champions.
Son porteros que intimidan.
De cara al delantero tiene que intimidar, te hace dudar porque piensas que te la va a parar. Como el delantero llegue con ansiedad en su cabeza porteros así están con la confianza de que van a parar lo que le tiren. La seguridad de que vaya a donde vaya va a ser suya.
¿Cómo es el Oblak que no se ve?
Al contrario de lo que puede parecer. Es verdad que habla poco, se expresa poco a la hora de dar una charla al grupo, pero que cuando lo hace es de forma muy sensata, todo el mundo le escucha, se le tiene un respeto enorme. Y fuera del campo es totalmente diferente. La relación es espectacular, es el primero que se apunta para ir a cualquier sitio, le encanta la broma…
¿Guarda relación con gente del vestuario?
Sí. A Koke le conozco desde hace muchos años y tenemos una relación incluso antes de ser jugador, con trabajadores del club, fisioterapeutas, con Llorente, con Correa que llevamos a nuestros hijos al mismo colegio…
¿Y con Morata?
Sí. No hemos hablado sobre estos problemas de ansiedad. Creo que todo el mundo sabíamos que en los momentos complicados era un jugador que le costaba también sobreponerse a la dificultad y me parece muy bien que lo verbalice, explique su situación personal, la situación de depresión que ha vivido y ayuda a mucha gente que piensa que un jugador como Morata no puede tener problemas porque tiene el éxito. Un jugador al que aparentemente todo le va bien pero también pasa por dificultad y me parece totalmente lícito y bueno que se verbalice que el éxito no es solo meter goles, porque puedes no tener interiormente lo que necesitas.
“Morata ayuda a mucha gente verbalizando la situación de depresión que ha vivido”
La afición del Atlético le valoró en su despedida.
Mucho. Aunque no tuve las oportunidades y las pocas que tuve esos dos años fueron dos batacazos en Copa y desaparecí. Pero si muestras el respeto y entrenas cada día e intentas dar el máximo siempre y tu energía es la de ayudar al equipo creo que la gente eso lo reconoce y pasó así en el Atlético.
Luego llega al Sporting y se convierte en uno de los líderes del vestuario.
Antes de ir al Atlético ya tuve la oportunidad de fichar por el Sporting. En aquella época el club estaba con cambios de presidente, problemas extradeportivos... Pero luego cuando yo llegué era un proyecto nuevo, el presidente llevaba un año y medio, el entrenador era un tipo joven que quería cambiar aquello. Mi duda era que allí estaba Maximiano, hoy en el Granada, que era la puesta. Pero desde el primer día se confió mucho en mí y podía haber jugado en otro club aquí en España, pero quería un equipo que, aunque fuera en el extranjero tuviese aspiración de ganar títulos, de competir en Europa. Acerté, porque lo que conseguimos aquel primer año fue espectacular, no solo el título de liga, también las copas y fui nombrado el mejor portero del campeonato. Todo salió rodado, iba para dos años y al final me quedé cuatro.
Ha vivido la exigencia de Capello, Mourinho y Simeone.
He aprendido de los mejores. Han sido temporadas duras, de mucho trabajo, pero también de una enorme experiencia. Con 19 años poder entrenar todos los días con Capello es una maravilla. La exigencia que imprimía a todo el mundo. En el tú a tú era al que más se le notaba, Mourinho tenía su carácter, pero en el trato personal era un tío muy cercano y te hablaba de otra manera que Capello. Con el Cholo los entrenamientos son súper intensos, a la hora de trabajar exige mucho, pero luego fuera es un trato muy normal y además es hasta un tío cercano que entiende perfectamente la situación de cada jugador y se puede hablar con él perfectamente. Luego en el campo es muy diferente.
“Capello era más difícil que Mourinho y Simeone en el día a día”
De todos los derbis que ha vivido, ¿el sevillano es el más pasional?
Yo creo que sí. También en Lisboa con el Sporting y el Benfica. Son ciudades pequeñas divididas prácticamente al 50% entre las aficiones. Todo el mundo te conoce y le gusta el fútbol y son de un equipo o el otro. Recuerdo llegar a Sevilla y la cartera viene a dejar un paquete a casa y me dice ‘el derbi hay que ganarlo eh’. Aquí en Madrid pasas más desapercibido. En Sevilla como pierdas no puedes salir al día siguiente, unos te van a decir lo mal que lo has hecho y los otros se van a reír de ti. Te diré que para mí los más especiales eran incluso los que se jugaban en el Sánchez Pizjuán.
¿De verdad?
Sí, por ir como rival en ese ambiente. Es una caldera, suena muchísimo, el himno, el ambiente, ir sabiendo que todos están en contra tuya.
¿Cómo recuerda aquella tarde en Málaga (22-12-2012, 3-2) donde Mourinho sienta a Casillas y le pone a usted?
