Abner, un año de espera
El brasileño aterrizó para suplir a Álex Moreno la pasada campaña y su adaptación sigue lejos de la expectativa que creó su fichaje. Pellegrini no tiene alternativas.
Tímido y precavido. Así llegó hace un año Abner Vinicius al Betis en el mercado de invierno. Un año después, su adaptación está muy lejos de la deseada por el club y por su técnico, un Manuel Pellegrini que no tiene demasiadas alternativas para elegir en su esquema de juego. El chico que no miraba su móvil. Ese fue uno de las anécdotas contadas por Antonio Cordón a la hora de fichar al brasileño. Se reunió con él y se fijo en que su atención era plena. No le preocupaban otras cosas. Quería triunfar en el Betis y se convertía en el elegido para suplir a Álex Moreno, quizás la pieza de mayor verticalidad y desborde que había en esa plantilla de Manuel Pellegrini. Había riesgos y la operación se fue a los cinco millones de euros por el 50% del jugador. De momento, su respuesta aún no termina de aparecer.
El Betis echa en falta numerosos recursos de su pasado. Pellegrini lo sabe. Sin Álex Moreno, nunca volvió a encontrar esa solvencia y verticalidad que motivaron a que su equipo fuese uno de los más espectaculares de la Liga por ese flanco izquierdo. El técnico no tiene ahora ese arma en escena. Trató de entregar toda su confianza a Abner y aún espera más rendimiento por parte del brasileño. No hay apenas rastros de desborde en su fútbol y a nivel defensivo volvió a evidenciar algunas carencias en su última comparecencia ante el Barcelona. Lamine Yamal fue un huracán por su banda y eso desarboló al equipo en muchos compases del duelo.
El propio Benito Villamarín pitó al jugador en algunos momentos del último choque ante la exigencia de querer más fútbol en sus apariciones. Su dinamismo y sus intenciones no parecen discutibles, pero su aportación a nivel de rendimiento está lejos en acciones que puedan resultar definitorias en cada partido. Pellegrini quiere encontrar la fórmula para que mejore en muchos de sus factores, pero de momento no encuentra la llave para ello.
Abner tiene sólo 23 años y el club confía en que crezca con Pellegrini como mejor profesor. Por ello decidió que fuera una pieza importante esta campaña pese a las campanas que hubo de una posible salida. Como competidor tiene a Juan Miranda, una baza que ahora está fuera del esquema del técnico por lesión y cuyo futuro está en el aire al terminarse su contrato el próximo mes de junio. Abner debe dar un paso adelante antes de que el cierre de campaña lo pueda convertir en secundario para el próximo proyecto de Pellegrini.
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