A Simeone se le atraganta Xavi
El técnico argentino ha perdido sus cuatro enfrentamientos con el del Barça. Tres de ellos por ese 1-0 que siempre se asocia más al primero que al segundo.
El Barça-Atlético comenzó con una secuencia de pases entre jugadores rojiblancos que duró 45 segundos, hasta que el equipo perdió la pelota... y desapareció de Montjuïc. Si los del Cholo querían intimidar de inicio y hacerle ver a su rival que no iban a regalarle la pelota y le iban a discutir la posesión, poco duró el plan. El primer tiempo se jugó a lo que quiso el Barça y lo pagó caro el Atleti, que tuvo que dar gracias de que al descanso el marcador estuviera aún con 1-0. Así terminó. Xavi le ganó la partida a Simeone y el balance entre sus enfrentamientos es ya 4-0.
De esas victorias, además, tres han sido por este 1-0. Puerta a cero. En la previa, Simeone le comentó a Xavi en el cara a cara de Movistar que su mejoría en defensa había sido clave para que el Barça conquistara la última Liga. Efectivamente, el técnico culé se convirtió en el as del unocerismo. Este domingo, entre otras razones, Iñaki Peña (por lo que paró) y Lewandowski (por lo que falló) contribuyeron directamente a que el resultado fuera ese y no otro. El marcador, en verdad, fue casi lo de menos, salvo porque ese único gol de ventaja mantuvo vivo al Atleti hasta el pitido final.
Dos contra uno en cada banda
Con todo, el partido se asemejó más a lo que pretendía Xavi. El equipo rojiblanco apenas pudo presionar la salida del Barça, algo con lo que otros rivales sí le han hecho sufrir. Y cuando lo hizo, fue con muchos desajustes, demasiado sencillo para Gündogan y De Jong. En una de esas intentonas para robar arriba, precisamente, llegó el 1-0. Iñaki Peña jugo por el centro, Pedri se giró y el Barça aceleró hasta que João Félix se plantó ante Oblak. Por el contrario, el equipo azulgrana sí asfixió la creación del Atleti, a quien apenas dejó hilar pases. La posesión fue claramente para el equipo de Xavi, con tramos en los que manejó el balón cerca del 70%.
Al Atleti no le duraba la pelota y luego le costó defender los ataques masivos del Barça. Por la izquierda apretaban los Joãos; por la derecha, Raphinha y Koundé (21 veces encontró el francés a su compañero en el primer tiempo) llevaban al límite a Riquelme. Simeone se desgañitaba en el área técnica pidiendo a Hermoso y a De Paul que auxiliaran al canterano. Tras el descanso, el técnico hizo tres cambios y los otros dos en el 65′. Pasó del 5-3-2 al 4-4-2, con Llorente y Azpilicueta en los laterales. El Atleti se entonó algo, también por empuje y porque el cansancio general. Como en anteriores duelos, faltó pegada, sobraron fallos individuales y colectivos y quedó la sensación de que se jugó más a lo que tenía en la cabeza Xavi. Simeone tiene un reto. El quinto envite, a mediados de marzo.
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