Al principio lo tomas con naturalidad. Es una posibilidad que siempre puede surgir. De aquella experiencia pude sacar que no estaba preparado mentalmente a lo que realmente me estaba enfrentando. Siempre estás con la ilusión de jugar en el Real Madrid, parece que te va a llegar la oportunidad y que vas a estar preparadísimo, pero mentalmente en aquel momento no estaba lo listo que sí he estado en mi carrera. Pasé de ser un suplente a sustituir al que decíamos todos que era el mejor portero del mundo. No solo eso, Iker era el yerno que todos querían y de repente hay un entrenador que dice que el chaval suplente está mejor y era un sueño que intenté disfrutar lo mejor que pude.
“De aquella experiencia en Málaga saqué que no estaba preparado mentalmente a lo que me enfrentaba”
¿Cómo se lo comunicó Mourinho?
Durante la semana me dice que estuviera preparado, que existía esa posibilidad. Obviamente que no trascendiera nada, porque podía ser que sí o que no y durante la charla previa al partido lo comunica.
E Iker se queda de piedra.
Sí, fue una situación un poco difícil porque teníamos una buena relación y comíamos en aquel rincón de españoles con aquella gente que tienes más afín y estamos él y yo, y al final se genera la tristeza o el palo que sufre él del cambio repentino y yo del otro lado que tampoco podía decir nada.
¿Para un chico joven es mejor que se lo vayan avisando o enterarse de sopetón?
No lo sé. Pasado el tiempo casi te diría que mejor como fue mi debut en Liga contra el Espanyol cuando expulsan a Casillas a los dos minutos y te toca salir de golpe y fue de maravilla. En Málaga al final tú vas sobrepensando durante toda la semana que es tu momento y por lo que sea no sale tan bien como tú esperabas.
Se presionó.
Contra el Espanyol había hecho mi calentamiento, estaba preparado y fuera tampoco se genera un debate. Si sale bien pues hay un recambio de garantías y si sale mal pues es que no eres Casillas. Es una tranquilidad diferente, porque de la otra forma le vas dando vueltas, quieres hacer cosas que no estás habituado a hacer, quieres dar más y fue algo duro mentalmente.
¿Qué delantero era más temible?
Ronaldo Nazario tenía algo especial, a la hora de definir en portería era espectacular. Y algo parecido es Benzema. Cada entrenamiento era un suplicio estar enfrente de ellos. Y luego he jugado con Cristiano y me he enfrentado a Messi, pero Ronaldo y Benzema eran increíbles, la tranquilidad para hacer lo que querían a la hora de definir.
Usted vivió una defensa prácticamente infranqueable en el Atlético.
Es una cuestión de características de jugadores. Se han perdido muchos jugadores con ese carácter y personalidad de Godín. Tener a Godín delante es una tranquilidad, balón que va al área pequeña él lo va a despejar. Ahora tienen otras características, es el conjunto de jugadores que hay en el Atlético. Se ha perdido fuerza en el medio y repercute en la forma de defender. A Giménez le ha faltado continuidad, Savic ya no está y se ha perdido músculo. Ahora son jugadores de otras características, más técnicos, con salida de balón, pero no con esas cualidades de Godín.
En su época previa a fichar era un equipo muy duro.
Sí, el Atlético de Raúl García, Gabi, Mario Suárez, Koke… Ahora tiene otras cualidades. Tú sabías que era difícil que les hicieras un gol y si conseguías un empate era bienvenido. Era muy difícil, sobre todo en el Vicente Calderón. Dificilísimo hacerle un gol. Ahora han desembolsado 200 millones de euros en otro tipo de jugadores, más de cara al ataque. Jugadores de un nivel enorme, pero defensivamente se ha perdido ese músculo que tenía antes.
“El Atlético ha perdido jugadores del carácter de Godín”
¿Cómo ve al Atlético?
El desembolso del verano es para que los resultados mejoren. En esta primera parte no ha conseguido esa regularidad de resultados, aunque yo creo que el Atleti está jugando bien incluso en partidos ha hecho goles, pero no ha tenido esa continuidad, ha ganado solo dos de los siete últimos partidos. Pero creo que siempre va a estar ahí arriba peleando, aunque esa difícil competir con los dos de arriba.
¿Y al Betis?
Creo que tampoco está en esa buena dinámica de resultados, se ha lesionado Isco, Carvalho, perdió a Guido, Pezzella, Fekir… Son jugadores con mucho peso y que además llevan mucho tiempo con Pellegrini. Le tocará volver a sacar eso que tiene él de entrenador grande. intentar levantar al Betis.
Hay una especial tensión entre Pellegrini y Simeone, ¿son tan diferentes?
Creo que también es una forma de vivir el fútbol. Luego no será tanto, pero lo viven diferente. Pellegrini es más tranquilo a la hora de tomar las decisiones de las declaraciones y el Cholo es más visceral, pero no creo que sea tan mala la relación.
Usted jugó seis veces con el Betis contra el Atlético, perdió cinco y empató una. Se le da mal a los verdiblancos.
El Atlético de Madrid siempre es muy difícil. Más en la altura en la que yo jugaba en el Betis, estábamos comenzando lo que ahora es el Betis. Veníamos de pasar por Segunda División, un ascenso y poca estabilidad. Enfrentarte a aquel Atlético era complicadísimo. Ahora es diferente. Ha aumentado la calidad de los jugadores del Betis y no es lo mismo.
¿Ve similitudes entre la afición del Atlético y la del Betis?
Veía más similitudes cuando estaba en el Vicente Calderón. Eran unos estadios muy parecidos y ese ambiente que se creaba era increíble. Conseguir que todo el estadio anime y eso quizás se ha perdido un poco en el Metropolitano. Creo que también tiene que ver con la acústica.
¿Puede afectar a resultados como en la Champions?
No creo que tenga tanto que ver, que sea tan determinante el ambiente que se crea en el estadio. Pero sí que es verdad que hay momentos en los que ayuda. Cuando lo estás pasando mal son capaces de sostenerte un partido o que tú como jugador seas capaz de dar un empujón más.
¿Va al fútbol?
No, porque me entra de ese gusanillo de estar ahí y prefiero no ir. No me siento todavía espectador, eso es más de jugador retirado. Aprovecho para estar más tiempo con la familia y con amigos. Hemos estado mucho tiempo fuera de Madrid. Sacar el lado positivo que tiene estar sin jugar, que es pasar más tiempo con la familia y con los amigos.
¿Por qué le dio por ser portero?
No me dio, yo no quería ser portero, quería ser jugador (risas). Empecé en el fútbol sala, en el Mejorada que estaba en Primera. Y los jugadores de la primera plantilla nos entrenaban a los chiquitajos. Bajé a entrenar, nadie quería ser portero y había que rotar. Cuando me puse nunca tenía miedo a tirarme al suelo y me dijeron que me quedaba de portero. Subí a casa mosqueado. Mi padre bajó al día siguiente para quejarse y decir que quería ser jugador. Le pidieron que me dejase de portero, que me veían cualidades… Y no me ha ido mal (risas).
“No quería ser portero, me tocó por rotación”
Al portero se le exige que juegue cada vez más con los pies.
En el Betis empecé a jugar más con los pies con Quique Setién. Al principio nos costó un poco, hubo algún error importante, recuerdo uno en Villarreal, que allí en Sevilla se generó un debate sobre la forma de jugar de Quique Setién. Y en Portugal también con Rubén tenía esa filosofía de salir, igual de manera no tan arriesgada como Kike, pero de salir jugando desde atrás y es una cuestión de práctica como cualquier otra de las cualidades. Ponerte a entrenar y pensar en lo que te pide el entrenador, sabiendo que eres el portero y eres el último jugador y debes asumir pocos riesgos.
¿Se está preparando de cara a fichar por algún equipo en enero?
Me mantengo en forma. Es primordial, estoy preparado para que, en cualquier momento, ya no solo para enero, en cualquier momento puede ocurrir algo y estoy listo. Primero busco que deportivamente me levante algo interior, que diga me apetece hacerlo. Con 37 años no es igual que con 20, cuando vas a cualquier sitio. Ahora tienes que pensar en la familia, no es igual que sea en España o que sea en el extranjero. Tiene que haber algo especial que nos llene en todos los aspectos para desplazarnos.
¿Se plantearía volver a ser portero suplente?
No lo sé, si fuera un club grande donde pueda vivir experiencias de ganar títulos o en una ciudad que nos apetece estar, en un gran club y que pueda convivir en un gran club no lo descarto. Pero obviamente lo que me tira es seguir jugando. Creo que hice cuatro años muy buenos en Portugal, el año pasado compitiendo en Europa, no tengo la sensación de venir de no jugar y tener que conformarme con cualquier cosa. Ojalá se den todas las condiciones para encontrar un sitio donde jugar.
Un resultado para el Betis-Atlético.
Un empate, 1-1 (risas).
El test a Adán
Defínase en una palabra: Sincero.
Un consejo para alguien que empieza: Que no pare de trabajar, que da muchos frutos.
Un hobby: Jugar al pádel, aunque mientras estoy en activo no me gusta mucho por ser un deporte sufrido.
Un hobby en las concentraciones: Jugar a las cartas.
El entrenador que más le ha marcado: Rúben Amorim, por esos títulos.
¿Será entrenador en el futuro? Me gustaría seguir ligado al fútbol, como entrenador solo si fuera en categorías inferiores.
Un compañero que siempre querría: Javi García.
Ídolo de la infancia: Bodo Illgner.
Rival más difícil: El Real Madrid.
Simeone es... Auténtico.
Mourinho es... Carácter.
Pellegrini es... Ingeniero.
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